Se agudizan los cruces por la posibilidad de ballottage

El debate en torno a si la oposición logrará acortar la brecha que separa a sus candidatos de Cristina Fernández para forzar una segunda vuelta sumó hoy un nuevo capítulo.

Mientras, confiado en las encuestas, el Gobierno descarta de plano esa posibilidad, candidatos de otras fuerzas insisten en mostrarse convencidos en provocar el ballottage.

El encargado de transmitir la seguridad que por estas horas reina en la Casa Rosada fue el ministro del Interior, Aníbal Fernández.

"No hay ballotage que valga", fue su tajante definición en declaraciones a radio América. En este contexto, el jefe de la cartera política citó los resultados de la encuesta publicada por LA NACION el domingo pasado, según la que la primera dama cosecha el 39,8 por ciento de intención de voto y una diferencia de 28,1 puntos sobre Elisa Carrió.

De todas maneras, Fernández evaluó que ese estudio, realizado por la consultora Poliarquía, "es la que menos beneficia al Gobierno". Es que la encuesta registra además un importante caudal de indecisos, 22,7 por ciento del total.

No obstante, el ministro aprovechó su aparición mediática para defender a la candidata oficialista y a vincular sus chances electorales con el gobierno de Néstor Kirchner. "La mejor campaña [de la senadora] es la gestión del Gobierno", afirmó.

El candidato a vicepresidente de la fórmula que encabeza Roberto Lavagna se mostró confiado en que el binomio de Una Nación Avanzada (UNA) podrá forzar el ballottage.

El senador y titular de la UCR aseguró que datos que maneja ubican a Lavagna "con amplias posibilidades de disputar una segunda vuelta" con Cristina Kirchner.

"Confiamos en que estamos para segunda vuelta, pero lo que pasa es que el gobierno nacional pretende una pelea con Carrió y trata de elegir a su adversario con esos discursos que la ubican segunda", especuló el radical en declaraciones a la radio catamarqueña El Ancasti.

Morales completó su hipótesis. "Eligen a Carrió para una pelea del voto gestión contra el voto testimonial, porque Carrió está para fiscal de la Nación y no para la Presidencia", embistió.

"Una segunda vuelta con Lavagna significa una pelea de gestión contra gestión", completó Morales.