Se tensa la pelea por las comisiones en el Senado

"Perdimos en Diputados, así que en el Senado tenemos que ir por todo." La orden de Néstor Kirchner no dejó lugar para la discusión y con esa premisa el jefe del bloque oficialista de la Cámara alta, Miguel Pichetto (Río Negro), dio por terminadas ayer las negociaciones con la oposición para alcanzar un reparto de las presidencias y de la integración de las comisiones más acorde con la nueva realidad numérica del cuerpo.

La ruptura fue comunicada por Pichetto al jefe del bloque radical, Gerardo Morales (Jujuy), luego de que la UCR rechazara una propuesta del kirchnerismo para limitar el acuerdo a esas dos fuerzas, excluyendo al peronismo disidente y a otras fuerzas menores que integran el espectro opositor del Senado.

La decisión del oficialismo no hace más que tensar las relaciones con la oposición en el Senado, que podría vivir un escenario similar al que se registró en la Cámara de Diputados el 3 de diciembre pasado, cuando el reparto de poder en el cuerpo se decidió por votación.

Por reglamento, la definición debe realizarse en un sesión preparatoria en la última semana de febrero.

Según se desprende de lo comunicado por Pichetto a los opositores, la intención de Kirchner es mantener el actual esquema de poder que ostenta el kirchnerismo, en el que preside 19 de las 25 comisiones permanentes y tiene mayoría automática de 8 sobre 15 miembros en todos esos cuerpos legislativos.

Sin embargo, la oposición pretende un reparto más equitativo y acorde con la nueva integración de la cámara, en la que el oficialismo tiene 32 senadores propios (cinco menos que el quórum).

A pesar del rechazo del oficialismo, prometen dar pelea. "Vamos a tratar de integrar las bicamerales antes de fin de año. Vamos a pedir la presidencia para la oposición, especialmente la de (control de los) DNU", afirmó Morales.

Casi empatados

El arco opositor dice tener 34 legisladores asegurados en su lucha por reclamar un nuevo reparto del poder en la Cámara alta.

Se basan en un escrito que presentarán la semana próxima ante la Corte, en reclamo del cumplimiento de la ley de coparticipación, en el que confluyen radicales, peronistas disidentes, el socialismo y otras expresiones provinciales, como el Frente Cívico de Córdoba (de Luis Juez).

El kirchnerismo estaba dispuesto a aceptar el nuevo escenario numérico, pero tras conocerse, la semana pasada, que Pichetto había aceptado reconocer el avance numérico de la oposición, llegó la llamada del diputado Kirchner rechazando cualquier tipo de cesión en materia de comisiones.

Esto obligará al oficialismo a negociar con otras fuerzas alcanzar una mayoría que le permita retener el actual esquema de poder. Cuentan con los dos senadores por Tierra del Fuego (ex ARI) y el del Movimiento Popular Neuquino.

Sin embargo, todavía necesitan al menos de dos legisladores más para asegurarse ese número. Serían los peronistas pampeanos Carlos Verna y María Higonet, que formaron bloque propio.

Como esas negociaciones no están cerradas, en el kirchnerismo apuntan con sumar a la liberal correntina Josefina Meabe y la peronista disidente Graciela Di Perna (Chubut). Por ahora nada está resuelto y todo puede terminar en una votación en el recinto.

En mitades

• Oficialismo. El bloque oficialista, que conduce Pichetto, quedó desde el 10 de este mes con 32 bancas, cinco menos que la mayoría.

• Oposición. Hay 34 legisladores que se reivindican opositores al gobierno de Cristina Kirchner y que están dispuestos a trabajar en acuerdos para sacar leyes propias. Necesitarían 3 aliados para tener quórum.

• Aliados kirchneristas. Pichetto cuenta como votos casi seguros a los dos senadores fueguinos que llegaron a la Cámara por el ARI (hasta ahora votaron casi siempre a favor del Gobierno). También siente asegurado el apoyo del senador del Movimiento Popular Neuquino.

• Figuras difíciles. Los peronistas pampeanos Carlos Verna y María Higonet se declaran independientes. Pueden tener la llave de las votaciones clave.