La carrera hacia 1999. Según Duhalde, Alfonsín podría volver a acordar con Menem
El mandatario provincial negó haberse reunido con Alvarez; existen sospechas.
El gobernador bonaerense, Eduardo Duhalde, ayer fue categórico: "Es más fácil que Raúl Alfonsín vuelva a acordar con el presidente Carlos Menem que haga un arreglo conmigo".
Duhalde negó desde Huerta Grande (Córdoba), donde participó del Foro Internacional de Emprendedores, que se haya encontrado en los últimos días en dos ocasiones con el líder del Frepaso, Carlos "Chacho" Alvarez, para aunar esfuerzos en sus embates contra los intentos reeleccionistas del menemismo, como informó anteayer Clarín.
De todos modos, fuentes cafieristas aseguraron que la supuesta cumbre se había hecho, lo cual fue negado insistentemente por el resto de los dirigentes justicialistas y aliancistas consultados.
El gobernador bonaerense hasta se permitió una ironía: "A Chacho lo veo seguido, pero por la televisión, porque siempre está ahí".
El otro protagonista, Chacho Alvarez, eligió ayer el silencio, aunque 24 horas antes había dicho a La Nación que no creía viable hacer contactos con Duhalde a "esta altura". La actitud de uno de los arquitectos de la Alianza, según sus voceros, respondió a que "desmentir la información es aceptar la agenda que imponen los medios y darle entidad a algo que no la tiene".
Los operadores del Frepaso fueron tan enfáticos como el gobernador al negar que la reunión Duhalde-Alvarez se haya producido en la quinta del primero, en San Vicente, el lunes último.
Pese a que Duhalde insistió en que "nunca haría un acuerdo con la Alianza", anoche en lo único que coincidían en el duhaldismo como en la oposición fue en que dieron por seguro los contactos entre ambos sectores para elaborar una táctica legislativa, cuyo objetivo es impedir las maniobras reeleccionistas del menemismo.
En la intimidad de los distintos búnkers del PJ bonaerense y de la coalición opositora atribuían las versiones sobre la reunión Duhalde-Alvarez a una "operación del menemismo" para perjudicar al gobernador en la disputa interna que envuelve al oficialismo.
Mientras tanto, el senador Antonio Cafiero, quien se reunió sucesivamente con Duhalde y con Menem, sólo advirtió que las máximas figuras del PJ atraviesan por el distanciamiento "más fuerte" de los últimos tiempos y reconoció que el Presidente aspira a un nuevo mandato en 1999, lo que tensó la cuerda con el gobernador bonaerense.
El ministro del Interior, Carlos Corach, un operador político de Menem, ayer dijo que desconocía que haya habido un acercamiento entre Duhalde y Alvarez, pero consideró "natural" que dos dirigentes democráticos que pertenecen a distintos partidos se encuentren a debatir.
Hipótesis
Sin embargo, hace 48 horas, el Presidente le había "sugerido" a Duhalde, en declaraciones públicas, que si se acercaba a la Alianza "el pueblo peronista no iba a estar muy contento".
A diferencia de Corach, el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, dio por ciertas las versiones negadas por los protagonistas. Destacó que el gobernador y el diputado aliancista son quienes "deben explicar el propósito de las reuniones que mantuvieron recientemente", y luego sentenció: "Cada uno se reúne con quien se le da la gana".
Algunas de las espadas aliancistas y del duhaldismo adjudicaban al menemismo las versiones del encuentro, que fue desmentido categóricamente por Duhalde y por los operadores de Alvarez, quien decidió no hablar para no dar entidad a la información.
Según fuentes de ambos sectores, el encuentro significaría un alto costo político que ni la Alianza ni Duhalde están dispuestos a pagar: el único punto de coincidencia es un acuerdo legislativo para frenar las ambiciones reeleccionistas de Menem, en el que no estaban incluidos encuentros secretos entre los principales dirigentes.
La evaluación que hizo anoche un menemista, para responder a las hipótesis de la oposición, fue que ni Duhalde ni Alvarez pueden admitir en público que se reunieron porque "deben cuidar su supervivencia interna".
Según está visión, el gobernador bonaerense y el diputado frepasista tendrían que enfrentar, ante una confesión pública, una tormenta de reproches de sus propias filas, embate que les resultaría difícil de sortear.
Duhalde volvió a asegurar, como lo hizo cada vez que se diferenció del Presidente, que tal distanciamiento no constituye una "pelea", sino que se debe a que "piensan distinto". El gobernador trasladó la disputa con el Presidente al terreno partidario, donde piensa pelear por la conducción del peronismo, hoy a cargo del jefe del Estado.
El mandatario bonaerense prefirió embestir contra la "re-reelección" de Menem: "En un país serio no se tendría que hablar de eso. Cuando no se respeta lo máximo, que es la Constitución, tampoco se respeta lo demás. Quien puede lo más, no puede lo menos", señaló.
Pese a la cautela duhaldista frente a la pelea con el menemismo, Cafiero reconoció ayer que Menem y Duhalde atraviesan por el "distanciamiento más fuerte" de los que han protagonizado en los últimos tiempos.
El senador justicialista admitió gestiones para acercar a las máximas figuras del PJ y estimó que la disputa es "perfectamente solucionable dentro del contexto partidario".
Rechazo bonaerense
LA PLATA.- El primer pronunciamiento institucional en contra de los intentos reeleccionistas del menemismo se concretará la semana próxima en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.
Aliancistas y justicialistas coincidirán en un rechazo que sin duda podrá ser capitalizado por el gobernador, Eduardo Duhalde, que ha endurecido su posición respecto de la posibilidad de que Carlos Menem quede habilitado para competir por un tercer mandato presidencial consecutivo.
La iniciativa partió de la oposición a Duhalde, que es mayoría en Diputados. El presidente de la Cámara joven, Francisco Ferro (UCR), convocó a una sesión especial para tratar un proyecto de la Alianza, y que expresa el rechazo al avance menemista.
El miércoles próximo, a las 13, el cuerpo legislativo considerará la iniciativa aliancista. En la iniciativa expresan que "la claridad de los preceptos constitucionales no deja lugar a dudas en torno de la inviabilidad de las aspiraciones de Menem para acceder en 1999 a un nuevo mandato presidencial".
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