Señales de desconfianza
Como señal de que el debate sobre el aborto en la Argentina justifica poner toda la carne en el asador, la Iglesia sacó del principal santuario del país la réplica de la imagen de la Virgen de Luján, uno de los signos más vitales de la religiosidad popular. Los obispos consideran que está en juego un tema de fondo, como la defensa de los más débiles e inocentes, y están empeñados en ir a fondo para que su voz sea escuchada.
Esa misión los enfrenta a un gobierno que facilitó el debate del aborto en la Cámara de Diputados y al que le han perdido la confianza. Más allá de la fría relación entre el presidente Mauricio Macri y el papa Francisco , a la conducción de la Iglesia argentina no le parecen válidos los argumentos sobre el modo y la oportunidad de plantear el debate del aborto. Se salvan de las miradas críticas la vicepresidenta Gabriela Michetti y algunos legisladores, como los que estuvieron ayer. "Muchos creemos que, efectivamente, fue una cortina de humo, con interés en dividir a la Iglesia en relación con otros sectores", confió a LA NACION un miembro de la conducción episcopal.
El Gobierno, en tanto, prefiere evitar la confrontación y no acusa recibo de las quejas por haber introducido el aborto en la agenda, en medio de una crisis social que todavía no vio la luz al final del túnel. En la Casa Rosada no se muestran públicamente heridos por la ofensiva eclesiástica. "No nos sorprendió el mensaje de Ojea. En última instancia, es una crítica a toda la clase política que apoyó el debate, no solo al Gobierno", interpretaban anoche, luego de la impactante movilización en Luján, en la que confluyeron muchos fieles de las villas de la Capital y el conurbano y de parroquias y colegios de la clase media porteña.
La mayoría de ellos se muestran claramente decepcionados por el Gobierno. No llegan a hablar de traición –una calificación que a lo largo de la historia la Iglesia reserva casi exclusivamente a Judas-, pero siempre es difícil reconstruir la confianza perdida, especialmente cuando la situación social aporta indicadores negativos .