Sergio Bendixen: “Estoy seguro de que Massa va a llegar muy lejos”
El asesor del líder del FR analiza errores de la campaña, pero niega una polarización
La siguiente entrevista tuvo lugar en un departamento de Recoleta en el que el peruano Sergio Bendixen, asesor de Sergio Massa, se aloja cada vez que viene a Buenos Aires y que le presta un amigo.
–Usted colaboró en la campaña de Obama trabajando con el voto latino en Florida. ¿Cuál fue su aporte?
Lo más difícil era que el electorado latino de EEUU tenía muchos sentimientos racistas y que iba a ser muy difícil que ellos votaran por un candidato negro.
–¿Un latino rechazaba más a un candidato negro que a un W.A.S.P (blanco, anglosajón y protestante)?
Sí. Y no había ninguna incidencia en la historia política de EEUU donde el latino hubiera votado por un candidato negro a nivel municipal, estatal o federal. Hicimos la campaña con eso en mente y resolvimos el tema del racismo.
–¿Cómo hicieron?
Haciendo una campaña más a favor del Partido Demócrata que a favor de él. Cuando los latinos entendieron que para el futuro de ellos era mejor el Partido Demócrata que el Republicano, fue mucho más fácil que aceptaran a Obama como el mensajero de ese partido. Y después, el impacto en la economía: el seguro médico fue súper importante. Eso fue en el 2008. Yo venía de trabajar con Hillary Clinton.
–¿Conoció personalmente a Obama?
¡Claro! Es una persona que me recuerda a un profesor de universidad, muy intelectual. ¡Cuidado con meterte en una discusión con él! Es mejor que tengas todos tus argumentos muy claros y que los expliques muy bien. Es muy inteligente, pero es poco político.
–¿A qué se refiere con "poco político"?
No es el tipo que te trata de enamorar con el saludo, con lo que te dice. Es alguien que básicamente te convence con sus argumentos, con su visión del país, pero no trata de convertirse en tu amigo.
–¿Y eso es bueno o malo?
No, ser un buen político puede ser muy útil. Uno de los problemas que ha tenido Barack Obama en la presidencia es que no ha podido manejar el Congreso con gran facilidad, no tiene amigos en el Congreso, no tiene aliados. Ronald Reagan invitaba a todos a cenar y se hacía amigo. Bush también tenía esa característica. Obama no.
–Vamos a Argentina. ¿Quién le paga a usted su asesoramiento?
El Frente Renovador. (se ríe) ¡Eso cuando el Banco Central está dispuesto a permitir que salgan dólares! No he podido cobrar por el cepo. Este año fue imposible. Pero yo estoy convencido de que algún día prontito lo van a poder hacer. Y con franqueza ésta es mi última campaña, no tengo necesidades económicas. Estoy muy contento con esta oportunidad.
–¿Usted es muy caro?
¿Caro? No. Pero todos los asesores internacionales cobran bastante dinero. Yo creo que soy uno de los más baratos.
–¿Bendixen es el Durán Barba de Massa?
–De ninguna manera. Por lo que he leído –porque no lo conozco–, él tiene una relación muy dominante con Macri, o aparenta ser así. Él tiene muchísima influencia, al punto de casi mandar lo que hace Pro. Mi papel es mucho más de ayudar a Sergio a tomar decisiones, a explicarle cosas a partir de mi experiencia. Él toma sus propias decisiones.
–¿Durán Barba podría asesorar a Massa?
–Nunca. Las personalidades chocarían de una forma que no les permitiría tener una buena relación.
–También asesoran a Massa el español Antonio Solá y Ramiro Agulla. ¿Qué hace cada uno?
Yo estoy más en el campo de la estrategia, ésa es mi primera responsabilidad. Hago todo lo que tiene que ver con encuestas y focus groups. Antonio está más en el funcionamiento, en la infraestructura de la campaña. Y Ramiro obviamente es nuestro publicista, el que trata de crear videos y presentaciones que nos ayuden a comunicar el mensaje.
–Usted siempre dijo que el mejor asesor es el invisible. ¿Por qué acepta hablar ahora?
–Creo que Massa ha estado bajo mucho ataque: dicen que él murió como candidato, que ahora es una elección entre Scioli y Macri, que la cosa se ha polarizado y que no tiene nada que hacer en la campaña. Había que salir a explicar que no es así, que es injusto que estén hablando de esa forma de un candidato que tiene buena cantidad de votantes.
–¿Según sus focus no se polarizó la elección?
–No. Estos años me he pasado 1500 horas escuchando a los votantes en todo el país. Cuando dicen que todo es pro-K o anti-K me tengo que reír porque no lo escucho.
–¿Entonces a qué atribuye la caída de Massa en los sondeos?
–Massa gana su elección en 2013, es la gran esperanza de un cambio, de alguien que es diferente a lo que la gente ve en la política: joven, atractivo, con liderazgo. ¿Y qué pasa? Que después este líder tiene que meterse en el barro de la política por dos años porque es necesario, ¡indispensable!, armar tu ejército para defender el voto y para poner gente en tus listas. Tienes que arreglar con las maquinarias, porque si no te hacen fraude. Tienes que defender tu voto, fiscalizarlo con 50.000 personas. Entonces aparecen Othacehé, Insaurralde y políticos de la vieja política. Ahí fue cuando mucha gente dijo: "Massa no es lo que yo pensaba, es un político más".
–¿El error fue haber convocado a Othacehé y otros?
–Debimos haberlos mantenido con la menor visibilidad posible porque ahí cambió la gente. Ahí fuimos de 30 a 24, desde fines de 2013 hasta septiembre u octubre de 2014. Y la gran caída de 24 a 17 o 18, donde estamos ahora, viene cuando todos los analistas comienzan a decir que su candidatura ha muerto, que ahora es entre Macri y Scioli y que Massa ya no tiene lugar. ¡Y lo repiten, y lo repiten, y lo repiten! Entonces mucha gente dice "no voy a votar por quien no tiene posibilidades".
–A ver si entendí. Usted describe tres etapas que explican la caída en encuestas: 1. Cometen el error de mostrar a Massa en "el barro", alejándolo de la imagen de lo nuevo. 2. Por esto baja en las encuestas y los intendentes, para conservar poder, se van del FR. Y 3. Los medios ven el éxodo y empiezan a decir que Massa ya no tiene posibilidades, retroalimentando el ciclo.
–La fuga les dio el argumento a los medios y a la gente con influencia para comunicar que su presidencia había llegado al fin.
En el medio hubo un spot que fue muy comentado: el famoso "tajaí".
Primero, que quede claro, eso no lo hizo Agulla. Eso fue idea de Massa que quería mandarle un saludo de Navidad y lo hizo mi equipo. Que yo sepa, si él cambió su acento por una región o la otra, yo no lo escuché. Pero la gente parece que sí vio alguna diferencia, eso entró a las redes y comenzó a agarrar vida propia, pero no hubo ningún plan de hacerlo, no hubo ninguna instrucción a Sergio "ahora vamos a hacer el de Córdoba, tienes que hablar así o asá". Según me indican él a veces habla con cierta forma pero esa es una de esas cosas que se exageran, se repiten y nos hizo daño. Eso y la camiseta nos hizo daño.
–Exacto. Los afiches donde él aparecía en remera, como un tenista en una publicidad de Nike.
La camiseta sí fue un error propio, fue un autogol.
–¿Qué quisieron hacer? ¿Mostrarlo como un tipo joven y moderno?
Quizás fue eso. Fue la que más gustaba internamente y no se probó en focus y salió. No funcionó.
–¿Daba demasiada juventud para un presidente?
Quizás tiene que hacerlo lo más presidencial posible. Sobre todo alguien joven. Ahí se enfatizó la juventud y no la otra parte. Aunque yo pienso que nadie decide a quién va a votar por los cartelones.
–Giustozzi, que fue casi el socio fundador del Frente Renovador y fue el primer gran intendente que se fue, ¿No tiene derecho a decir que fue un poco manoseado, maltratado?
Giustozzi es un político que verdaderamente tiene mucha experiencia en todo esto. Sergio le dio la oportunidad casi un año de demostrar que él podía ser el gran candidato del FR para la Provincia. Y Giustozzi fue un desastre como candidato a gobernador. Hizo todo lo que él podía pero se quedó en el 5%. No podía crecer. Entonces comenzó a buscar otras personas.
–Vino De Narváez
Primero estaba con la idea de Insaurralde. Eso le hizo muchísimo daño porque Insaurralde venía de ser su contrincante. En la elección del 13 había sido representante de Cristina. Eso no funciona. Después vino De Narváez…
–¿Pero en ese momento no se daban cuenta de que iba a confundir al votante de Massa la llegada de Othacehé, tal vez Insaurralde y otros?
–Hubo mucha discusión interna. Había dos bandos dentro del FR. Uno muy político, que decía: "Othacehé es un intendente, nos puede fiscalizar y ayudar". Y otro grupo que se preocupa más por la imagen, por la forma de comunicar, que decía: "Nos puede hacer daño". Lo mismo con Insaurralde, lo mismo con gran número de personas que recibieron tanta publicidad cuando venían o cuando se negociaba con ellos.
–¿Quién integraba cada grupo?
–Prefiero no ir por ahí, estamos en campaña.
–Así que había dos grupos: el político y el estratégico y de imagen. Terminó imponiéndose el político y eso tuvo consecuencias negativas.
–Ésa es una buena forma de verlo. Yo miro la cuestión para atrás: ¿en qué cosa Sergio Bendixen cometió un gran error? En no haber tratado de convencerlos con mayor autoridad, con mayor fuerza de que esta cuestión política nos estaba haciendo daño. ¿Por qué? Porque no estaba seguro. Ése fue mi gran error: no decir con gran fuerza "esto nos puede hacer daño".
–Cuando Massa dice "yo voy a bajar el Impuesto a las Ganancias", ¿la gente le cree o dice "bueno, en campaña podés prometer cualquier cosa"?
Para que un mensaje funcione tiene que ser importante, creíble y de importancia para la calidad de vida de la persona. El tema del Impuesto a las Ganancias es importante pero no le impacta a mucha gente, no gana la elección. La batalla contra el garantismo de algunos jueces sí nos puede ganar la elección, sobre todo si la prensa se comienza a comportar de una forma responsable y explica las consecuencias de que muchos jueces piensen que cuando alguien comete un delito la culpa es de la sociedad y no de la persona.
–¿Cómo la ve a Cristina?
Desde el punto de vista político y de la comunicación es increíblemente eficaz. Estoy muy impresionado con ella. Tiene un relato coherente, lo sabe comunicar, sabe utilizar todo el poder que tiene en su gobierno y vende su punto de vista muy eficazmente. No sé si has visto mi última encuesta. Ella ha subido mucho. Tiene más del 50 por ciento de agrado y su gobierno más del 40. La forma en la que han manejado la economía...
–¿Y con esos números se le puede ganar?
Sí, porque ella no es candidata.
–¿A dónde irían las votos de Massa en un balotaje entre Scioli y Macri?
En este momento se dividirían más o menos mitad y mitad.
–Si leyera esto Durán Barba, diría: "¡Viste que tenías que ser más dominante!"
–[Risas] En Latinoamérica los presidentes, los candidatos, tienen que ser autoritarios porque es otra cultura. Si no eres autoritario en Latinoamérica, no sobrevives.
–Qué lindo título. Pero terrible.
–Es verdad.
–¿Cuál es el mensaje que quieren dar ahora en el FR?
–Ahora nuestro mensaje principal es que Massa está dispuesto a presentarles a los argentinos su visión del futuro con propuestas específicas para resolver los problemas de la gente. Y que Scioli no puede hacer lo mismo porque básicamente tiene miedo a ofender a Cristina o a La Cámpora. Y que Macri sigue repitiendo "cambio, cambio, cambio", pero nunca explica de qué se trata.
–Por último: ¿qué le diría a Massa el lunes después de las elecciones si no gana?
–Yo estoy convencido de que va a ser presidente. Yo he conocido cinco o seis personas en este continente que por sus características y capacidad me han impresionado a tal punto que sabía que iban a llegar muy lejos. Sergio es una. Va a llegar muy lejos.
–Dejamos acá.
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