Sergio Massa: "¿Qué estaban pensando cuando hicieron este Código?"

Lleva un ritmo frenético Sergio Massa. No hay descanso en su agenda. Sabe que es el momento para acelerar. Que con su postura frente al anteproyecto de reforma del Código Penal puso en jaque a todo el arco político. Se siente ganador, pero no da por terminada la pelea. Aún no, y no lo hará hasta que el Gobierno anuncie que no lo enviará al Congreso para su tratamiento. La oficina situada en el piso 17 de la Torre de las Naciones, en el centro de Tigre, no da abasto para la cantidad de gente que se junta. Massa va de un lado a otro. Recibe a un grupo de mujeres víctimas de la inseguridad, las consuela y les explica qué pretende hacer. Le grita un chiste a un intendente, se abraza con otro y, tres segundos después, se pone serio para explicar qué objetivos impulsa con su negativa.

El diputado nacional y líder del Frente Renovador está revitalizado. "Llegué a las 2.30 de Tucumán", dice. Mate en mano se sienta en el búnker que se armó rodeado de fotos con personajes que van desde el ex presidente brasileño Lula hasta Román Riquelme, y decorado con cuadros que el artista plástico uruguayo Carlos Páez Vilaró -fallecido el 24 de febrero- le regaló. "Entendemos que es un tema central en la vida de la gente porque define el sistema de premios y castigos de nuestra sociedad, es una discusión de valores." Es la explicación que ensaya Massa ante LA NACION. Entre los responsables no hace distinción: tanto el oficialismo como parte de la oposición son blancos de sus críticas: "Me gustaría que le explicaran a la gente qué estaban pensando cuando hicieron este Código".

-¿Por qué llevó el debate al terreno público, en lugar de esperar la discusión parlamentaria?

-Partiendo de la idea de que esto tenía la firma de juristas de Pro, de la UCR, del socialismo y del kirchnerismo, nosotros decidimos en lugar de dar la discusión sólo en el Poder Legislativo darla también en la calle. La sociedad siente que quienes tenemos responsabilidad los desprotegemos. Y nosotros elegimos dar el debate público para proteger a la gente.

-En el oficialismo admitieron que ya no hay margen para la reforma. ¿El proyecto está herido de muerte?

-Es importante que la gente sepa qué plantea esta reforma y qué planteamos nosotros en estos temas. Por eso es muy importante el sitio www.noalnuevocodigopenal.org , que es una herramienta electrónica para que la gente tenga la posibilidad de informarse y firmar; vamos a tener 300 mesas en todo el país.

-Pero con todo el revuelo mediático, ¿no sería un costo muy alto para el kirchnerismo seguir adelante con el proyecto?

-El día que exista un anuncio que diga que esto tal cual está no será enviado al Congreso vamos a sentir que se prestó atención a lo que en la calle plantea la gente. Mientras tanto vamos a seguir hablando.

-¿El actual Código Penal debe ser revisado?

-Nosotros hemos planteado reformas al Código Penal actual.

-Pero, entonces, ¿hay que reformarlo?

-Planteamos reformas en casos como el narcotráfico o la violación con vínculo filial. Es importante atar la discusión en materia penal a la realidad de la sociedad.

-Se trata de un Código que está a poco de cumplir 100 años.

-No es el Código de 1921. Se ha ido modificando con el tiempo.

-Según algunos especialistas son justamente esas modificaciones las que provocaron un desequilibrio en el Código Penal. ¿Es así?

-El Código vigente llevó cinco años de confección en una sociedad que tenía menos población, menos tipos de delitos; una realidad y un contexto totalmente distintos. ¿Por qué el apuro? Démonos el trabajo y la tarea de legislar en materia penal; vayamos tema por tema y contémosle a la sociedad lo que hacemos.

-¿Cree que el debate podría servir para trabajar en políticas de Estado de largo plazo?

-Nosotros tenemos un antecedente sobre este tema que ha sido vulnerado. En diciembre la Iglesia convocó a todas las fuerzas políticas a firmar un documento planteando objetivos legislativos en materia de narcotráfico. La respuesta de este proyecto es bajar las penas. Parece absurdo, una cargada al documento que firmamos.

-¿Se trató de un intento del kirchnerismo para imponer un Código más garantista?

-Hay algunos que a la hora de analizar estos temas piensan más en la cátedra que en el barrio. Nosotros pensamos más en la gente, en el barrio que en la cátedra.

-Fue muy rápida la reacción...

-[Interrumpe] Lo venimos mirando desde diciembre.

-¿Qué les responde a aquellos que dijeron que no tuvo suficiente tiempo para hacer una evaluación seria?

-Los que nos critican tendrían que revisar sus equipos de trabajo. Un tema tan importante como es la reforma penal requiere equipos de seguimiento y atención del tema.

-¿Cómo describiría el papel de la oposición en todo esto?

-A veces, entre cuatro paredes, se teoriza sobre cuestiones que después no tienen su correlato en la realidad.

-Sufrió duros cuestionamientos de parte del kirchnerismo. ¿Cuál es su respuesta?

-Me atacaron a mí, pero no explicaron por qué quieren rebajar las penas. Quieren matar al cartero porque no pueden explicar la noticia. Me pueden agraviar y faltar el respeto, ya lo hicieron en la campaña pasada. Lo que me gustaría es que explicaran a la gente qué estaban pensando cuando hicieron este Código.

-Según sus palabras, se podría inferir que la política está alejada de la realidad.

-Algunos están más preocupados por ver su firma en un libro que por sentir qué le pasa al almacenero en la calle.

-Se conoció un fragmento de un libro sobre La Cámpora, en el que Máximo Kirchner dice que Massa se deja usar por «los poderes». ¿Qué piensa?

-Escucho todas las opiniones, escucho todos los consejos bienintencionados, escucho todas las críticas y después tomo decisiones.

-¿Qué quiere decir?

-Eso.

-¿Lo sorprende en el lugar que lo ponen?

-Sólo eso.

-¿Cómo la vio a Cristina Kirchner en el Congreso?

-Me parece que está volviendo a la actividad y al ejercicio de gobierno.

-¿Cómo es hoy su relación con el gobernador Daniel Scioli?

-Institucionalmente cada uno cumple su rol.

-¿Le trajo conflictos internos la llegada de Othacehé?

-No. Nosotros somos la unidad en la diversidad. Lo hablé antes con todos los intendentes.

-Se instaló públicamente que Francisco no lo quiere recibir. ¿Está peleado con el Papa?

-En primer lugar, el tiempo dirá. En segundo, el manoseo político sobre una figura tan relevante como el Papa es un error.

-Le reformulo la pregunta: ¿está peleado con Bergoglio?

-No, para nada. Al contrario.

Críticas a la reforma penal

El debate por la reforma del Código Penal llegó a las encuestas. Según un estudio de Hugo Haime y Asociados, ligada a Sergio Massa, el 51% de los encuestados sostuvo que las penas que contempla el anteproyecto son más blandas. El 73% contestó, además, que los cambios al Código benefician a los delincuentes.