Entrevista de LA NACION con Jacob Frenkel, el nuevo asesor de Cavallo. "Sería una tragedia si se demora demasiado el pacto provincial"
Consideró un acierto el plan del Gobierno
La comunidad financiera debería aceptar el canje que propone la Argentina para no desatar un problema sistémico internacional y porque cualquier otra alternativa sería peor. La tajante definición corresponde al nuevo asesor del Gobierno en materia económica, Jacob Frenkel, que preside el banco de inversión Merrill Lynch International.
Tras reunirse en el exterior con importantes líderes económicos y en la Argentina con buena parte del gabinete de ministros, Frenkel dijo en una entrevista con LA NACION que el Gobierno acertó al enfocarse hacia la búsqueda del crecimiento y consideró que, más que compulsivo, el canje de deuda que promueve el Gobierno es ordenado y les dará mayor seguridad a los tenedores de bonos.
Antes de volver a su oficina en Londres, el prestigioso economista consideró que el acuerdo fiscal con las provincias no puede demorarse más.
-¿Qué opina de las nuevas medidas económicas del Gobierno?
-Por un largo tiempo las negociaciones de la Argentina con sus acreedores se focalizaron en el dinero que necesitaba el país, pero ahora se decidió cambiar la orientación y optar por la búsqueda del crecimiento sustentable.
No es un accidente que el primer elemento del plan sea reafirmar la convertibilidad, porque en los últimos meses hubo dudas en el mercado sobre la continuidad del régimen monetario, tal como se podía ver en la diferencia en las tasas en pesos y en dólares. La Argentina no va a perder su estabilidad; a los extranjeros les cuesta entender qué terrible es vivir en un país con hiperinflación; los argentinos lo saben y yo también, porque tuve que vivir un período similar y lograr la estabilización de precios. El segundo elemento del plan es la competitividad, el tercero el estímulo de la demanda y el último eje clave es reafirmar el compromiso con la solvencia fiscal.
Solamente en ese contexto hay que hablar del canje de la deuda. Si cualquier analista objetivo ve que el resto del mundo no crece y que el Gobierno logra la solvencia y mantiene el régimen monetario, debería entender que tiene que haber una reducción en los requerimientos del pago de la deuda. Esta decisión valida la realidad del mercado, que no cree que la deuda pueda ser pagada en forma completa.
La distinción clave que hay que hacer al respecto es si el proceso es ordenado o no; la Argentina decidió hacerlo en forma ordenada, mientras que Rusia lo hizo en forma desordenada y poco amistosa en 1998. Los nuevos bonos tendrán una tasa de interés menor, pero como el país contará con más recursos para el crecimiento, los nuevos bonos serán mucho más seguros que los viejos.
-¿Qué opina de los apoyos expresados por el G-7 y el FMI?
-La palabra clave es comprensión. Luego de una larga demora, la Argentina tomó su propia iniciativa para manejar el tema de la deuda y eso es muy importante antes de que las circunstancias la obligaran a hacerlo. Ahora hay asuntos importantes para instrumentar del programa, como el acuerdo fiscal con las provincias.
El dinero que el FMI ya se comprometió a desembolsar sólo llegará si estas negociaciones son exitosas. Se sabe que habrá acuerdo con los gobernadores en algún momento, pero sería una tragedia si se demora demasiado, porque lo que parece apropiado para ahora puede representar muy poco mañana.
-El mercado cree que éste será un canje compulsivo.
-Los términos deberían ser (canje) realista versus no realista, u ordenado versus desordenado. ¿Qué significa compulsivo? Si hoy lloviera, yo debería usar un paraguas; no sirve discutir sobre un mundo que no existe.
-¿Por qué los tenedores de bonos deberían aceptar este canje?
-Porque la alternativa es peor. Los tenedores saben que si la Argentina no crece, los bonos que tienen valdrán menos. La Argentina debe decir que quiere pagar, pero que tiene que crecer para hacerlo.
-¿La Argentina está en default?
-El default tiene muchos significados, legales y semánticos, entre otros. Sólo puedo decir que la Argentina quiere pagar el valor face de los bonos y que se cortará la tasa de interés para poder servir ese bono, más allá de las clasificaciones legales que esto signifique.
-¿Hay tiempo para instrumentar el nuevo plan?
-Si se reconoce que hay esfuerzos serios y que el resultado va a ser mejor para todos, entonces la Argentina tendrá tiempo. Si el mercado cree que el país pierde tiempo, entonces no.
-¿Qué otras señales necesita el país?
-La confianza es fundamental. Sé que muchos depositantes retiran sus colocaciones porque había temores sobre un cambio en el sistema monetario, pero con este plan no debería haber ninguna preocupación al respecto. Además, existían muchas dudas sobre la posibilidad de que el Gobierno tome las reservas del sistema financiero, pero sé que el Ministerio de Economía y el Banco Central están comprometidos a mantener la integridad del sistema bancario, porque entienden que de otro modo podrían lograr una ganancia de corto plazo que luego representaría una pérdida.
-¿Por qué la comunidad internacional debería ayudar de nuevo a la Argentina?
-No se busca dinero para que haga lo mismo, sino para apoyar un nuevo enfoque de política económica. En 1995, con la crisis del tequila, los capitales se fueron de México al Asia. En 1997, cuando la crisis llegó al Asia, volvieron a México, porque el país ya era diferente.
Por otro lado, lo que pase en la Argentina influirá sobre América latina y, a su vez, afectará al resto de los mercados emergentes. Como éste es un asunto sistémico, los países ricos y las entidades financieras internacionales deberían estar más interesados en ayudar.
-¿Qué tipo de apoyo externo espera?
-En esta etapa son muy importantes las expresiones de apoyo como las que emitieron el G-7 y del FMI el viernes. En segundo lugar, hay que demostrar que el programa con FMI está en marcha para que el organismo gire los 1300 millones de dólares del blindaje pendientes para diciembre y ponga a disposición los 3000 millones para avalar el canje. Una vez que estos pasos se den, los inversores privados comenzarán a ver mejor al país.
-¿Se pueden ahorrar 4000 millones de pesos en el pago de la deuda en 2002, como dijo el Gobierno?
-Eso es posible si el programa fiscal y económico se implementan.
-¿Puede haber garantías del Tesoro de los Estados Unidos?
-Aún no lo sé. Hasta ahora, la estrategia del Tesoro norteamericano ha sido afirmar que la ayuda se canaliza por medio del FMI.
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