Silencio oficial por el futuro de Righi
La Presidenta se mantuvo al margen ayer de las denuncias de Boudou en la Justicia que rozan al procurador
La presidenta Cristina Kirchner volvió ayer a guardar silencio y el gabinete en pleno buscaba pistas, aún indefinidas, sobre el futuro cercano del procurador general, Esteban Righi, tras la dura denuncia de Amado Boudou.
Quienes más conocen a Righi en la Casa Rosada sostienen que es un "cuadro político orgánico" y que se alejará del cargo apenas le hagan llegar el mensaje desde lo más alto del poder. Pero, al menos entre algunos ministros, anoche no se conocía cuál sería la determinación final de la Presidenta sobre el futuro del jefe de los fiscales, que fue nombrado por Néstor Kirchner.
"Si le mandan un mensaje directo va a renunciar", describió a LA NACION una fuente de buen diálogo con Righi. El cerco parece cerrarse alrededor del procurador si, tal como indican allegados al vicepresidente, la jefa del Estado decidió y está detrás de cada una de las acciones que realizó Boudou desde que estalló el escándalo Ciccone.
Ayer, en Balcarce 50 había conmoción por la denuncia que presentó el vicepresidente en la Justicia contra el estudio de abogados fundado por Righi, hoy manejado por su esposa y su hijo. Es que en el escrito Boudou les puso nombre y apellido a las dos letradas que había cuestionado públicamente el jueves pasado. Una de ellas, que según la denuncia incurrió en tráfico de influencia, era Ana García, la esposa del procurador.
"La acusación no se le ocurrió a Amado de la nada", insisten sus colaboradores, que dicen tener el visto bueno de Cristina. Pero la Presidenta, hasta ahora, calló. Eso sí: al menos desde el jueves y hasta ayer dejó hacer.
En medio del mutismo del gabinete y de la jefa del Estado, Boudou pasó ayer por la Casa Rosada, por la mañana, sin fotógrafos ni cámaras de televisión de por medio. No hubo información oficial de sus encuentros. Fuentes oficiales recordaron que su paso por Balcarce 50 es una rutina habitual y que en esas recorridas suele ver al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el más explícito de los ministros en salir a apoyarlo.
Después de dejar la Casa Rosada, Boudou pasó por el despacho del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y se fue al Senado, donde estuvo toda la tarde. No participó del único acto público de la Presidenta, ayer, a las 20, en la presentación de los nuevos modelos de la empresa Fiat en la explanada de la calle Rivadavia.
"Por ahora no sabemos hasta dónde quiere llegar Cristina con Righi", insistía anoche una fuente del gabinete ante LA NACION sobre el verdadero interés de la Presidenta en provocar la salida del procurador, envuelto desde el jueves en el escándalo Ciccone tras la denuncia de Boudou.
Según establece la Constitución, la permanencia en el cargo del procurador se puede interrumpir sólo mediante la destitución por juicio político en el Congreso, una instancia que está descartada en Balcarce 50. Quienes conocen la relación de la Presidenta con Righi sostienen que siempre fue muy buena y que la jefa del Estado no lo expondrá a tal circunstancia. La opción sería que él mismo renuncie. Pero nadie conocía con precisión el pensamiento presidencial.
Mientras tanto, Boudou se muestra hiperactivo. Ayer presentó la denuncia judicial tanto contra el estudio de Righi como contra el presidente de la Bolsa, Adelmo Gabbi. Según contaron ayer sus allegados, la próxima etapa en la Justicia será avanzar contra el juez que lo investiga, Daniel Rafecas, el principal destinatario de sus críticas de la semana pasada.
A su lado describieron que el vicepresidente esperará que avance primero el Consejo de la Magistratura. "Esperamos alguna reacción de Rafecas para determinar cómo seguimos. Todo indica que se pedirá la recusación del juez", apuntaron.
Hoy Boudou podría verse con Cristina, en un acto que tendrá la Presidenta, a las 18, en la Casa Rosada, el primero después de que saliera con dureza a cuestionar a Righi.
Expectativas por un acto presidencial
La Casa Rosada convocó ayer a un nutrido grupo de empresarios para un acto. La convocatoria es para hoy, a las 18, en el salón Mujeres del Bicentenario. La excusa del encuentro es el anuncio de una nueva línea de créditos, pero el acto se hará en medio de los rumores de una intervención en YPF.
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