El nuevo escenario: incesantes negociaciones en todos los frentes para alcanzar consenso. Sin anuncios en otro día complicado
El Gobierno no logró el acuerdo con los gobernadores para dar sustento al paquete de medidas; hoy se sabrá cuándo se anuncia
El presidente Fernando de la Rúa fracasó nuevamente ayer en su búsqueda de un gran acuerdo nacional con los gobernadores del PJ y de la Alianza para conseguir la reestructuración de la deuda pública y anunciar las nuevas medidas económicas de reactivación y aliento al consumo.
"El anuncio de las medidas no se va a producir hasta tanto esté cerrado el acuerdo con los gobernadores", dijo anoche el vocero del Gobierno, Juan Pablo Baylac.
"Sin este acuerdo (con los gobernadores) no se puede disparar las medidas planeadas porque es una parte sustancial del plan del gobierno para reactivar la economía", indicó Baylac en declaraciones a los periodistas en la Casa Rosada.
Al retirarse de la Casa de Gobierno, terminada la jornada, De la Rúa dijo anoche que "lo importante es el intercambio de opiniones" y afirmó que quiere lanzar las medidas "bajo el signo de la participación".
Sólo agregó que "mañana (por hoy)" el Gobierno "va a decir en qué momento" anunciará las medidas. Será, dijo, "en el más breve tiempo posible".
La demora en los anuncios determinó una nueva jornada complicada en los mercados: éstos comenzaron en alza, oscilaron durante todo el día al ritmo de la incertidumbre general y cerraron en tendencia alcista, aunque el riesgo país continuaba en las nubes.
Por la Casa Rosada habían desfilado los principales gobernadores del PJ y de la Alianza, los líderes de la CGT y los jefes de los bloques parlamentarios. Las reuniones incluyeron momentos de mucha tensión (entre ellos una escena de furia y gritos del gobernador radical Angel Rozas, sobre la que se informa por separado).
Pero las conversaciones se trabaron en la resistencia de todas las provincias a que la Nación les pague sus deudas por los envíos de coparticipación de este año con Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop) y no con dinero efectivo. Los gobernadores exigen el pago de estas deudas para continuar conversando sobre las de 2002.
Los gobernadores de la Alianza se retiraron en masa, enojados, de la reunión con el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y el ministro del Interior, Ramón Mestre. La pelea se basó en la acusación de que el Gobierno había enviado dinero al gobernador peronista de Buenos Aires, y se lo negaba a las provincias de gobiernos propios.
Ruckauf
Consultado por LA NACION, Ruckauf dijo que "lo que hizo la Nacion fue prestarle (no darle) a Buenos Aires 65 millones para cubrir un vencimiento de Eurobonos, pero la Nación le debe 734 millones a la provincia".
Señaló que la operación se realizó mediante pases (préstamos) del Banco Central al Banco de la Provincia de Buenos Aires y a bancos acreedores. En Economía, informaron que la decisión de ayudar a Ruckauf no fue de Cavallo, sino del mismo presidente De la Rúa.
"El Gobierno está provocando que las provincias no podamos pagar sueldos, jubilaciones y proveedores", dijo a LA NACION un allegado a Ruckauf.
Según el último pacto fiscal, la Nacion le debe enviar un piso de 1364 millones de pesos por mes a todas las provincias por coparticipación. Por la ley de déficit cero y la falta de crédito, Economía no puede cumplir ese piso y adeuda más de 500 millones.
Se prevé también que ante las bajas recaudaciones, los gobernadores deben aceptar un recorte del 13% en en la coparticipación de 2002, lo que resisten las provincias, las que reclaman, sin éxito ante Cavallo, que la Nación también pague parte de sus compromisos con Lecop.
"Si sólo nosotros recibimos Lecop somos de segunda categoría, queremos una cooperación entre la Nación y las provincias", dijo una fuente allegada a uno de los gobernadores.
En cambio, los gobernadores podrían aceptar poner en garantía la recaudación del impuesto al cheque como contraprestación para reestructurar la deuda pública global, en el acuerdo con el FMI. "Primero que paguen, después tenemos buena voluntad para conversar", dijo Ruckauf a LA NACION.
Ruckauf, De la Sota y los gobernadores de Santa Fe, Carlos Reutemann, de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa, y de La Pampa, Rubén Marín, los más permeables al acuerdo, también se fueron insatisfechos del Gobierno, luego de almorzar por tres horas con De la Rúa, Colombo, Cavallo, el secretario general, Nicolás Gallo, y el ministro de Infraestructura, Carlos Bastos.
El Presidente les comentó muy vagamente los ejes de las nuevas medidas, pero se negó a darle precisiones. Cada vez que un gobernador le pedía detalles del nuevo paquete, el jefe del Estado le prometía "que los convocaría en el futuro" para ese tipo de precisiones.
El Presidente prefirió concentrar la charla sobre el problema de las inundaciones. La principal traba surgió, también aquí, con el pago en bonos Lecop a las provincias. "Negociar con vos es lo mismo que con Cavallo sólo que con más pelo", le dijo Ruckauf a Colombo. En la Casa Rosada intentaron interpretarlo como una broma.
"Los gobernadores manifestaron en todo momento la voluntad de llegar a un acuerdo", dijo anoche Baylac, pese a las evidencias en contrario. Ese acuerdo es fundamental para que el FMI apruebe la operación de reestructuración de la deuda pública, y anunciar así las medidas.
Anoche, pasadas las 22, Colombo envió un nuevo borrador de acuerdo a los gobernadores peronistas reunidos en el CFI, supuestamente consensuado con los mandatarios aliancistas. El debate seguirá hoy.
El ministro de Trabajo, José Gabriel Dumón, sintetizó anoche en una frase el resultado de la jornada: "Las medidas no las va a anunciar (el presidente De la Rúa) hoy porque se le ha ido el día".
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