Sin definiciones frente al presupuesto, los gobernadores del PJ apelaron al discurso de la unidad
O la marcha atrás de la Casa Rosada con el aumento del gas los dejó sin tribuna desde la cual plantarse, o no pudieron encontrar una estrategia común de cara a la votación del presupuesto 2019. Lo cierto es que los once gobernadores y vicegobernadores del PJ que se reunieron en la Capital abandonaron la Casa de Tucumán echando mano del salvavidas discursivo al que apela el peronismo cuando le falta un norte: el llamado a la unidad de todos los sectores.
No hubo más definiciones que ese pedido de unidad, salvo quizá la buena convocatoria lograda por el tucumano Juan Manzur . Por orden de llegada, por la Casa de Tucumán se asomaron los gobernadores Mariano Arcioni (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Casas (La Rioja) y Sergio Uñac (San Juan).
También estuvieron los vicegobernadores Daniel Capitanich (Chaco), Pablo González (Santa Cruz) y Néstor Bosetti (La Rioja).
La presencia de Uñac, que a diferencia del resto no venía participando en las reuniones del Consejo Federal de Inversiones (CFI), puede contarse como un punto en favor de esa unidad buscada. Lo mismo que Arcioni, luego de que postulara a la presidencia a Sergio Massa , integrante de otro subgrupo dentro del peronismo: el de la foto que compartió con Juan Manuel Urtubey (Salta), Juan Schiaretti (Córdoba) y el senador Miguel Pichetto .
Tras la reunión, Manzur, que tiene buen vínculo con Massa, pero mala relación con Urtubey y choca con Schiaretti por la representación de los gobernadores, los disculpó por su ausencia y los llenó de elogios. También dijo que había cruzado llamados y augurios con Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Lucía Corpacci (Catamarca).
Urtubey recibió al santafesino Miguel Lifschitz , con quien firmó un convenio para utilizar biodiésel en el transporte salteño.
Uno de los pocos avances, en términos operativos, fue que los mandatarios acordaron juntarse una vez por semana en la Capital, con la mira puesta en la discusión presupuestaria y lo que vendrá. El próximo encuentro será el miércoles 24, en la Casa de Chaco.
Es el mismo día que el Gobierno espera aprobar en Diputados el proyecto de presupuesto 2019. Los gobernadores no comparten esa urgencia. "¿Para qué apurarse tanto? Hay que ser más prudentes. Ya con este presupuesto 2018 le erraron bastante, ¿no?", advirtió uno de los mandatarios que hasta hace poco aparecía como un apoyo seguro para el presupuesto de Cambiemos.
Diferencias por los recursos
Esa discusión presupuestaria divide aguas entre los mandatarios que se congregaron. Algunos, como Rodríguez Saá, Alicia Kirchner y Gildo Insfrán , comparten la intención, anunciada por el PJ nacional y por Unidad Ciudadana, de exigirle al Gobierno que retire el proyecto existente y haga un nuevo presupuesto, de cero, que contemple los cambios surgidos del nuevo acuerdo con el FMI .
Ninguno de los tres firmó la adenda al Pacto Fiscal. Tampoco lo hizo Arcioni, de Chubut, aunque está entre quienes cree que Mauricio Macri debe, al final, contar con la herramienta presupuestaria.
Otros gobernadores más moderados, como el propio Manzur, Uñac y el chaqueño Domingo Peppo, se contaban entre los que iban a terminar sumando los votos de sus legisladores a los de Cambiemos, después de negociar obras y retoques en el proyecto.
Parecen seguir en el mismo barco, pero están cada vez más molestos con un Cambiemos que no los "ayuda a ayudarlo": tanto por tomar medidas impopulares como el aumento del gas como por las fuertes internas que dividen al propio oficialismo. "Si ellos mismos no se pueden poner de acuerdo, imagínense nosotros", señaló uno de los gobernadores peronistas.
Casi todos, además, conviven con una realidad inquietante en sus distritos. Ese mismo presidente al que no quieren "obstaculizar en medio de la crisis" se hunde en las encuestas, mientras Cristina Kirchner , a la que quieren incluir en el armado electoral de 2019, pero que preferirían no ver otra vez en el poder, gana popularidad.
Cuando terminó la reunión, Manzur buscó capitalizar la marcha atrás del aumento del gas anunciada por el Gobierno. Sostuvo que fue una respuesta a la fuerte oposición transmitida por los gobernadores. Pero lo cierto es que la reunión tenía dos metas claras: unificar una postura frente al presupuesto y sumar presencias al acto que Manzur liderará el 17 de octubre en Tucumán.
El primero de los objetivos está lejos de madurar. El segundo se desinfló: solo Casas, Corpacci y el vicegobernador de Santiago del Estero, José Neder, habrían confirmado su presencia en Tucumán, donde sí están anotadas varias figuras del sindicalismo.
El resto de los gobernadores se quedará en sus distritos, más aún luego de que el sindicalista Luis Barrionuevo, uno de los que viajará a Tucumán, definió el encuentro como una expresión del PJ no K.
Uno por uno, a medida que dejaban la Casa de Tucumán, los gobernadores repitieron el llamado a la unidad del peronismo. Pero ninguno pudo encontrarle una aplicación concreta a esa proclama. Al final, uno concedió: "¿Unidad de qué? Unidad de pensamiento. No aspiramos a mucho más por ahora".
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