El Gobierno deja la puerta abierta para que Bolsonaro esté en el G-20
Ni las declaraciones del futuro ministro de Economía, Paulo Guedes, para quien "el Mercosur no será prioridad" ni los rumores sobre una eventual primera visita a Chile modificaron la posición dialoguista del Gobierno en relación con Jair Bolsonaro , presidente electo de Brasil que asumirá su cargo el 1° de enero del año que viene.
El canciller Jorge Faurie relativizó las versiones que daban por seguro que Bolsonaro llegaría a Chile antes que a la Argentina. Y no solo eso: no descartó en público que el presidente electo llegue al país acompañando al presidente actual, Michel Temer , el último fin de semana de noviembre, para la reunión del G-20 .
"Es un titular de prensa, esto no está para nada establecido. No está dicho hacia dónde va a ir el presidente Bolsonaro a partir de que asuma su mandato. Hoy dijo claramente que tiene por delante una etapa de recuperación de su salud, que tiene que hacerse una nueva intervención producto del atentado que sufrió, y la recuperación lo lleva prácticamente a las fiestas de fin de año", dijo el canciller luego de la reunión de gabinete encabezada por el presidente Mauricio Macri en Casa Rosada. "No importa hacia dónde va en primer lugar, sino el grado de integración y diálogo que tengamos los gobiernos", enfatizó Faurie, que discutió con Macri y el resto de los ministros los resultados de la elección en Brasil.
¿Llegará Bolsonaro junto a Temer, a fines del mes próximo? "El país anfitrión invita a los países, y cada uno de ellos decide cómo conforma su delegación", dijo el canciller ante una pregunta de LA NACION. Fuera de micrófono, fuentes de la Cancillería vislumbraron como "muy difícil" que Temer quiera ceder protagonismo en sus últimos días como presidente de Brasil invitando a Bolsonaro a acompañarlo a la cumbre de presidentes de los países más industrializados del planeta. "Sería raro que lo hicieran, no se acostumbra que lo hagan. Los presidentes salientes suelen usar esos foros como plataforma de despedida de la escena internacional", afirmaron desde el Gobierno. Se referían a Bolsonaro, pero también al mexicano Andrés Manuel López Obrador, que asumirá la presidencia el 1° de diciembre, un día después del final de la reunión del G-20 y cuya presencia también está en duda.
Un rato después de la conferencia de prensa, nuevas declaraciones de Guedes -en las que fue menos agresivo y hasta aclaró que no quiso "desmerecer" a la Argentina- trajeron tranquilidad a la Cancillería y a la Casa Rosada. ¿Hubo alguna gestión para acercar posiciones? Desde la diplomacia argentina lo negaron. "No se hizo nada, debe haber sido una reacción interna al revuelo que causaron sus declaraciones. Recién acaban de ganar y tienen un nivel de desorganización importante. Por eso no nos preocupa mayormente lo que digan hasta que se acomoden a la nueva realidad", afirmó una fuente cercana al canciller. Del mismo modo relativizaron las palabras del diputado Onyx Lorenzoni, miembro de la mesa chica del exmilitar, quien dio por hecho que se romperá la vieja tradición, y que no sería la Argentina el primer país visitado, sino "Chile y los Estados Unidos". "Es muy cercano a Bolsonaro, pero hay que dejar que todo se asiente", agregó la fuente. El mismo mensaje había transmitido Faurie a los diputados de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja.
Más allá de las idas y venidas, el Gobierno apuesta a que el vínculo entre ambos países se dé de manera fluida. Dan como ejemplos las dos charlas sostenidas por el presidente Macri y Bolsonaro, la primera luego del ballottage y la segunda, en la noche del domingo, en la que el Presidente invitó al flamante ganador a visitar la Argentina. "Bolsonaro se deshace en elogios hacia el Presidente, no habrá problemas en afianzar ese vínculo", prometieron desde Balcarce 50 y la Cancillería.
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