Sin Cristina, el PJ se mostró dividido
En un 17 de octubre atípico, el kirchnerismo realizó una movilización sin oradores en la Plaza de Mayo, mientras Scioli hizo un raid por distintos eventos, incluyendo un encuentro de gobernadores en Santa Fe; Massa y Moyano también hicieron sus actos
Fue un 17 de octubre atípico. Sin Cristina Kirchner, el peronismo celebró su fecha más importante del calendario partidario disperso, con múltiples actos y en plena campaña electoral, teñida por el episodio de salud de la Presidenta.
El máximo contraste se dio en el interior del oficialismo. Mientras la militancia del kirchnerismo duro se congregó en la Plaza de Mayo, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, copó la escena del Día de la Lealtad con varias apariciones, recostado en mandatarios provinciales y el jefe de la CGT, Antonio Caló.
Después de varios cortocircuitos, la estrategia de Balcarce 50 fue coordinar una convocatoria que había surgido del conglomerado Unidos y Organizados de manera inorgánica. Así, se acordó una modalidad inédita: una manifestación sin oradores fijos ni protagonistas centrales, que contó con funcionarios y legisladores perdidos entre la multitud, en una idea de horizontalidad absoluta, que agigantó la gran ausencia de la Presidenta.
Se destacó, de a pie, Amado Boudou, a cargo del Poder Ejecutivo, con un cartel celeste que decía "Lealtad a Cristina". Su papel, mientras dure la licencia médica, quedó reducido a una tarea netamente protocolar y, puertas adentro del gabinete, hubo resistencia a que asumiera una misión de más alto perfil.
"No hay divisiones, nos complementamos", aclaró Scioli, ante una consulta de LA NACION. Con su rol institucional al frente del PJ, cargo heredado después del fallecimiento de Néstor Kirchner, el gobernador cumplió ayer una hoja de ruta cronometrada: apareció en cinco actos, cuatro de ellos en el conurbano, y el último, en Santa Fe. Allí, compartió la mesa central con los mandatarios de Salta, Juan Manuel Urtubey, y de Entre Ríos, Sergio Urribarri, uno de los dirigentes del paladar del cristinismo para dar pelea en 2015. El acto fue convocado por el instituto Gestar, apadrinado por el sanjuanino José Luis Gioja, en recuperación después del trágico accidente con su helicóptero (ver página 7).
En sus alocuciones, Scioli insistió en la defensa del modelo económico, reclamó redoblar esfuerzos para "lo que falta" y llamó a votar a las listas del Frente para la Victoria. "Hay que cuidar lo logrado", pidió Scioli, en el teatro Roma, de Avellaneda, acompañado por el candidato a diputado Martín Insaurralde.
El jefe comunal de Lomas de Zamora tuvo, en paralelo, intervenciones ante la tribuna peronista. En su discurso, pidió el apoyo en las urnas y criticó, sin mencionarlo, a su rival, Sergio Massa. "Hay dirigentes de la oposición que hacen propuestas improvisadas todos los días. Para nosotros no hay que cambiar todo, eso forma parte del pasado, de destruir la patria", sostuvo, desde un atril embanderado con el escudo del PJ.
Al mediodía, en simultáneo, un grupo de dirigentes bonaerenses peregrinó a la histórica quinta de San Vicente, donde descansan los restos de Perón. Allí, descubrieron una placa homenaje, en un acto encabezado por el diputado Carlos Kunkel que contó con la presencia del dirigente partidario Lorenzo Pepe, legisladores bonaerenses y una tropa de intendentes.
El festejo massista
El peronismo opositor al Gobierno también tuvo su celebración. El líder del Frente Renovador exhibió una buscada imagen con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y el ex gobernador santafecino Carlos Reutemann en la localidad de Rojas, en el interior bonaerense. "Los que pensamos distinto nos podemos juntar, aprender y trabajar juntos, compartir ideas y ponernos objetivos a futuro", sentenció Massa, que optó por mostrarse con jefes comunales jóvenes y de distinto origen partidario. Fue un gesto de "apertura" y, además, un guiño hacia el sector agropecuario, en el último tramo de la gira proselitista. Más tarde, el intendente de Tigre encabezó un acto de sello peronista en Almirante Brown, tierra comandada por Darío Guistozzi, el principal aliado en la poderosa tercera sección electoral.
Como figura encumbrada del sindicalismo opositor, Hugo Moyano encabezó un acto en la CGT Azopardo, al movilizar a las calles a su militancia camionera. Sin medias tintas, acusó al Gobierno de haber dividido al Partido Justicialista y al movimiento obrero. A pocas cuadras, en la Plaza de Mayo, comenzaban a arribar los militantes que iban a rendir tributo con carteles de "Fuerza Cristina".
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