Sin las bebidas alcohólicas, el fisco dejará de percibir $ 6200 millones
El vino, el champagne y la cerveza quedarán con la carga fiscal actual; espirituosas y azucaradas, las excepciones
Marcha atrás real o juego de ajedrez. Sólo una semana después de presentar en público la reforma tributaria, el Gobierno anunció varios cambios en su propuesta, cuya letra chica comenzará a debatirse desde el lunes en el Congreso.
Las modificaciones avaladas fueron sobre aquellas iniciativas que más ruido generaron en los últimos días: los impuestos internos. Esos cambios se harán a la vez sobre números prácticamente residuales si se mira la reforma integralmente. Justamente es por eso que varios dicen por lo bajo que las subas de impuestos internos siempre fueron para el oficialismo un anzuelo con el fin de comprometer a gobernadores y empresarios privados -frente a la opinión pública- con el "reformismo permanente".
"Hubiese preferido que esto no pase, pero si tengo que ceder estoy contento con haber cedido esto", admitió a LA NACION uno de los arquitectos del paquete impositivo.
Ayer, el Ministerio de Hacienda informó que el impuesto interno al vino, que iba a ser de 10% si se aprobaba la iniciativa oficial, no se aplicará. La bebida seguirá sin pagar. Lo mismo pasará con los espumosos y el champagne, que iban a ser gravados con un 17% de manera gradual. Eso ya no pasará. Con el objetivo de no discriminar entre las alcohólicas, por lo menos en parte, la cerveza, que vería aumentar su alícuota de 8% a 17%, no tendrá incrementos. Pagará el 8%. En los anales quedarán las justificaciones basadas en la Organización Mundial de la Salud para subir estos gravámenes, mientras el agua paga el 4 por ciento.
Por los cambios, festejados por el sector y los gobernadores de provincias vitivinícolas, el Gobierno resignará ingresos previstos por $ 6200 millones por año, según fuentes oficiales. Se trata de menos del 0,1% del PBI. La reforma espera bajar la presión impositiva en un 1,5% del PBI. La mitad de esos ingresos previstos eran, a su vez, coparticipables.
Parte de esos ingresos, indicaron en el Gobierno, podrán ser compensados dentro del equilibrio fiscal por una rebaja más gradual en la alícuota de los impuestos internos para la producción de celulares, televisores y monitores, entre otros productos electrónicos. La eliminación del interno era un intento de equiparar las producciones de Tierra del Fuego con aquellas producidas en el continente. Furiosa, la gobernadora de la isla, Rosana Bertone, había profetizado la "disolución de la provincia". "Entendemos que modificarán la propuesta. Estamos trabajando fuertemente en competitividad, pero es un trabajo que involucra a la Nación, la provincia, los gremios y desde ya, a las empresas, como también los comercializadores", contaron a LA NACION desde Tierra del Fuego.
Quienes ayer no quedaron conformes fueron las empresas de bebidas espirituosas (por ejemplo, el fernet y el vermú). Tampoco los productores de bebidas azucaradas. Pedimos "igualdad de tratamiento para todos, si hay reducciones o gradualidad deberían alcanzar a todas las bebidas con alcohol sin excepción", dijeron desde la Federación Argentina de la Industria de Bebidas Espirituosas (Faiba) a través de un comunicado. "Esto es discriminación a las bebidas espirituosas, cuando sólo aportan el 13% del alcohol. Esto implica más falsificación y contrabando", criticó ante LA NACION Guillermo Padilla, presidente de Faiba. El pedido fue similar desde la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol. "La eliminación del impuesto interno al vino, al champagne y a la cerveza, y el incremento de impuestos sólo a las bebidas sin alcohol azucaradas son medidas claramente discriminatorias contra las economías regionales de doce provincias productoras de insumos como azúcar y jugos de frutas".
Más leídas de Política
"La oferta de China era mejor". Fuertes críticas del kirchnerismo a la política militar y a la compra de los F-16
Trastienda. Senado: un aumento de dietas con el que “casi todos” estuvieron de acuerdo
"Ahora fingen demencia”. Di Tullio desmintió a los senadores que niegan haber aprobado la suba de sus sueldos y dio detalles de la votación