Congreso de la UCR bonaerense. Stolbizer fustigó a radicales "rebeldes"
La titular del Comité Provincia objetó a los intendentes que buscan armar alianzas
MAR DEL PLATA.- La segunda y última jornada del congreso provincial del radicalismo que se celebra en esta ciudad fue escenario de nuevas críticas hacia los "intendentes rebeldes" que desde Olavarría, hace dos meses, cuestionaron duramente a los dirigentes de la UCR bonaerense, mientras en las conclusiones del encuentro se reclamó renovación de las prácticas políticas, democratización en la toma de decisiones partidarias y dar respuesta a los problemas de la gente.
"No voy a tolerar las amenazas de ruptura del oportunismo que ya nos traicionó hace un año, cuando todos ustedes transpiraban militando la causa del radicalismo y ellos se fotografiaban con cualquier candidato de otros partido", expresó la diputada Margarita Stolbizer, encargada del cierre del encuentro.
Se trató, en rigor, de un directo mensaje para fustigar al grupo encabezado por los intendentes de San Isidro, Gustavo Posse; de Vicente López, Enrique "Japonés" García, y de Pergamino, Héctor "Cachi"Gutiérrez, quienes el 28 del actual tendrán su encuentro paralelo con el fin de armar un espacio provincial propio.
Con los aplausos de unos mil dirigentes y militantes de todo el distrito, la presidenta del Comité Provincia acusó a los intendentes rebeldes de buscar alianzas con fuerzas antagónicas a la doctrina radical, como Recrear, con fines electoralistas y con la intención de abandonar al partido en su peor crisis.
Desde Olavarría, el senador provincial José Eseverri, hijo del intendente local -ambos fundadores del grupo "rebelde"- había dicho anteayer a LA NACION que no asistirían a este encuentro porque el partido no había recibido su planteo "de un radicalismo convocante de otras fuerzas políticas", y de renovación interna. Sus mayores críticas son hacia los líderes de las dos principales corrientes de la UCR bonaerense: Federico Storani (Corriente de Opinión Nacional-CON) y Leopoldo Moreau (Movimiento por la Democracia Social-Modeso)
De esta manera, el congreso radical, donde se debatió cómo actualizar la doctrina partidaria, se convirtió en un foro amplificador de la crisis desatada con el grupo de Posse.
"Se andan ofreciendo al mejor postor", los atacó Storani, que acusó al intendente de Pergamino de intentar acercamientos a los "transversales" del kirchnerismo. Además, destacó que muchos de los dirigentes de segunda línea supuestamente enrolados detrás de Posse, hayan estado en el congreso realizado aquí.
Coherencia
"Nos atacan por defender nuestra coherencia, ellos que en 2003 votaron a Rodríguez Saá y a Felipe Solá", se defendió Moreau ante la consulta de LA NACION.
Sin embargo, tanto Moreau como Storani mantuvieron bajo perfil en el congreso, conscientes de que aquí hubo un fuerte reclamo de renovación partidaria y dirigencial.
Mientras arreciaba esta puja verbal entre los jefes radicales, el millar de dirigentes y militantes presentes analizaron el documento base elaborado por el comité provincia, y que procurará aportar la visión bonaerense al congreso doctrinario que la UCR a pleno mantendrá en octubre próximo, y votaron en un plenario qué modificaciones incorporarle.
Uno de los temas más escuchados durante el fin de semana, con miras a lograr un radicalismo acorde al país actual, fue, paradójicamente, abandonar el fuerte internismo partidario y generar propuestas que ayuden a resolver los problemas de la gente.
Con el concepto de "ética de la solidaridad", se propuso consagrar la libertad y la igualdad no como principios abstractos, sino vinculadas a los derechos básicos del ciudadano, como la salud, la educación, la seguridad y el empleo.
En este punto, culparon al PJ "por la pobreza y la desigualdad en el distrito que gobierna hace 17 años" y se propusieron constituirse en una alternativa de poder al oficialismo, rescatando la gestión de los 46 intendentes radicales que gobiernan en el distrito.
En un documento muy autocrítico, la UCR admitió que "no funciona hoy como partido nacional, sino como una confederación de partidos provinciales" y pidió renovación de las prácticas políticas y mayor participación en las decisiones de la dirigencia.
"El problema del partido es ideológico y de conducta; sin las ideas, no se nos entenderá, sin la conducta, no se nos creerá", dijo Moisés Lebensohn, que presidió el encuentro. Un congreso que sirvió para sincerar las crisis y reclamos del vapuleado radicalismo.