Scioli dio pistas. Stornelli, ministro de seguridad bonaerense
El fiscal federal pasará a la política
La primera definición decisiva de Daniel Scioli en la provincia más insegura del país es el nombre de su futuro ministro de Seguridad. Si el vicepresidente gana las elecciones para gobernador bonaerense, el 28 de octubre próximo, ese cargo lo ocupará Carlos Stornelli, actual fiscal federal, que dejará la función judicial y pasará a la política.
“El nombre está definido y acordado entre Scioli y Stornelli, pero no habrá anuncios hasta después de las elecciones. Ahora estamos en la campaña”, dijo ayer a La Nacion una fuente muy allegada a Scioli.
El vicepresidente, en cambio, no quiso confirmarlo oficialmente a La Nacion, pero dio varias pistas. Exaltó la figura de Stornelli y admitió que trabaja con él en esos programas. “Me gustaría contar con una persona como él, con sus valores y su coraje”, señaló Scioli a este diario.
Sin embargo, advirtió que “no habrá ministro” hasta después de las elecciones. “Primero la campaña, después los comicios”, dijo el candidato a gobernador bonaerense apadrinado por el presidente Néstor Kirchner.
Obligado a cumplir con formalidades, el vicepresidente evitó confirmaciones anticipadas de una noticia que había sido adelantada por LA NACION en su edición del 14 de mayo.
El fiscal Stornelli suele aclarar que desembarca en la política como un técnico y convocó a dos fiscales federales de su máxima confianza para que lo secundaran: uno será Martín López Perrando, que sería secretario de Seguridad, y el otro, Paul Starc, ocuparía la Subsecretaría de Investigaciones.
El fiscal espera que su decisión desate polémicas. Podría interpretarse que el Gobierno consumará un operativo político para apartar a un fiscal con fama de severo en causas complejas como el caso Skanska, la manipulación de datos del Indec, y la de las obras sociales sindicales, entre otras.
Pero Stornelli considera que todos esos casos están encaminados. Y que su curso no dependerá de él. O que, en el mejor de los casos, será reemplazado por fiscales de la misma idoneidad. Busca encarar otra etapa en su carrera.
Quienes participaron de esas conversaciones preliminares aseguraron a LA NACION que el plan de lucha contra el delito de Scioli y Stornelli se fundamentará en una profunda reforma y revalorización de la policía bonaerense, la piedra angular de la lucha contra el delito.
"Tendrá como primer objetivo la inclusión de la policía a la acción política del gobierno provincial", dijo un allegado a Scioli.
Los hombres del equipo técnico de Scioli dicen que continuarán con la reforma judicial y de seguridad que comenzó el actual ministro provincial del área, León Arslanian.
Pero en ese círculo no desconocen que las depuraciones infructuosas de la policía bonaerense alejaron a los uniformados del poder político y que, en algunos casos, generaron problemas mayores de los que se buscaron resolver.
"Esto intentaremos revertir, hay que sumar a la policía a la reforma judicial", deslizan en las cercanías del vicepresidente.
También se analizaron las debilidades del actual sistema jurídico de procedimientos penales, que confieren un extremo margen de garantías a las bandas de delincuentes bonaerenses. Pero eso por ahora no se abordará.
Tras el anticipo de LA NACION, en mayo, Scioli y Stornelli negaron su acercamiento.
Sin embargo, días después, en medio del caso Skanska, por sobornos en gasoductos, Kirchner despidió por decreto a dos funcionarios subalternos del ministro de Planificación, Julio De Vido (Fulvio Madaro y Néstor Ulloa), en virtud de que Stornelli le había anticipado al ministro del Interior, Aníbal Fernández, que los convocaría a declarar como indagados.
Por escrito
En el decreto de mediados de mayo se hizo constar ese diálogo entre Stornelli y Fernández. Se señaló allí que el fiscal le había dicho al ministro: "A Madaro y a Ulloa me los llevo puestos". Antes de que eso ocurriera, los echó Kirchner.
Aun así, Scioli y Stornelli siguieron negando su acercamiento, más allá de reconocer conversaciones informales.
Scioli fue cauto ayer, pero no lo desmintió ante la consulta de LA NACION. "No hay ministro ni secretario hasta después de las elecciones y de la campaña", dijo. "Pero tengo la mejor consideración de Stornelli, me gustaría contar con un hombre de sus valores, decisiones, coraje, autoridad, alguien de sus características. No hablé con él, porque él tiene sus responsabilidades", agregó.
Lo que aún no está claro es cómo caerá esa decisión en el gobierno nacional, donde Stornelli no es considerado precisamente un hombre de confianza.
El elenco
El gabinete de Scioli se va configurando. Daniel Katz, intendente de Mar del Plata, quedaría confirmado como ministro de Infraestructura; Santiago Montoya sería confirmado en Ingresos Públicos; Rafael Perelmiter, Carlos Fernández o Carlos Mosse irían a Economía.
También está cerca de confirmarse que Alberto Pérez sería el jefe de gabinete; Mario Oporto iría al Ministerio de Educación; Débora Giorgi, a Asuntos Internacionales, y José Scioli, hermano del vicepresidente, sería el secretario general de la Gobernación.
El resto se repartiría entre Lía María (Espacio Público), Daniel Arroyo (Desarrollo Humano), Joaquín Da Rocha (Justicia), Mario "Pacho" O Donnell (Cultura) y Fernando Vilella (Asuntos Agrarios), según las fuentes allegadas al vicepresidente.
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