Por la marcha gremial contra el FMI. Suma cautela en el Episcopado
Precisiones: la carta de Primatesta a Moyano fue entendida por muchos prelados como una iniciativa personal.
La postura del cardenal Raúl Primatesta, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, de acompañar la protesta de la CGT disidente contra el Fondo Monetario no despertó entusiasmo en varios medios del Episcopado consultados, sino reacciones de cierta sorpresa, prudencia y distancia, que evitaron hacerse públicas por el ascendiente que tiene el purpurado.
El agobiante peso de la deuda externa y la gravedad de la situación social son problemas que inquietan a los obispos, que los palpan de cerca en su trato con la gente, pero ello no implica coincidir en la oportunidad o la conveniencia de la estrategia asumida.
El cardenal Primatesta, veterano conductor de Pastoral Social, reelegido en noviembre último, respondió a una carta del secretario de la CGT disidente, Hugo Moyano, señalando que la inquietud sindical "coincide con el pedido del Santo Padre en su reclamo continuo de un reordenamiento y reforma del FMI y de la banca mundial". Y designó a su colaborador Guillermo García Caliendo, secretario de la comisión, para asistir a la marcha como "observador".
Hace sólo diez días concluyó la asamblea de los obispos y allí no se trató el tema dela deuda externa. Y la comisión de Pastoral Social no se reunió para debatirlo en estos días.
"Entiendo que fue una iniciativa puramente personal del cardenal", respondió ayer al ser consultado por La Nacion el obispo de Viedma y miembro de esa comisión, Marcelo Melani, quien declinó hacer cualquier comentario y señaló el respeto que le merece el cardenal. No fue posible hallar al obispo Jorge Casaretto, titular de Caritas y miembro de la comisión, que se encontraba en una reunión fuera de su diócesis. Hace un mes, Casaretto había subrayado la necesidad de fortalecer las instituciones de la democracia y había señalado: "Tenemos que tener mucho cuidado para no hacerles el juego a las corporaciones".
En varios obispos pudo recogerse la preocupación por evitar entrar en un dirimir de supremacías entre sectores difentes del sindicalismo de orientación peronista o en un enfrentamiento Gobierno-oposición. Aunque se reconoció también que cuando Primatesta reunió en abril con De la Rúa a varios sectores sociales, convocó a las tres corrientes sindicales, sin exclusiones. Pero no se oculta que las agencias de noticias presentaron la carta como un hecho inédito de "la Iglesia", cuando muchos la ven como una decisión personal.
La marcha será el 31, y un día antes será presentado el documento "Jesucristo, señor de la historia", preparado durante cuatro años por el Episcopado como mensaje al pueblo por el Jubileo del año 2000.
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