Tabaré viajará a Córdoba para la próxima cumbre del Mercosur
MONTEVIDEO.- El gobierno uruguayo informó ayer que el presidente Tabaré Vázquez concurrirá a la cumbre del Mercosur que se hará los días 20 y 21 de julio en Córdoba, lo que despejó las dudas sobre la participación del jefe de Estado oriental centradas en su malestar por el funcionamiento del bloque regional y en el conflicto abierto con la Argentina por las papeleras.
El ministro del Interior, José Díaz, señaló que en un Consejo de Ministros de Uruguay se había decidido la asistencia del presidente Vázquez luego de analizar la situación con los socios del Mercosur.
Vázquez había expresado un profundo malestar porque la Argentina, mientras ejerció la presidencia pro témpore del bloque comercial durante este semestre, negó a Uruguay la convocatoria solicitada del Consejo Mercado Común.
Esa había sido el pedido de Vázquez, cursado por escrito a su par Néstor Kirchner y remitido a través de la vía diplomática, en el entendido que los cortes sobre los puentes binacionales por parte de los asambleístas entrerrianos significaban una violación del principio de libre circulación fronteriza.
La confirmación del ministro uruguayo coincidió con el comienzo del juicio en la Corte Internacional de La Haya por la demanda argentina contra Uruguay, centrada en lo que la administración Kirchner considera una violación del Tratado del Río Uruguay a partir de la autorización de las plantas de celulosa en la costa de Fray Bentos sin una comunicación formal previa a ese acto.
Ese fue el argumento que los delegados argentinos presentaron ayer en La Haya; luego los rebatió con dureza el equipo enviado por Vázquez.
El apoyo de Kirchner a los reclamos de la población de Entre Ríos fue tomado con cautela el año pasado, porque el gobierno de izquierda uruguayo entendió que se daba en medio de un clima electoral y que todo terminaría a fines de octubre.
Malestar creciente
Pero los cortes de ruta para bloquear los puentes, ejecutados por ambientalistas entrerrianos y tolerado por las autoridades argentinas, determinaron un malestar creciente en el gobierno uruguayo por los daños que eso significó en la temporada de turismo, en el transporte carretero, el comercio exterior y el riesgo político para las principales inversiones privadas de la historia económica local.
Eso, sumado al bilateralismo de la Argentina y Brasil expresado en el acuerdo sobre restricciones al comercio como salvaguardia alcanzado en el verano pasado, alimentó el argumento para que Tabaré dijera en forma reiterada que "así como está el Mercosur no le sirve a Uruguay".
El propio canciller Reinaldo Gargano confirmó en un almuerzo público con empresarios de todos los sectores que Vázquez manejaba planes diferentes para un acuerdo comercial con Estados Unidos. Dijo que una de las opciones era de alcance restringido, pero que el objetivo mayor era de un tratado de libre comercio (TLC), y que para poder concretarlo requería un aval especial de los países socios regionales. En previsión de que no se consiguiera, se manejaba otro plan consistente en "irse del Mercosur", había dicho Gargano en aquella ocasión.
Un hombre del presidente
Díaz, el ministro que confirmó ayer que Vázquez irá a la cumbre de Córdoba, es un hombre del Partido Socialista Uruguayo, al igual que el presidente, y está en el gabinete no como representante de esa fuerza política, sino como hombre de confianza del propio jefe de Estado.
El ministro del Interior fue consultado respecto del tema que acaparó la atención del Río de la Plata en los últimos meses: una posible reunión de los dos presidentes.
-¿Y allí en esa reunión se va a producir un posible encuentro entre los presidentes de Uruguay y la Argentina?, ¿habrá un posible diálogo sobre el tema de las plantas de celulosa? -se le preguntó.
-Yo no puedo hacer futurología -respondió el secretario de Estado.
Luego, en una entrevista con la agencia de noticias DyN, fue un poco más lejos y dijo que "nunca hay que descartar ninguna hipótesis de trabajo, como una conversación entre los presidentes".
Sin embargo, en el entorno de Vázquez sostienen que el presidente quedó muy marcado por el encuentro que mantuvo en Chile con Kirchner, cuando la asunción de Michelle Bachelet, y que será muy cauteloso para una eventual reunión bilateral.
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