La Cumbre de Lima: roces entre los bloques regionales. Tensa polémica entre Cristina y la UE
La Presidenta discutió en duros términos con el titular de la Unión Europea, que le reclamó más realismo al Mercosur
LIMA.- Una dura polémica protagonizaron ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el titular de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, en la cumbre que ayer celebraron el Mercosur y la Unión Europea.
Durão Barroso le reclamó al bloque sudamericano que abra sus mercados de industria y servicios si quiere más penetración de sus productos agrícolas y agroindustriales en Europa. Y Cristina Kirchner le respondió que está dispuesta a reducir los aranceles a la importación industrial, pero no tanto como pide la UE porque eso acarrearía más pobreza.
"Esto se está planteando como si fuera un maniqueísmo, de un sí o un no. La cuestión está en el quántum", advirtió Cristina Kirchner, que ejerce la presidencia del Mercosur en el primer semestre de este año, durante una reunión a puertas cerradas con Durão Barroso y la llamada troika europea, compuesta por el actual presidente de la UE; el primer ministro de Eslovenia, Janez Jansa; su antecesor, el portugués José Sócrates, y su sucesor, el francés François Fillon.
Para un día después de la V Cumbre de América Latina, Caribe y UE, en la que se discutió de pobreza y el cambio climático, estaba programada esta reunión específica entre el Mercosur y el bloque de 27 países europeos para discutir sobre la Ronda de Doha de liberalización comercial mundial y sobre las suspendidas negociaciones para un acuerdo político y comercial birregional.
"Hay que reconocer las asimetrías, las diferencias de desarrollo de los bloques. Si no, este ejercicio diplomático que hicimos ayer [por anteayer] durante 24 horas de hablar de pobreza e inequidad, habría sido inútil porque al final terminamos discutiendo condiciones que traerán más pobres y más víctimas."
La tensión se desató al promediar el encuentro, cuando Durão Barroso formuló un fuerte planteo a Cristina Kirchner: "Los países del Mercosur tienen mucho que ganar en agricultura, pero no van a ganar eso si no hacen concesiones en el ámbito industrial y de servicios... eso debe quedar claro", afirmó el funcionario.
Y agregó: "Estamos haciendo un enorme esfuerzo para llegar a un acuerdo, pero tiene que ser equilibrado. Sin concesiones en materia agrícola, no será posible el visto bueno de la UE para menores aranceles y más cuotas agrícolas ni en Doha ni en la relación birregional. Así están las cosas y hay que ver las cosas como son, si queremos resultados concretos".
Respuesta
La Presidenta le respondió con más dureza e incluso llegó a aludir a la conquista europea del continente.
"Esto se está planteando como si fuera un maniqueísmo, de un sí o un no. En cualquier negociación, si alguien reduce de un lado, se reduce del otro. Esto pasa incluso cuando uno negocia espejitos de colores. Yo te doy uno y el otro da otro. Nunca hay una negociación a cambio de nada, señor Barroso. Sería absurdo que planteáramos que no vamos a dar nada en lo industrial, pero que nos den en agricultura. La discusión está en el quántum", afirmó la Presidenta.
Cristina Kirchner aclaró que el bloque sudamericano no podía entregar lo mismo que el europeo, dado su desigual grado de desarrollo.
"Lo importante es ver qué está entregando uno y otro. Aparentemente, puede parecer que los dos entregan lo mismo, pero hay que ver cuánto representa eso para cada parte, según los tamaños de las economías y las condiciones sociales. La pobreza no vino a América latina como el viento y la lluvia, sino por la desapropiación de recursos desde que fue descubierta, más allá de los errores de las dirigencias locales", afirmó la mandataria.
Por último, la jefa del Estado le aclaró al líder europeo de origen portugués: "Nosotros queremos una negociación equilibrada. No hablo de ideología, sino de números. No está en la UE la mayor cantidad de pobres, sino que la mayoría está en América latina", se defendió la mandataria argentina.
Y señaló: "En Doha o acá vamos a charlar así. Esto no es blanco o negro: sabemos que tenemos que entregar algo, pero tenemos que ver el impacto del cambio".
Durão Barroso no le respondió. Al salir de la reunión declaró a la prensa que había reclamado "mayor flexibilidad de algunos países porque, si no, no habrá acuerdo global", en alusión a la Ronda de Doha.
La Presidenta, en tanto, se limitó a decir que durante el encuentro "se discutió con firmeza y realismo", en forma "apasionada".
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