Todos trabajan sobre el bastón
Sin necesidad de contar con conocimientos de orfebrería, todos los argentinos pueden participar en la confección del bastón de mando del futuro presidente. Un "taller en vivo" se instaló en las Galerías Pacífico, en el centro de Buenos Aires, para que grandes y chicos se acerquen y aporten un golpe de cincel sobre el bastón que recibirá el presidente electo, Néstor Kirchner, el 25 próximo.
"Esta es una democracia y queremos que todo el mundo participe", dijo a LA NACION Juan Carlos Pallarols, el orfebre encargado de la confección del bastón presidencial.
Pallarols, que pertenece a la séptima generación de una dinastía familiar de orfebres que nació en 1750, entregará a Kirchner dos bastones. Uno de ellos es de estilo europeo y es el que tradicionalmente han recibido los mandatarios argentinos el día de su asunción. El otro, que el orfebre denomina "criollo", está confeccionado con elementos típicos argentinos. La empuñadura es de plata y está hecho con una madera del norte del país, el urunday rubio.
El futuro mandatario tendrá que elegir uno de los dos para la ceremonia de traspaso de mando. Pallarols tiene la ilusión de que Kirchner se convierta en el primer presidente en recibir el bastón "criollo" el día de su asunción. Ese es el que el orfebre está terminando de confeccionar a la vista del público, para lo cual invitó a todo el que quiera a dar un golpecito de cincel sobre la empuñadura.
Fueron varios los que ya se animaron. "Le pido a Kirchner que represente la pluralidad de ideas de los que percutimos sobre el bastón", dijo a LA NACION Luis Lahitte, un abogado de 34 años, luego de cincelar por unos segundos la empuñadura de plata. "Creo que es un acto simbólico de apoyo al nuevo presidente", opinó Fortuna Levy, diseñadora gráfica, después de aportar su golpe.
El bastón "criollo" está casi terminado. Pallarols confesó que suele empezar a hacerlos dos o tres meses antes de saber quién será el próximo presidente. "No lo quiero cargar con mis simpatías o antipatías", explicó.
Sin embargo, hay un detalle que le impide terminarlos antes de conocer el nombre de su dueño: la altura de los mandatarios, de la que depende el largo del bastón. "Para esta elección, había un hombre de la altura de López Murphy, por un lado, y Menem, que era el más bajo, por el otro", ejemplificó.
Los que quieran dar un golpecito de cincel al bastón presidencial podrán hacerlo bajo la cúpula central de las Galerías Pacífico, todos los días, entre las 13 y las 19, hasta el jueves próximo.