Toma en Guernica. Las familias definen en asambleas cómo continuar y esperan la mesa de diálogo
Tras la resolución de la Justicia que determinó que el 23 de septiembre, o en todo caso, el 24 y el 25, se realice el desalojo de las 2500 familias dispuestas en la toma de Guernica, comenzaron las asambleas, que aún se desarrollan, en los diferentes barrios, para definir el camino a seguir. Los referentes de las organizaciones que colaboran con los vecinos aseguraron a LA NACION que las expectativas, en lo inmediato, están puestas en una mesa de diálogo que se abrirá el lunes con representantes políticos para encauzar la situación. También, apuestan a la realización de un censo de relevamiento poblacional, por parte de la Universidad de La Plata.
A pesar de que hay una coincidencia en que el camino a tomar no es el de la confrontación, sino el del intercambio, las organizaciones no depondrán su plan de lucha y hay sobre la mesa distintas opciones a las que podrían apelar, en caso de que no exista un recurso favorable para las familias. Esas posibilidades pasan desde presentaciones en Plaza de Mayo a marchas hacia dependencias ejecutivas o hacia el juzgado de Garantías N° 8 de Cañuelas, de donde salió la resolución para fechar el desalojo. También cortes de rutas, en última instancia.
La intención final que se vislumbra entre los dirigentes sociales es alcanzar un loteo social en las más de 100 hectáreas, con sumas y financiamiento que le permita a los vecinos pagar por los terrenos. Los representantes de las organizaciones aseguran que el problema habitacional es complejo y que las familias no tienen otro lugar a dónde dirigirse, en caso de que se efectivice el desalojo.
"Hay asambleas en el barrio y se está definiendo cómo seguir. Hay distintas posibilidades. La apuesta es al diálogo, porque hay muchas familias que sino van a estar en la calle. La gente se quiere quedar porque no tiene adónde ir. Queremos que la cuestión sea lo menos traumática posible. Hay expectativas por el lunes", comentó a LA NACION la dirigente de Barrios de Pie-Libres del Sur, Silvia Saravia.
La idea de que la "cuestión prioritaria" se basa en esa reunión, a principios de la semana entrante, es entendida de igual manera por Alejandro Ignaszewski, militante de la OLP Resistir y Luchar, otra agrupación cuyos dirigentes están abocados a contribuir con los vecinos, en la toma. El representante alega que es fundamental que la mesa de diálogo se inicie "y resuelva". También aguarda que en ese encuentro se ultimen detalles para la realización del censo.
En las distintas organizaciones esperan que en ese mitín, que todavía no tiene lugar definido, haya representantes del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad y de Seguridad de la Provincia y también de Desarrollo Social de la Nación. Además, gente del municipio de Presidente Perón, partido donde se encuentra dispuesto el predio. Ya hubo otras instancias de encuentro anteriores, que no llegaron a buen puerto.
A pesar de esa voluntad, fuentes de la cartera de Desarrollo Social nacional confirmaron a LA NACION que, al menos el ministro Daniel Arroyo, no participará de la mesa y que, en principio, tampoco está contemplado que se lleguen representantes de esa área. De todas maneras, comunicaron que sí se supone que allí estarán funcionarios de la Provincia.
Saravia confía en las resoluciones del lunes porque sostiene que la voluntad de diálogo siempre fue determinante entre las familias, al igual que Ignaszewski, quien se pregunta "qué va a hacer el Estado Nacional" si se da el desalojo. "¿Adónde van a poner a esa gente?", dice a LA NACION.
Debido a las previas instancias fallidas, el referente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, mantiene una postura un tanto menos confiada por el encuentro. "No creemos que se resuelva el lunes. Hace un mes, el objetivo que nos plantearon era revisar el protocolo de desalojo. Nosotros queremos una solución al problema habitacional. La discusión no puede ser si se van en camión o en colectivo", refiere a LA NACION.
La decisión del juez de Garantías N° 8 de Cañuelas, Martín Miguel Rizzo, de determinar fecha para el "lanzamiento masivo" en poco más de diez días no se esperaba tan pronto, en Guernica. De todas formas, la emoción transmitida después de conocer el detalle de lo dispuesto es la de "luchar", según los referentes. "Hay apuro porque se hizo muy público, en la Provincia hay un montón de tomas y acá apresuraron las definiciones", reflexionó Saravia.
Los referentes acuerdan en la existencia de un "hostigamiento judicial", pero también mencionan "hostigamiento policial" y expresan que las situaciones de violencia solo se dan cuando los vecinos "intentan echar a los que llegan con provocaciones". Todos ellos también ponen el foco en la propiedad de las tierras ya que, según manifiestan, "hay parte del terreno donde no hay un dueño que pueda certificar la posesión".
Con el correr de los días, los referentes intentarán buscar apoyo y evitar a toda cosa el desalojo. Se esperan definiciones concretas de las asambleas vecinales para fin del día. Sin embargo, los referentes sociales coinciden en algo: son múltiples las opciones que se evalúan, pero la intención es "resistir".