Tras la derrota, los gobernadores aspiran a renacer en el Congreso
Quieren negociar con Macri desde la fortaleza que les aportan sus legisladores en el Parlamento
Conscientes del durísimo golpe que sufrieron el domingo, los gobernadores quieren pasar el mal trago lo más rápido posible. Los esperan un cara a cara con Mauricio Macri y el comienzo de una discusión clave por el tema que más los inquieta: el futuro de sus finanzas.
El propio Presidente adelantó ayer que la agenda para las próximas semanas incluye las reformas laboral y tributaria. Habló sin matices de "reformismo permanente", como sello de los tiempos que vienen después de la contundente victoria de Cambiemos en casi todo el país.
Aun los gobernadores que sufrieron las derrotas más estrepitosas, como Juan Manuel Urtubey en Salta, Juan Schiaretti en Córdoba, Domingo Peppo en Chaco y Sergio Casas en La Rioja, saben que cuentan con un arma clave para enfrentar lo que viene en el vínculo con un gobierno nacional exultante y henchido de capital político: los votos en el Congreso .
O, como lo describió un colaborador de un gobernador de una provincia del centro: "Ayer [por anteayer] terminamos de contar los votos de las urnas. A partir de hoy empezamos a contar votos en el Congreso", dijo a LA NACION.
La frase es elocuente. Una vez superado el trauma por el pésimo saldo del domingo, los gobernadores van a volver a actuar en bloque y a hacer sentir su influencia en el Congreso, sobre todo a partir de la asunción de los nuevos diputados y senadores el próximo 10 de diciembre.
"Macri no tiene mayoría en el Congreso. Acá, una mano lava la otra. Ningún gobernador va a ir a Buenos Aires para volverse a su provincia con menos plata", aportó el ladero de otro gobernador.
En la próxima Cámara de Diputados, el bloque de Cambiemos tendrá 107 miembros. Dependerá de al menos 22 para tener quórum y de otro tanto para avanzar con las reformas que el Gobierno tiene en mente. El PJ no kirchnerista sumará 41 diputados. En el Senado, el acuerdo con el peronismo también será indispensable. La bancada oficialista sumará 24 senadores y el PJ, 23. El quórum en la Cámara alta requiere 37 legisladores.
Otro eje de la estrategia de los gobernadores para amortiguar el domingo fatal será moverse en bloque. Más allá de que cada distrito sostiene demandas particulares frente a la Nación, los caciques provinciales pondrán en primer plano los temas que los afectan como conjunto.
La idea es buena, pero su ejecución no parece tan fácil. Controlar los movimientos de una docena de gobernadores que tienen vínculos de distinta intensidad y cercanía con la Casa Rosada parece utópico.
Sin fecha
Originalmente, la reunión entre Macri y los gobernadores estaba prevista para este viernes. Finalmente, el Presidente decidió desdoblar la cita. En primera instancia, probablemente el lunes próximo, tiene previsto ampliar la convocatoria y generar una gran foto que, además de a los gobernadores, incluya a legisladores, sindicalistas y empresarios. Recién después, en los días siguientes, avanzará con reuniones por sector.
A los gobernadores, la postergación del mano a mano con el Presidente les viene bien. Varios lo admitieron ayer a LA NACION. El hecho de que la reunión no tenga fecha les sirve para lamerse las heridas del domingo antes de encarar lo que viene.
La agenda es intensa. Incluye el presupuesto, que entre otras cosas, y en contra del reclamo de los gobernadores, no prevé cambios en el reparto de la recaudación del impuesto al cheque. El proyecto del Poder Ejecutivo establece que la distribución siga siendo del 70 por ciento para la Nación y del 30 por ciento restante para las provincias, que, en cambio, reclaman que esos recursos se coparticipen al 100 por ciento.
Además del presupuesto, la posición de los gobernadores, y de los legisladores sobre los que tengan influencia en el Congreso, será clave para la discusión de la reforma tributaria que planea Macri. Los mandatarios provinciales dan por hecho que la iniciativa oficial incluirá, entre otros puntos, una reducción de Ingresos Brutos, impuesto que recaudan las provincias y que representa más del 70 por ciento de sus ingresos tributarios. También está pendiente el fallo de la Corte Suprema sobre el reclamo de la provincia de Buenos Aires por el Fondo del Conurbano. Los gobernadores quieren que Macri habilite una negociación política más allá de lo que decida el máximo tribunal.
Con las alforjas semivacías de votos, pero llenas de temas pendientes que afectan directamente las billeteras de sus provincias, los gobernadores esperan dejar atrás cuanto antes el peor domingo de los últimos años y poner la mira en lo que viene.
Claves de una agenda cargada
- Reforma tributaria
Macri ratificó que quiere avanzar con los cambios en el corto plazo. El apoyo de los gobernadores es crucial para avanzar
- Reforma laboral
Los gobernadores ven con buenos ojos los cambios "por sector" que impulsa el Gobierno, pero no van a apoyar modificarlos
- Fondo del Conurbano
El fallo de la Corte sobre el reclamo de Buenos Aires no será inmediato, pero preocupa a todos los gobernadores por igual
- Reforma tributaria
Aunque la Casa Rosada asegura que las modificaciones al régimen jubilatorio no están aún en agenda, el tema preocupa a los jefes provinciales
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