Un agente de la SIDE declarará por las presuntas coimas en el Senado
Sergio Acevedo relevó del secreto profesional a Isaac García, socio de una firma investigada
Un solo agente de la SIDE para dos de las causas judiciales más sensibles de los últimos años.
Isaac Eduardo García, el "servicio" que admitió ante la Justicia haber participado en un pago de US$ 200.000 a Carlos Telleldín en la causa AMIA, podría destrabar la semana próxima la investigación sobre las coimas en el Senado para votar la reforma laboral.
El jefe de la SIDE, Sergio Acevedo, levantó el secreto profesional que se cernía sobre García, que quedó habilitado a declarar el martes próximo ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral y los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado.
Así lo informó ayer Acevedo por nota al juzgado, donde decidieron postergar la declaración por 48 horas. El jueves próximo, a las 10, García deberá detallar si él también participó en el presunto operativo armado por la SIDE para abonar los sobornos a los senadores involucrados.
García fue accionista de la empresa Canteras Brandsen, una tosquera de la que los fiscales y la diputada de ARI Graciela Ocaña sospechan que habría cumplido un papel clave en aquel operativo, tras adquirir unos 40 teléfonos celulares.
Canteras Brandsen sería, en realidad, una empresa que la SIDE utilizó como pantalla para contratar esos teléfonos. "Los fiscales siempre sospecharon que desde algunos de esos teléfonos funcionarios del Gobierno habrían llamado a los senadores que aceptaron las coimas", dijo Ocaña a LA NACION.
"Canteras Brandsen tenía 40 teléfonos Nextel a su nombre, los cuales eran utilizados por la SIDE y miembros del gabinete de De la Rúa. A algunos luego los identifiqué yo misma. García estuvo envuelto, en realidad, en un operativo de pago de coimas similar al que se concretó en la causa AMIA", desafió.
Una investigación del entonces titular de la Sigen, Rafael Bielsa, probó además que una semana antes de la sanción de la ley laboral, en abril de 2000, la SIDE retiró US$ 6,5 millones de tres cuentas secretas de la sucursal del Banco Nación en Nueva York, cuyo destino los funcionarios delarruistas buscaron minimizar.
Pero los fiscales enfrentaron crecientes dificultades en cuanto quisieron ahondar en la pista que llevaba a la SIDE. La gestión del entonces presidente Fernando de la Rúa tomó sucesivas decisiones para complicar la investigación.
"Las versiones sobre Canteras Brandsen no son nuevas. La empresa ya figuraba en un anónimo que recibí en julio de 2001 como vinculada con el pago de los sobornos. Pero la pista se abandonó cuando Ernesto Marcer (el entonces procurador general del Tesoro) impidió que se investigara a la SIDE", comentó Ocaña.
La investigación, que recaló en los estrados de tres jueces federales -Carlos Liporaci, Gabriel Cavallo y Canicoba Corral-, disparó renuncias en cadena, incluida la del entonces vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez. Pero languideció hasta quedar paralizada.
En julio de 2001, la Cámara Federal ratificó la falta de mérito de todos los legisladores imputados: Augusto Alasino, Emilio Cantarero, Ricardo Branda, Alberto Tell, Remo Costanzo y Alberto Meneghini. A ellos se habían sumado Eduardo Bauzá, Ramón "Palito" Ortega, Angel Pardo y Raúl Galván.
Ahora, la investigación podría reactivarse. "Soy optimista. Podría descubrirse quiénes llamaron y quiénes recibieron llamadas desde esos teléfonos de Canteras Brandsen. Esa empresa es la clave", afirmó Ocaña.
Un funcionario judicial vinculado con la investigación es más cauto. "Todo esto sobre Isaac García ya estaba en la causa. No hay muchas cosas nuevas, quizás algunos números de teléfono más de los que ya teníamos. Pero cotejar las llamadas entrantes y salientes de teléfonos y verificar quiénes hablaron no dice mucho. En realidad, no dice nada sobre qué pudo hablarse y negociarse", explicó.
Números coincidentes
Un mensaje de supuestos ex agentes despedidos de la SIDE ya daba cuenta en julio de 2001 de la eventual vinculación de la tosquera con el pago de los sobornos. Y apuntó a tres personas en particular: el ex "Señor Cinco" Fernando de Santibañes; el ex director de Contrainteligencia de la SIDE mayor (R) Alejandro Brousson -vinculado con AMIA y defendido ahora por Marcer- y García, también de contrainteligencia, con 18 años de servicio.
Canteras Brandsen existe, por lo pronto. Es una tosquera ubicada en la ruta 210, kilómetro 67, del partido de Coronel Brandsen. Tiene un solo número de teléfono, que en un buscador de Internet figura bajo otro titular: Isaac Eduardo García, según confirmó LA NACION.
En Brandsen reconocieron que García está o estuvo vinculado con la empresa, dado que hace un año y medio que no saben nada de él. "Es que trabaja para el Gobierno. Usted sabe cómo es todo eso", explicó un empleado de la firma.
Un hombre experimentado
Isaac Eduardo García fue el primer agente de la SIDE que, relevado del secreto profesional, confirmó que la secretaría le pagó a Carlos Telleldín, acusado en el juicio de la AMIA, para que declarara a quién le entregó la camioneta Trafic usada como bomba para volar la mutual judía.
García participó en ese operativo, en el invierno de 1996, como custodio del maletín que contenía los US$ 200.000 que recibió Ana Boragni, la esposa de Telleldín.
Su relato del 21 de agosto último se corroboró luego con la declaración judicial de una decena de espías de la SIDE.
De 47 años, algo excedido de peso, un poco calvo, tiene una indiscutida experiencia. El caso AMIA es sólo una de las misiones que tuvo. En esa causa no sólo caminó sobre los escombros de lo que quedó de la mutual judía, sino que tuvo la tarea de infiltrarse en el mundo musulmán.
Hizo bien su tarea. Se convirtió en hombre de confianza y chofer del agregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires, Mohsen Rabani, actualmente con pedido de captura internacional.
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