Un documento por la unidad ahondó las diferencias en el PJ
Roces: legisladores menemistas y duhaldistas marcaron diferencias en un escrito que abogaba por el triunfo del PJ en 1999.
Un documento que aboga por la unidad del justicialismo, elaborado ayer por las cúpulas de los bloques de senadores y diputados de esa fuerza, provocó nuevos roces entre los adherentes al duhaldismo y al menemismo en el Congreso.
Los cuestionamientos al documento, que propone como objetivo "marchar hacia el triunfo (del justicialismo) en 1999", surgieron a raíz de su "marcado tono duhaldista", a juicio del menemismo. De los ocho puntos que conforman el escrito, fue el artículo tercero el que desató su molestia: en él se impulsa la convocatoria "a un nuevo congreso nacional de unidad partidaria", en un tácito desconocimiento al congreso del PJ celebrado en julio último, donde se impulsó expresamente la segunda reelección del presidente Menem.
En el documento también se propone "el cese de todas las acciones políticas y judiciales" derivadas del último congreso justicialista, y se insistió en que las elecciones internas del PJ fueran el próximo 11 de abril. Asimismo, se ratificó al primer mandatario como conductor del peronismo hasta el 2002.
Sin embargo, estos puntos no lograron satisfacer del todo a los acólitos del menemismo en el Congreso.
Los promotores del documento, Augusto Alasino (Entre Ríos) y Humberto Roggero (Córdoba), respectivos titulares de los bloques de senadores y de diputados justicialistas, se esforzaron por demostrar que el escrito había sido acordado entre los sectores menemista y duhaldista del Congreso sobre la base de "concesiones mutuas". Esto, teniendo en cuenta que el duhaldismo reclama la nulidad del congreso, mientras que el menemismo pide que el gobernador bonaerense, Eduardo Duhalde, retire las acciones judiciales que pretenden invalidarlo.
Sin embargo, los senadores y diputados del ultramenemismo pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron de la existencia de este papel, luego de una improvisada conferencia de prensa de Alasino y Roggero. Es más, no dudaron en calificarlo "de una maniobra del duhaldismo".
Cuestionamientos
Básicamente, las críticas de los allegados a la Casa Rosada apuntan a lo "inconsulto" del documento, que propone desconocer lo actuado en Parque Norte, y al hecho de que pondría en un pie de igualdad al presidente Menem con un precandidato presidencial, en este caso, Duhalde.
Pese a que los autores negaron que hubiera existido una intencionalidad de favorecer a Duhalde, las evidencias no le jugaron en su favor.
En primer lugar, la iniciativa no fue firmada por la totalidad de las bancadas sino por un puñado de 13 legisladores duhaldistas, entre ellos los senadores Osvaldo Sala (Chubut), Ricardo Branda (Formosa) y los diputados Eduardo Mondino (Córdoba) y Eduardo Camaño (Buenos Aires).
Otro dato: entre los firmantes no figuraban senadores de peso pesado como Eduardo Bauzá (Mendoza), Jorge Yoma y Eduardo Menem (ambos de La Rioja).
Roggero aseguró que antes de dar su consentimiento al borrador que le acercó Alasino, precursor del documento, preguntó a los subbloques que componen su tropa. El diputado ultramenemista César Arias (Buenos Aires) no opuso resistencias en principio; sin embargo, al conocer el texto final, asestó contra el duhaldismo. "Yo comparto el espíritu -dijo-, pero este documento está lleno de contradicciones".
El senador Menem rechazó el escrito con vehemencia. Yoma, por su parte, lo calificó de "lamentable" y dijo que "en lugar de la unidad aportaba a la confusión.
"Hubiera sido mejor discutirlo, primero en el bloque, con la presencia de todos los senadores", agregó el riojano, quien se encontraba en su provincia natal cuando fue consultado por La Nación .
La opinión de Menem
El documento llegó a manos del presidente Menem en la tarde de ayer. Se lo entregó Bauzá, junto con una carta que éste había recibido de Alasino y de Roggero como secretario general del PJ. En esta misiva complementaria al documento los legisladores afirmaban que su propuesta estaba motivada en el "alto objetivo que significa la unidad del peronismo" y que sólo los animaba "la intención de facilitar la tarea legislativa del próximo año y llevarla a cabo sin conflictos internos".
Fuentes de la Casa Rosada aseguraron que Menem tomó el pronunciamiento con ironía. Dijo que le "gustó" la nota, que "no coincidía con revisar los resultados políticos de Parque Norte", al tiempo que se alegró que Duhalde, por primera vez, reconociera su liderazgo partidario hasta entrado el siglo XXI.
"Es una buena intención de los compañeros, pero acá la negociación debe seguir en manos de los gobernadores, que son los jefes de distritos", enfatizó el Presidente.
El jefe del Estado sabía dónde pegar. Porque la intención de varios de los legisladores firmantes era contrarrestar el protagonismo que habían adquirido los mandatarios provinciales luego del triunfo del peronismo en Córdoba, cuando Menem se reunió con ellos. En el encuentro ratificaron la conducción del Presidente al frente del partido y solicitaron a Duhalde que desistiera de las acciones judiciales contra el congreso partidario de julio último.
"Nosotros quisimos demostrar que también tenemos poder en nuestras provincias -confesó un senador de un distrito norteño-. Tenemos que comernos todos los sapos en el Congreso; a la hora de las decisiones nadie nos consulta." El texto sufrió varias modificaciones hasta que fue definitivamente delineado. La idea de elaborar un pronunciamiento conjunto partió del bloque de senadores del PJ, luego de que la euforia cordobesa revitalizara la embestida reeleccionista y debilitara a Duhalde.
Tras varios contactos telefónicos entre Alasino y Roggero, el documento comenzó a tomar forma. El acuerdo sólo despuntó pocos minutos antes de la conferencia de prensa. Allí se destacó la necesidad de lograr la unidad del justicialismo para enfrentar a la Alianza, en las elecciones de 1999. Sin embargo, lejos de acercar posiciones, el controvertido documento profundizó las diferencias entre duhaldistas y menemistas.
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