Elecciones 2015. Un inusual despliegue de efectivos cubrió la capital provincial para neutralizar protestas
En pocas horas, el grave conflicto con los municipales entró en un compás de espera
RÍO GALLEGOS (De nuestra corresponsal).- El operativo de seguridad desplegado en la provincia con fuerzas nacionales para cumplir con la realización de un acto oficial de la presidencia, no tiene precedentes aquí.
El despliegue se inició hace tres días después de que los municipales en conflicto cortaran la ruta 3 y la jueza federal subrogante, Andrea Askenazi Vera, pidiera la intervención de las fuerzas nacionales y llegara a la ciudad, el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
En pocas horas, el conflicto municipal que se extendió durante cuatro meses, entró en un compás de espera. El gobierno provincial giró $ 15 millones para que el intendente local, Raúl Cantín, concretara dos días antes del acto el pago de salarios atrasados. Así, la huelga de hambre que llevaba un puñado de mujeres en la puerta del palacio municipal se levantó.
Ayer, la avenida Néstor Kirchner -la principal de la ciudad-, la fachada del palacio municipal y los alrededores del gimnasio Lucho Fernández, donde Cristina Kirchner encabezó el acto, se veían despejados y fuertemente pertrechados con personal de la Prefectura y la Gendarmería nacional. Había móviles, camionetas y hasta tres tanques hidrantes estacionados en un pasaje aledaño al gimnasio.
A diferencia de otros actos políticos, el gimnasio fue vallado, y el ingreso de autoridades, militancia y periodistas, controlado por la Gendarmería. De este modo se neutralizó la posibilidad de alguna manifestación de trabajadores municipales. Sin embargo, no se pudo evitar algunas escaramuzas.
Según pudo reconstruir LA NACION a partir de testigos, los agentes municipales dejaron cubiertas encendidas en dos rotondas de la ciudad, y partían para no ser sancionadas. Las columnas de humo quedaban como testigos mudos de la protesta.
La custodia del domicilio particular de la Presidenta, en la calle Muratore al 400, también fue reforzada. A la caseta habitual con personal de seguridad se le agregó una traffic con una veintena de efectivos para prevenir incidentes en las proximidades. Según consigno el portal OPI Santa Cruz, más de 350 gendarmes transitaban las calles de la capital santacruceña para evitar piquetes y la libre circulación de la comitiva oficial y funcionarios.
Ajeno, quizás, a esta situación, el jefe de Gabinete nacional, el camporista Eduardo "Wado" De Pedro, comentó en su cuenta de twitter, a poco de arribar a la ciudad: "Emocionado de estar en la tierra de Néstor que inspira compromiso y militancia". Y acompañó sus tuits con fotos del acto.
El gremialista docente Pedro Muñoz, candidato a representante en el Parlasur por el frente Unión para Vivir Mejor, lamentó que la única respuesta del gobierno a los reclamos de los trabajadores vuelva a ser la Gendarmería.
"El gobierno de La Cámpora y de Peralta sigue dándole la espalda a los trabajadores y al pueblo de Santa Cruz y su única respuesta es militarizar Río Gallegos para que ellos puedan hacer sus actos de campaña", denunció en un comunicado Muñoz, quien en 2007 encabezó la protesta docente en la provincia.
El destino político del municipio de Río Gallegos entró en hora de definiciones. Dos secretarios del intendente Cantín ya presentaron su renuncia y tanto oficialistas como opositores aseguraban ayer que su continuidad al frente de la intendencia pende de un hilo. Si se concreta, será la segunda vez, que un intendente kirchnerista no puede terminar su gestión en Río Gallegos, El primero fue Héctor Aburto, un delfín de Kirchner, que se fue en 2002 , en medio de un escándalo de corrupción.
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