Un Massa ganador llamó a acompañarlo en octubre para "construir un futuro"
Con el 34,53 por ciento de los votos, el intendente de Tigre derrotó al candidato oficialista, Martín Insaurralde, por más de cinco puntos y lanzó una convocatoria a sus votantes: "Hoy sembramos una semilla que tiene que ver con el futuro de la Argentina"
Con una diferencia de votos que se ampliaba a medida que avanzaba la noche y que superaba las proyecciones de las últimas encuestas, el intendente de Tigre, Sergio Massa, consumó ayer el principal hecho político de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias: al mando del Frente Renovador y acompañado por una veintena de jefes comunales, derrotaba anoche por más de cinco puntos de diferencia al Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante del país y principal bastión político del Gobierno.
El primer candidato a diputado nacional del Frente Renovador decidió salir a anunciar su triunfo a las 22.45, cuando se convenció de que la presidenta Cristina Kirchner tardaría hasta último momento para reconocer la derrota de su delfín, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, o que directamente no lo haría. "¿No sale Cristina? ¿Cuándo habla?", preguntó por enésima vez Massa a los asesores que lo acompañaban en el VIP del búnker montado en el complejo Pipa, en Tigre, antes de decidirse a subir al escenario y enfrentar a sus militantes.
"Quiero arrancar esta noche agradeciendo a los millones de bonaerenses que votaron, y muy especialmente a los millones que decidieron acompañarnos en estas primarias, que nos muestran, con una diferencia importante, como la fuerza política más votada de la provincia", celebró Massa, que, en ese momento, con menos del 20 por ciento de las mesas escrutadas, conseguía el 32% de los votos y superaba por más de cinco puntos a Insaurralde.
Massa volvió a mirar hacia la Casa Rosada al final de su discurso, cuando presentó el resultado de las primarias de ayer como un primer paso hacia 2015 y ubicó al Frente Renovador como la contracara del kirchnerismo. "Quiero convocarlos a todos, a los que nos acompañaron y a los que no, a construir juntos un mensaje de paz, de armonía, de concordia, de propuestas; a construir juntos una elección, el 27 de octubre, que nos permita dejar atrás el pasado y construir el futuro. Hoy sembramos una semilla que tiene que ver con el futuro de la Argentina", dijo, justo antes de que lo bañara una lluvia de papelitos rojos y amarillos.
Fue también el momento en que subieron al escenario su esposa, Malena Galmarini, y sus dos hijos, Milagros y Tomás, junto con su compañero de fórmula, Darío Giustozzi, y el resto de los candidatos, intendentes y referentes del FR. Roberto Lavagna, Alberto Fernández, Juan José Álvarez y Graciela Camaño se abrazaron con los jefes comunales Joaquín De la Torre (San Miguel), Luis Acuña (Hurlingham) y Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas) y los candidatos Felipe Solá, Adrián Pérez y Roberto Daer, entre otros.
Al cierre de esta edición, con 33.135 mesas escrutadas, el Frente Renovador conseguía un 34,53% de los votos, más de 5 puntos sobre el FPV, lejos también del Frente Progresista Cívico y Social de Margarita Stolbizer (11,71%) y el Frente Unión para la Libertad y el Trabajo, de Francisco de Narváez (10,79%).
Pero Massa se había convencido de su victoria mucho antes, cuando empezó a recibir los datos de la tercera sección electoral, bastión inexpugnable del kirchnerismo, y descubría que eran mucho mejor que los esperados. El principal, que perdía por apenas 4 puntos en La Matanza, donde Massa esperaba perder por más de 12 puntos. "Están anunciando que ganamos por 4 puntos en toda la provincia, pero en realidad vamos 7 arriba, porque están demorando la carga de los votos en la primera sección", dijo a este diario, cerca de las 22.30.
"Ganamos el corredor norte [por los distritos que van desde Vicente López hasta Escobar] por diferencias que van de los 25 a los 50 puntos. Arrasamos. Pero lo más llamativo es que ganamos el corredor de la avenida Pavón", destacó Massa a LA NACION, en alusión a los distritos del sur del conurbano, como Lanús, donde ayer el Frente Renovador logró emparejar y, en algunos casos, imponerse al FPV.
Allí reside parte de la explicación de la derrota del kirchnerismo, porque el Gobierno esperaba compensar con una abultada victoria en el sur y el oeste del conurbano la derrota que las encuestas le auguraban al norte del Gran Buenos Aires y en el interior provincial. Así lo dejó en claro Giustozzi apenas llegó al búnker de Tigre. "Traigo los números de la tercera sección", dijo a LA NACION al bajar de su auto, con una sonrisa que apenas le entraba en el rostro. "Estamos ganando en Avellaneda, Lanús, Presidente Perón, pero también en Temperley, Turdera y Llavallol", agregó, enfatizando las últimas tres localidades.
"Son parte de Lomas de Zamora", subrayó, por si algún desprevenido no entendía el porqué de su euforia. "Es un resultado mucho mejor que el que esperábamos", cerró. Hasta ese momento, el massismo apuesta a la mesura. "Hace tres días que habíamos decidido con Massa no festejar esta noche, más allá del resultado, porque éstas son las PASO y falta mucho aún", explicó Solá al ingresar al complejo, cerca de las 20.
La música variaba sin timidez del rock nacional al reggaetón o la cumbia. Las paredes del salón, cubiertas casi completamente con carteles negros y láminas con un "+" amarillo y la letra roja "a" en el centro, completaban el ambiente "bolichero" del búnker, que redondeaba su estética con sillones de cuerina blanca. Un ambiente más moderno que peronista, donde la fiesta tardaba en llegar.
Hasta que llegó. El primero en animarse a confirmar la victoria con números fue Cariglino. Aseguró que en Malvinas Argentinas el FR apabullaba al kirchnerismo por una diferencia de 42 puntos. Massa, afirmaba Cariglino, obtenía el 64% de los votos, muy lejos de Insaurralde, que cosechaba 22. Se sumó Acuña, avisando que en Hurlingham la diferencia era de 30 puntos. En pocos minutos, Junín, Bahía Blanca, La Costa y otros distritos se sumaban a las buenas noticias.
Massa también intentó aplacar la euforia de sus aliados. "La gente valoró que buscamos la concordia, la unidad en la diversidad, y nos acompañó porque propusimos y no descalificamos", le dijo a LA NACION. En ese momento, "Juanjo" Álvarez se acercó con un nuevo dato: el Frente Renovador ganaba en la quinta sección. "¡Vamos!", gritó Massa, saltando de la silla, como si gritara un gol.
Lo mejor
- El norte bonaerense
El intendente de Tigre obtuvo sus mejores márgenes de ventaja en los municipios del norte y noroeste del conurbano, en particular Tigre, Malvinas Argentinas, donde obtuvo el 64 por ciento, y Hurlingham.
Lo peor
- Los distritos del Sur
Donde se impuso Insaurralde fue en algunos de los municipios del sur bonaerense y en La Matanza, clave por su peso electoral, aunque allí su victoria sobre Massa no fue tan grande como se esperaba.
Lavagna: "Había que pararlos"
Fue uno de los más mesurados a la hora de los festejos, pero uno de los más contundentes en las definiciones. "Todo esto era muy peligroso, había que pararlos", reflexionaba, en un rincón del búnker massista, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, quien tomó la elección de ayer como un primer paso para frenar al kirchnerismo. "No me preocupa sólo la economía, iban por la Constitución nacional, por la Corte Suprema. El deslizamiento de este gobierno hacia el chavismo era más que evidente. Había que pararlos", repetía.
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