Un Perón de 4 metros vigilará la Casa Rosada

Una estatua del presidente Juan Domingo Perón de cuatro metros de alto, ubicada debajo de un arco de triunfo de 11 metros, vigilará en poco tiempo más la Casa Rosada.

Después de 22 años de haberse aprobado la ley que mandó construir el monumento, sólo hace tres semanas se habilitó la obra, en el lugar que pretendían sus promotores: a unos 100 metros de la Casa Rosada, dentro del estacionamiento y helipuerto presidencial, por la calle Teniente General Perón.

Claro que la enorme estatua, que costará 2,5 millones de pesos, estuvo a punto de no ser autorizada. Tanto la burocracia como intereses políticas postergaron su construcción, ordenada en 1986 por la ley 23.452, que impulsó el entonces diputado Antonio Cafiero.

La discusión enfrentó a la seguridad del helipuerto, ubicado a un costado de la Casa de Gobierno y que está a cargo del Ejército, con la comisión pro monumento de Perón, integrada por Cafiero, el sindicalista Gerónimo Venegas y el secretario del Instituto de Estudios Históricos Juan Perón, Lorenzo Pepe, entre otros. La pelea tuvo como protagonista, aparentemente pasivo pero sin resolver el conflicto suscitado, al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y al presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner.

La figura del general a metros de la Plaza de Mayo, aunque esta vez fuera una estatua de bronce, volvió a suscitar controversias.

La culpa de la demora también la tuvieron los peronistas, admiten en círculos de ese partido, porque diez años después de que se aprobara la ley, en 1996, la Secretaría de Cultura de la Nación declaró desierto el llamado a concurso para construir la obra y demoró la cuestión. Y sólo la ley modificatoria 25.734, de 2003, precisó que había que formar una comisión para determinar el lugar y pedir las autorizaciones para erigir el monumento.

En diciembre de 2007, se adjudicó la construción de la obra al escultor porteño Enrique Savio. La obra será abonada por la Comisión Pro Monumento a Perón, sin fondos del Estado, según dijeron a LA NACION los miembros de esa organización. El jefe de las 62 Organizaciones, Gerónimo Venegas, aclaró que costará 2.500.000 pesos, y ratificó, junto con el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, que se costeará "con donaciones". "Los trabajadores camioneros también aportarán a voluntad. Un peso, dos pesos cada uno, lo que puedan... Se trata de Perón", señaló el líder de los camioneros.

Un decreto presidencial dispuso que se abriera una cuenta bancaria única, que estará bajo la responsabilidad de la Secretaría de Cultura de la Nación.

Helipuerto

A pesar de que una resolución del gobierno de la ciudad de Buenos Aires otorgó tres años atrás el permiso para que se construyera el monumento en la Capital, y cuando integrantes de la comisión peronista ingresaron hace 60 días con un agrimensor municipal al estacionamiento para sentar el mojón donde se levantaría la escultura, una llamada telefónica de Parrilli alertó a Lorenzo Pepe: "Vengan enseguida a Presidencia".

Allí, el jefe de Seguridad del helipuerto presidencial, teniente coronel César Yagüe, explicó: "La altura del monumento a Perón [con un arco de triunfo de 11 metros] obstaculizará el descenso del helicóptero [que traslada a Cristina Kirchner]". La reunión fue tensa, y la reacción de Lorenzo Pepe no se hizo esperar cuando alguien dijo que se podía trasladar el monumento a la autopista Riccheri y General Paz. "¿Y qué tiene que hacer Perón allí? ¡Perón tiene que estar en Plaza de Mayo!", gritó el ex legislador.

Todo volvió a estancarse, pero hubo un vuelco que incidió en la decisión de erigir la estatua en el lugar pedido. Moyano acusó a Parrilli de "obstaculizar la voluntad peronista".

Enseguida, Parrilli aceptó pedir un informe a la Dirección de Tránsito Aéreo de la Fuerza Aérea Argentina para que se expidiera sobre la posibilidad de levantar la estatua. Esta dirección resolvió a favor. Dijo que la estructura "no afecta las superficies limitadoras de obstáculos ni las trayectorias del helipuerto presidencial" si es emplazada en un nuevo lugar, a sólo 15 metros del anterior.

"Nobleza obliga", explicó Pepe a LA NACION cuando recibió de Parrilli, el último viernes 24, un llamado telefónico desde Caleta Olivia en el cual le informaba que el monumento a Perón se haría. "Lo importante es el resultado", dijo conciliador Pepe.

¿Por qué no influyó Néstor Kirchner como presidente del Partido Justicialista en favor de la iniciativa? "Nadie quiso escarbar en el pasado", dijeron.

Moyano fue irónico en las 62 Organizaciones al anunciar la aprobación de la obra."Perón mirará de reojo la Casa de Gobierno para que los que estén adentro hagan las cosas bien."

Pero la historia puede tener un final abierto que demore interminablemente la obra. Quieren inaugurarla un 17 de octubre, pero difícilmente el escultor Savio termine la obra en 2009. Pepe quiere a toda costa que sea el año que viene.Ya eligió como fecha el Día de la Militancia, un mes después.

Como fuere, habrá que parquizar el lugar y delimitarlo para que el público tenga acceso al monumento debido a que está dentro del estacionamiento presidencial. Ello requerirá nuevos permisos del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y de la Presidencia de la Nación. Este último trámite es el que más preocupa a los peronistas empecinados en recordar a su líder.