Una causa que avanza contra reloj
Si a fines de este año la causa por el presunto pago de sobornos para aprobar la ley de reforma laboral no fuera elevada a juicio, prescribirá. Al menos, en lo que respecta a aquellos senadores que fueron indagados en 2000.
Entre los que podrían beneficiarse con la prescripción están los ex legisladores procesados Emilio Cantarero, Alberto Tell, Ricardo Branda, Augusto Alasino, Remo Costanzo y el ex secretario parlamentario y supuesto arrepentido Mario Pontaquarto, que también está procesado.
Ocurre que la ley establece que entre el primer llamado a indagatoria y la elevación a juicio no puede pasar más tiempo que el máximo de la pena (seis años). De lo contrario, el delito prescribe y la causa se archiva.
Por eso, el juez Daniel Rafecas y el fiscal Federico Delgado están decididos a que se cumplan cuanto antes todas las medidas pendientes y la instrucción esté terminada antes de 2007. Esto permitiría que el plazo de prescripción podría extenderse hasta 2012.
El peligro de que la causa se cierre por el paso del tiempo es una amenaza desde diciembre del año pasado. Allí, los camaristas Martín Irurzun y Horacio Vigliani confirmaron los nueve procesamientos del expediente, pero pidieron al juez que realizara 17 medidas antes de cerrar el sumario.
Por ejemplo, la reconstrucción de los días en los que se habría retirado el dinero de la SIDE y se habrían pagado los sobornos; un peritaje sobre las llamadas telefónicas de Pontaquarto; la investigación de los patrimonios de los ex senadores involucrados; la declaración de todos los senadores que votaron en favor de la ley y de sus colaboradores (más de 150 personas) y un análisis contable de las cuentas de la SIDE. Algunas ya fueron realizadas. Otras, siguen pendientes.
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