Congreso en Mar del Plata. Una crisis pone a la UCR bonaerense al borde de la ruptura
Stolbizer culpa a"grupos autoexcluidos"
MAR DEL PLATA.- El congreso provincial del radicalismo bonaerense que se celebra desde ayer en esta ciudad fue el escenario para que volvieran a salir a la luz las posturas encontradas que existen en la agrupación.
Así quedó expuesta la puja, a estas alturas irreconciliable, entre la dirigencia partidaria y un grupo de intendentes y legisladores, encabezados por los jefes comunales de San Isidro, Gustavo Posse; de Vicente López, Enrique "Japonés" García, y de Pergamino, Héctor Gutiérrez, que hace dos meses plantearon en Olavarría sus disidencias con la UCR bonaerense.
El puntapié inicial lo dio la presidenta del comité provincia del radicalismo, la diputada Margarita Stolbizer, quien en una conferencia de prensa al inicio del congreso admitió por primera vez la posibilidad de una ruptura partidaria.
"Esto podría ocurrir, pero por parte de sectores minoritarios que se quieren autoexcluir", sorprendió Stolbizer, consultada sobre una posible separación por parte de ese grupo. En diálogo con LA NACION, Stolbizer los acusó abiertamente de buscar su propio interés por encima del interés del partido, y dijo que "no es casual que esos sectores anden corriendo por todos los despachos de los dirigentes de cualquier partido político para sostener sus espacios personales".
Es que el principal reclamo del "grupo rebelde", además de una renovación partidaria que achique el espacio de los tradicionales jefes de la UCR provincial, es la posibilidad de armar frentes electorales en sus distritos con Recrear, la agrupación que lidera Ricardo López Murphy; con ARI, el partido de Elisa Carrió, y con las agrupaciones vecinales. De hecho, varios de estos intendentes ya se adentraron en este camino en las últimas elecciones.
Sin embargo, no todas fueron ausencias. Juan Manuel Casella, titular de la corriente bonaerense La Vergencia (hace años desprendida de la alianza con Federico Storani, con quien formaba la Convergencia), quien además es miembro del "grupo Olavarría", le contestó a Stolbizer. "La presidenta del comité provincia no debería decir eso. Es un doble error: yo no creo en la división del partido, y tampoco debería calificar de minoritario o mayoritario a otro grupo", refutó Casella, que nunca adhirió a la idea de hacer alianzas por fuera del partido.
Entre ataque y contraataque, un millar de militantes y dirigentes del partido intentaron consensuar un documento con los aportes que Buenos Aires pretende hacer al congreso doctrinario que el comité nacional celebrará a fines de octubre, el verdadero motivo por el que se convocó al encuentro.
Actualizar la doctrina
Desde 1948 el radicalismo no realizaba un congreso para actualizar su doctrina. Así intentarán adaptar las ideas del partido centenario a los tiempos que corren y traducirlo en líneas de acción política que le permitan diferenciarse del neoliberalismo de los 90 y construirse como una alternativa de poder al peronismo.
Además de Casella, estuvieron los líderes de las principales corrientes de la provincia: Federico Storani (Corriente de Opinión Nacional-CON), Leopoldo Moreau (Movimiento de Democracia Social-Modeso) y Ricardo Alfonsín (Radicales para el Cambio-Rapaca).
Pero los aplausos fueron para el anfitrión, el intendente local Daniel Katz, que reclamó que no fuera ésa "una reunión más donde prime la hipocresía".
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