Una jura con el Frepaso y sin Alvarez
El jefe del Estado puso ayer en funciones a los radicales Becerra y Jaunarena y a los frentistas Garré y Makón
Con el lema "eficiencia y gestión", el presidente Fernando de la Rúa llenó ayer cuatro de los últimos casilleros que quedaron vacantes en el Gobierno tras los cambios en su gabinete.
De la Rúa tomó juramento al nuevo jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), Carlos Becerra, que reemplazará al controvertido Fernando de Santibañes. Becerra estuvo sólo diez días al frente de la Secretaría General de la Presidencia, que en menos de tres semanas cambió tres veces de titular: Jorge de la Rúa, Alberto Flamarique y Becerra, que a su vez cambió tres veces de cargo en ese mismo período (viceministro del Interior, secretario general de la Presidencia y ahora jefe de la SIDE).
En medio de un calor agobiante, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, De la Rúa también puso en funciones al ex ministro de Defensa del gobierno de Alfonsín José Horacio Jaunarena, como secretario general de la Presidencia.
También juraron la ex diputada frepasista Nilda Garré, como viceministra del Interior, y Marcos Makón -ex subsecretario de Presupuesto de Domingo Cavallo, entre 1991 y 1996- como secretario de Coordinación General de la Jefatura de Gabinete.
Makón ya formaba parte del Gobierno, debido a que ocupó la Secretaría de Modernización del Estado que dependía de la Vicepresidencia hasta que Carlos Alvarez renunció a su cargo.
Ahora, el hombre del Frepaso pasó a la órbita de la administración en manos de Chrystian Colombo.
Chacho, ni en la foto
"Esta suerte de relanzamiento ha permitido superar una crisis", dijo Jaunarena, entusiasmado. "Las cosas no marchan como deberían marchar, así que hay que poner mucho esfuerzo y corregir el rumbo", secundó Garré.
El único de los nuevos funcionarios designados que, aunque estuvo en el acto, no asumió, fue Enrique Olivera, que dirigirá el Banco Nación. El ex jefe de Gobierno porteño deberá renunciar primero a su cargo como vicepresidente de la Legislatura porteña.
La ausencia más notoria fue la del ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez, que tampoco había asistido al acto previo, en que se anunció una de sus creaciones predilectas: la reforma política.
Pese a que asumieron dos secretarios de Estado pertenecientes a sus filas -Makón y Garré-, Alvarez prefirió quedarse en casa. "¿Por qué no vino? Pregúntenselo a Alvarez. Acá está el trabajo de Chacho y la voluntad de Chacho", se limitó a explicar el jefe del interbloque de la Alianza en Diputados y mano derecha del jefe del Frepaso, Darío Alessandro.
De todas formas, el ministro del Interior, Federico Storani, no tuvo más que elogios para Alvarez. El Presidente, que lo escuchaba en silencio, se limitó a asentir con la cabeza.
Más tarde, De la Rúa dio una explicación de la ausencia del ex vicepresidente. "Estaba su gente -comentó, de buen humor-. El (por Alvarez) ya dijo que tenía ganas de no aparecer por un tiempo en la actividad oficial o en las fotografías. Y lo que importa no es la fotografía, sino la voluntad común de fortalecer la Alianza, mantener su unidad y de tener una solidaridad activa dentro del Gobierno."
Lo cierto es que el ex vicepresidente se perdió, con su ausencia, la consumación de uno de sus mayores sueños: la salida del jefe de la SIDE Fernando de Santibañes, y su recambio por Carlos Becerra.
El ex "señor Cinco"
Aparentemente ajeno a la tempestad que generó su permanencia en el Gobierno, Santibañes permaneció de pie, casi escondido, a un costado del Salón Blanco. A su lado estaba el secretario presidencial, Leonardo Aiello.
El ex "señor Cinco" se mostró sonriente, pese a que a pocos pasos Alessandro lo calificaba ante periodistas como "un factor perjudicial para la marcha del Gobierno y la consolidación de la Alianza".
Vestido con un traje oscuro y una impactante corbata dorada, Santibañes se fue tan pronto como terminó la jura. Bajó por una escalera alfombrada de rojo, del brazo con dos mujeres. No quiso hablar con los periodistas que lo esperaban en el Salón de los Bustos, sólo se limitó a decirles: "Yo estoy con el Presidente".
"Parece el día más feliz de su vida", comentó asombrado un hombre de la Casa Rosada.
Presencias
De todas formas, ese y otros detalles del acto seguramente llegarán a Alvarez, que envió a casi todos sus representantes a la jura de los nuevos funcionarios: desde el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, hasta Alessandro. También estuvieron los legisladores frepasistas Rodolfo Rodil, Pedro del Piero, Juan Pablo Cafiero y Carlos Raimundi, entre otros.
Además, asistieron el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Marcelo Stubrin, el ex vocero de Alfonsín y actual interventor en el PAMI, Federico Polak y el embajador argentino en Uruguay, Juan Manuel Casella.
Junto con Jaunarena y con el ministro del Interior, Federico Storani, Casella integra la Corriente de Orientación Nacional (CON) de la UCR bonaerense.
"Está lleno de caras de la época de Alfonsín", comentó un veterano periodista de la Casa Rosada. Y puso como ejemplo a Leandro Illia, hijo mayor del ex presidente, ya fallecido, Arturo Illia. "Salvo por los bigotes, es la misma cara del viejo", le respondió un viejo militante radical.