Uno de los líderes de familiares de víctimas de AMIA apuntó contra Palacios por las escuchas
"No puedo decir que él haya mandado pinchar mi teléfono, pero me cuesta pensar que haya sido otro", dijo a lanacion.com Sergio Burstein; rechazó la denuncia del gobierno de Macri sobre una operación. Por Lucrecia Bullrich
El 22 de septiembre pasado, el teléfono de la casa de Sergio Burstein sonó y dejó en los oídos de una de sus hijas una advertencia preocupante: del otro lado de la línea, un hombre que no se identificó le avisó que su teléfono celular estaba pinchado.
Burstein, líder de una de las agrupaciones de familiares de víctimas de la AMIA, no estaba en el país. Por esos días formaba parte de la comitiva que acompañó a Cristina Kirchner en su viaje a Nueva York.
A un mes del episodio, recordó lo sucedido en diálogo con lanacion.com. Lo hizo en medio de la creciente tensión política en torno a la causa en la que se investiga a Ciro James, detenido por haber espiado a Burstein y al empresario Carlos Avila. James es un ex integrante de la Policía Federal que pretendía ingresar en la fuerza metropolitana creada por Mauricio Macri y que estaba contratado por el Ministerio de Educación porteño.
Sospecha. Burstein apunta a Jorge "El Fino" Palacios, el ex jefe de la policía porteña que fue procesado en la causa por las irregularidades en la investigación del atentado a la AMIA. Cree que estuvo detrás de las escuchas telefónicas de las que fue víctima, aunque no puede afirmarlo. "No puedo decir que Palacios me mandó a pinchar el teléfono, pero me cuesta pensar que haya sido otra persona. La Justicia ya va a determinar cómo fue", planteó.
Burstein basa sus sospechas en las pruebas de la relación entre James y Palacios, el comisario retirado de la Federal que estuvo al frente de la policía metropolitana hasta fines de agosto, cuando Macri lo apartó en medio de las duras críticas de la comunidad judía. La Justicia detectó 150 llamadas: 110 de James a Palacios y 40 al revés.
"A James lo trajo "El Fino" Palacios, eso está clarísimo. Fue subordinado suyo en la Federal. Los cruces de llamadas demuestran que el vínculo entre ellos era directo. Además, no me parece casual que me hayan pinchado el teléfono justo entre la renuncia y el procesamiento [de Palacios] por el encubrimiento en la investigación del atentado", apuntó Burstein.
"Poco serio". Por otra parte, el dirigente coincidió con el Gobierno en que la denuncia del gobierno de Macri sobre una supuesta operación para dañar la imagen de la Policía Metropolitana es "un disparate". "Lo de ayer me dio vergüenza ajena", comenzó Burstein sobre la conferencia de prensa que dio el ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro. "Las explicaciones de Montenegro fueron patéticas. Salió a victimizarse. Piensan que somos tontos y nos quieren convencer de que no sabían que [James] venía de la Federal. Además, tardaron un mes en denunciar la supuesta operación. Es poco serio", lanzó.
No se detuvo allí. "Puedo llegar a entender que Montenegro estuviera desinformado, pero, con todo lo que consta en la causa no puede salir a decir que James es un ‘topo’ infiltrado por la Federal para destruir la nueva policía. Es una burla", insistió.
Y completó: Si [Osvaldo] Chamorro, [el reemplazante de Palacios al frente de la policía metropolitana] no sabía quién era James, el cargo le queda grande y si Montenegro no sabía le queda grande el cargo de ministro de Justicia".
Identificado. Burstein volvió sobre las escuchas ilegales. Contó que el llamado del 22 de septiembre fue denunciado ante la Justicia y que el número desde el que lo llamaron quedó registrado, por lo que se pudo identificar el locutorio en el que se inició la comunicación. También que unos días después fue citado para identificar al hombre que había hecho la llamada, cuya imagen había sido registrada por las cámaras del local. "No lo conozco. No tengo idea de quién es". No obstante, insistió en que sus sospechas apuntan al entorno de Palacios.
Hay otro punto sobre el que Burstein no tiene dudas: "Está clarísimo que me pincharon el teléfono con el objetivo de intimidarme y de destruir la causa por irregularidades. Pero ya están todos procesados y confío en que la Justicia siga trabajando", aseguró. No obstante, admitió: "Mi familia y yo nos sentimos inseguros".
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