Vidal: detrás de la polarización para crecer en el bastión del PJ

LA PLATA.- A fuerza de recorrer ciudades y pueblos, la precandidata bonaerense de Pro, María Eugenia Vidal, ha podido fortalecer su imagen en un territorio donde el peronismo tiene su mayor peso. Alejada de los enfrentamientos, se mostró crítica de la gestión de Daniel Scioli, pero conciliadora en el plano personal, destacando la apertura al diálogo del mandatario.

Vidal creció en el barrio porteño de Flores y estudió Ciencias Políticas en la Universidad Católica Argentina. Allí conoció a su marido, Ramiro Tagliaferro, concejal de Morón y actual precandidato a intendente por Pro. Viven en Castelar hace poco más de una década.

Ya en la universidad empezó a dedicarse a la tarea social y a trabajar en la Fundación Crecer y Crecer y en el Grupo Sophia, liderado por Horacio Rodríguez Larreta. En las dos entidades coordinó el área de desarrollo social. En 2003 fue legisladora de la ciudad. Madre de tres hijos, Vidal ocupó la cartera de Desarrollo Social de la ciudad en 2008 y, en 2011, Macri la eligió como compañera de fórmula para su segundo mandato, al que accedieron en segunda vuelta.

Pero, desde 2005, Vidal había comenzado a acercarse a la provincia: integró el quinto lugar de la lista de Pro para la Legislatura bonaerense, pero no logró acceder. Desde hace dos años, recorre la provincia sistemáticamente. Tras una puja interna con el intendente de Vicente López, Jorge Macri, el líder de Pro se pronunció finalmente por ella como única precandidata a la gobernación.

En Pro están seguros de que si se mantiene la polarización de Macri con el kirchnerismo, Vidal podrá beneficiarse con un gran caudal de votos.