En Londres se realizó Ecobuild, la feria y congreso más importante a nivel mundial sobre la temática de la arquitectura sustentable. Este evento reúne a miles de interesados no sólo atraídos por las nuevas tendencias en cuanto al diseño, sino también para conocer la actualidad y dinámica del sector, de la mano de destacados expositores del ámbito político, académico y profesional.
Hablar de sustentabilidad obliga a aplicar distintas acciones de mejora sobre la base de tres pilares del desarrollo humano: lo social, lo medioambiental y lo económico, sin olvidar que de la correcta interrelación de nuestros actos se fundarán sociedades más justas y equilibradas. En lo formal, las soluciones y novedades que ofrece un mercado de materiales y productos sustentables contribuirán en una mejora en el impacto negativo que producen las construcciones y su gestión en el tiempo sobre el medio ambiente y los ecosistemas. Ya no se discute si una nueva construcción, rehabilitación o intervención deben concebirse bajo parámetros sustentables. La disputa quedó perimida y en el olvido, lo que dio lugar a una ley empírica, que si bien todavía no se ha inscripto en ningún manual de índole legal, el propio mercado la convalida. Esta voluntaria percepción sobre los usos y costumbres de la arquitectura sustentable trasciende los formalismos de la certificación bajo los sellos Breeam, LEED, Casbee y Green Star, entre otros, para retomar por un nuevo camino y promover la aplicación de soluciones que conlleven a un equilibrio planetario, más allá de impulsar como único y excelso objetivo las construcciones certificadas.
Hoy, la discusión se plantea en el campo de la eficiencia, tanto en la reducción de los consumos energéticos como en la menor generación de CO2. Bajo un enfoque holístico, desde el plano particular se inspira el diseñar para deconstruir pensado en el uso racional de los materiales, su reutilización y reciclado, y en el supuesto de su disposición final que éste sirva como nutriente y contribuya con el ciclo regenerativo de la naturaleza.
Por lo tanto, el cambio climático, la menor disponibilidad de recursos, la degradación medioambiental y las variables económicas son algunas de las razones de importancia para un riguroso llamamiento a una corrección en las costumbres de consumo y el cuidado de los servicios de la Tierra.
Danilo Antoniazzi