Una de las arterias más emblemáticas de la Ciudad de Buenos Aires ofrece oportunidades de inversión que merecen ser analizadas
El mercado inmobiliario actual, con sus vaivenes e incertidumbres, continúa ofreciendo al público ávido de inversiones un panorama alentador en algunos nichos del mercado. En un extremo podemos encontrar opciones de inversión en departamentos de 30 m² que se ubican en valores históricamente bajos de entre US$30.000 y US$40.000 en barrios como San Telmo.
Y ahora podemos afirmar que, para otro perfil de inversor, las propiedades sobre la avenida Del Libertador se han convertido en un foco de consulta permanente. Estamos hablando de departamentos, por fijar una zona, ubicados desde Federico Lacroze hasta Dorrego, que en otros momentos rondaban los US$800.000 (con superficies promedio de 200 m²).
Siempre se trató de un corredor cotizado, que fue buscado por un selecto público que podía hacer frente a esos valores. Y una zona que históricamente estaba “cartelizada”, con la presencia de las inmobiliarias más importantes del lugar. Y donde las firmas más pequeñas rara vez podían participar.
Estamos hablando de departamentos que acompañan los momentos de bonanza o de crisis del país. Es decir, en momentos en los que al país le va bien (pocos) esos departamentos se venden y formar parte del mercado habitual de compraventa. Pero que cuando el país atraviesa un período de crisis (muchos) son unidades que cuestan ser vendidas a sus valores habituales.
Hoy, tras una fuerte pandemia, que afortunadamente la estamos pasando, nos encontramos con un nicho de mercado que se convirtió, para cierto público selecto, en una oportunidad.
Para traducir este momento en imágenes, se puede recurrir a la película Corazón valiente, en la que el protagonista lidera a su ejército y les indica cuándo es el momento preciso de atacar. En ese “esperar” notamos que en ese corredor aparecen cada vez más departamentos a la venta con diferentes valores. Y también aparecen carteles de alquiler.
Hay quienes no creen que sea momento de inmovilizar medio millón de dólares porque están convencidos de que las propiedades van a seguir bajando de precio. Pero, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo esas propiedades van a bajar de precio?
El perfil de sus propietarios suele ser el de una persona a la que no le afecta su economía el mantener durante un tiempo en venta su propiedad a valores que considere razonable. Sin embargo, esos propietarios han entendido que deben bajar los precios porque el mercado no está dispuesto a pagar los valores que mantuvieron durante años.
Es así que hoy encontramos, como decíamos antes, departamentos que solían estar en US$800.000 en precios que se ubican en el orden de los US$500.0000. Es decir, por lo menos un 35% más bajo. E incluso, en muchos casos, escuchando contraofertas. Esto se da porque algunos de esos propietarios decidieron irse del país, otros realmente tienen la necesidad de achicarse y otros quedaron en manos de herederos quienes no quieren hacerse cargo de unos gastos fijos tan altos: son departamentos que suelen tener expensas que oscilan entre $60.000 y $80.000.
Muchos de esos departamentos están a la venta hace tiempo. Algunos tienen el cartel de venta previo a la pandemia y son quienes comprendieron que tienen que bajar el precio. Otros han entrado al mercado durante o pospandemia.
Dicho todo esto, nos estamos encontrando con una posibilidad, para muchos, de avanzar, de atacar, a estas propiedades. Como el William Wallace protagonizado por Mel Gibson, es el momento de alertar: “¡Es ahora!” Y es muy buen momento ahora porque el mercado se ha convertido, de alguna manera, en un gran oyente de ofertas. Cosa que, en otros momentos, tal vez, no pasaba.
Argentina siempre fue cíclica y una mejora en la economía es inminente. Sea producto de un cambio de gobierno o sea producto de que el gobierno, realmente, empiece a dar señales de vida desde el punto económico. Hoy, quien compre un departamento de 200 m² en la avenida Del Libertador en los valores ya mencionados, va a hacer un excelente negocio cuando la Argentina se restablezca y pueda generar una mejora en su economía. En ese momento, estas unidades que mencionamos volverán a sus valores históricos.
No hay que dormirse y atacar en el momento indicado. Y el momento indicado es ahora.
* El autor es director de la inmobiliaria Depa