Las consultas se concentran en departamentos de dos y tres ambientes mientras que el metro cuadrado tiende a la baja
Febrero ya está por terminar y el avance de la campaña de vacunación devuelve de a poco los estudiantes a las aulas con la presencialidad universitaria. Durante estos años, los alumnos universitarios cursaron desde sus casas pero ahora es hora de que vuelvan a las instituciones. Entre ellos están los que abandonan sus hogares familiares en el interior del país y se mudan a la ciudad de Buenos Aires para estudiar.
Son sus familias las que, ante el apuro de volver, elevaron la demanda de departamentos en la ciudad para sus hijos. “Estamos notando que en los últimos meses aumentaron notablemente las consultas de personas del interior del país, demostrando interés en la compra de departamentos de categoría en barrios como Recoleta, Palermo o Puerto Madero”, señalan desde la inmobiliaria L.J. Ramos en un informe.
Además de este público, el resto de la demanda también marca una preferencia. “Existen muchas consultas para departamentos de dos y tres ambientes con valores que van de los US$250.000 a los US$350.000. Varias unidades que nunca estuvieron en el mercado, lo están por primera vez y es posible para los compradores encontrar departamentos en edificios donde rara vez se vendía una propiedad”, afirman.
A nivel general, observan que así como subió en los dos últimos años la oferta de propiedades usadas, el año pasado también ascendió la de unidades a estrenar. Analizan entonces que existe en oferta una cantidad proporcional de los departamentos de uno a tres ambientes pero sí salen de la media los de más de cuatro ambientes que empezaron a ponerse más a la venta. Esto podría deberse a que las familias que viven en departamentos de estas dimensiones se mudaron a casas en el verde suburbano con dimensiones similares pero una calidad de vida diferente.
En términos de concreción de ventas en la ciudad de Buenos Aires, la cantidad registrada de escrituras el año pasado mostró una mejora interanual del 10,3% y si bien superaron a las operaciones realizadas en 2019 todavía no logran pasar el límite de las del 2018. En este último año empezó la caída del valor de venta del metro cuadrado en la Ciudad, tendencia que se mantiene este año “apalancada por la mayor oferta disponible y la escasez de la demanda”, según el informe.
En cuanto a la sobreoferta, desde la inmobiliaria evalúan diversas variables que pueden causarla. “Durante la pandemia hubo mucha gente, principalmente familias con hijos, que decidieron mudarse a zona norte, incluso algunas familia se fueron a vivir al interior o al exterior. También influyó en el aumento de la oferta la Ley de Alquileres, con la que ni los propietarios ni los inquilinos se sintieron cómodos. Los propietarios no tienen confianza de alquilar a tres años con ajustes anuales, si no es a valores iniciales que les permitan no quedar desfasados a lo largo del tiempo. Muchos prefieren volcar esos productos a la venta, generando más oferta en este sentido”, finaliza la directora.
Los precios en los barrios más consultados
En cuanto a los barrios por los que más se consulta por las familias de estudiantes, Recoleta es el que demuestra una oportunidad por una baja en el valor de venta del metro cuadrado, en consonancia con la tendencia que se ve en la ciudad de Buenos Aires, y el precio de publicación muestra ser cada vez más real. Según la inmobiliaria, el año pasado el metro cuadrado promedio llegó a los US$2750 para una unidad de tres ambientes usada en buen estado. Allí creció un 4% interanual la oferta de departamentos grandes de más de cuatro ambientes y los usados predominan al ocupar el 80% de la oferta.
Mientras tanto, en Palermo se pueden encontrar mayoritariamente inmuebles de uno y dos ambientes con un precio por metro cuadrado a la baja que ronda los US$2770. El cambio de tendencia más relevante en este barrio es el crecimiento de departamentos a estrenar que aparecieron en el mercado, ya que en 2020 sólo representaban un 26% y el año pasado ascendieron al 41%. “Hoy el valor metro cuadrado de cierre llegó a un punto de equilibrio”, opina María Cecilia Elejalde, directora de la sucursal Recoleta de L.J. Ramos.