Las mudanzas siempre fueron una de las situaciones más estresantes en la vida de un ser humano. El cambio de una casa o de un departamento suele cobijar ilusiones y a la vez un sinfín de incertidumbres y miedos que llegan de la mano de lo desconocido. A estos últimos se le suman los recuerdos y las añoranzas por lo que se deja pero la emoción por lo que llega. El cambio de hogar es toda una aventura. “Los servicios de las grandes empresas de mudanzas cambiaron mucho. Nuestra función es escuchar, dar contención y acompañar este proceso que no siempre es del todo feliz, ya que, muchas veces se ven obligados a dejar el hogar fruto de una separación, la muerte de un ser querido o la partida de sus hijos. Y, en estos casos, lo que rodea a este proceso es un sentimiento de tristeza”, explica Jorgelina García, gerente de Verga Hermanos.
La pandemia, sin dudas, complicó aún más las cosas para los usuarios, a los que en muchos casos se les sumaron, a la angustia por los cambios, los temores por el posible contagio de Covid-19. “Esto representó un gran cambio para todos. Para la empresa no sólo se tradujo en una mayor actitud de contención a los clientes, sino que además debimos seguir al pie de la letra los distintos protocolos sanitarios. Entendemos que el factor principal está en el cuidado del personal y en la ventilación de los elementos que trasladamos. De ese modo, desde abril que arrancamos nuevamente con la actividad, hacemos que los 55 empleados que trabajan para la firma se movilicen sin utilizar el transporte público. Además, cada empleado debe hacer el aclarado de zapatos con enjuague sanitizante (desde el camión hasta el domicilio)”, comenta García.
Georgina Casuscelli, gerente de la sucursal Nordelta de L.J. Ramos, afirma que “una mudanza a muchas personas las suele agobiar. Para que eso no suceda, recomendamos que se apeguen a una planificación determinada que se pueda adaptar a sus tiempos y responsabilidades. Y que, en lo posible, no encaren este proceso de manera individual”.
Para facilitar este tránsito, los especialistas sostienen que lo más aconsejable es comenzar a proyectar la mudanza con 40 o 45 días de anticipación. Estos plazos le permite a la gente planificar y vivirlo de una forma más relajada. “El trabajo más fuerte comienza cinco días antes, cuando la empresa hace entrega de las cajas y canastos. En muchos casos, para facilitar la labor, enviamos a algún embalador dos o tres días antes para que asesore a los clientes y puedan comenzar con los preparativos”, cuenta García.
¿Cuánto cuesta?
Actualmente el mercado ofrece una gran variedad de servicios. El más usual es el denominado básico o estándar: el más sencillo y económico. La empresa entrega cajas de cartón con unos días de anterioridad y es el cliente el que realiza el proceso de embalaje y rotulado identificatorio por ambiente (cocina, baño, living, dormitorio, etc.). “Para facilitarle la tarea nosotros ofrecemos una planilla virtual, que los clientes se pueden descargar desde nuestra página web, que cuenta con una serie de recomendaciones precisas para organizar la mudanza. El servicio más económico para un departamento de dos ambientes tiene un valor de $40.000 con IVA y seguro incluido”, comenta García. En el caso de querer sumar un embalador profesional para el guardado de los objetos frágiles (vajillas, vasos, copas, etc), se estima que por medio día de trabajo se incrementa el valor del servicio unos $15.000. “Para aquellos que quieren quitarse todas las preocupaciones y poder disfrutar de un servicio llave en mano o premium -prestación en la que el personal embala y desembala en el destino los objetos personales, siempre ante la presencia de un cliente o de un supervisor de tareas encargado por la firma- el costo total, con traslado, IVA y seguro incluido, ronda los $80.000”, concluye García.
¿Cómo calcular los tiempos?
Cuando se trata de una mudanza de un departamento de uno o dos ambientes se recomienda comenzar con el embalaje no menos de una semana antes del momento del traslado al nuevo domicilio. En el caso de contar con más ambientes se va sumando entre uno o dos días por cada cuarto que se sume.
¿Cómo planificar?
“Los tiempos previos a una mudanza son un momento ideal para desprenderse de todo aquello que no se necesita o que no se usa desde hace muchos años. Esta clasificación previa resultará vital para poder hacerse de los elementos necesarios para llevar adelante el embalaje (cajas, cintas adhesivas, marcadores, etiquetas, bolsas transparentes, cartón corrugado, rollo plástico con burbujas para envolver objetos delicados, etc)”, dice Casuscelli. Y un día antes de la mudanza resulta conveniente armar una valija por cada miembro de la familia con su ropa y sus artículos de higiene personal para poder utilizar durante los primeros días en el nuevo destino.
"Los tiempos previos a una mudanza son un momento ideal para desprenderse de todo aquello que no se necesita o que no se usa desde hace muchos años"
Georgina Casuscelli, gerente de la sucursal Nordelta de L.J. Ramos
¿Cómo organizar las cajas?
- Las cajas pequeñas suelen utilizarse tanto para libros como para CDS o DVD
- Las cajas medianas son las que se destinan para batería de cocina, vajilla, cristalería, etc. Éstas deben tener un colchón compacto de papel de diario abollado en el fondo. Los platos y las fuentes deben estar envueltos en forma individual y colocados en posición vertical. Al terminar, la fila colocar otro colchón de papel abollado y poner los objetos de menor porte. Si se guardan copas, deben estar acostadas y cuidando que queden juntas entre sí. Antes de cerrar la caja es conveniente poner otro colchón de papel.
- Las cajas grandes sirven para guardar ropa, sábanas, mantelería y cortinas.
- Un consejo que comparten todos los especialistas es que las cajas jamás deben llenarse más de tres cuartas partes.
- En el caso de los muebles, se recomienda protegerlos con papel film. Esto evitará que durante el traslado sufran rayaduras, golpes y hasta imprevistos a causa de cuestiones climáticas.
- ¿Qué guardar primero? Para encarar este proceso de guardado es importante comenzar por todo aquello que menos se utiliza. Por ejemplo, en el caso de la ropa, es conveniente empezar por la de contra estación, luego seguir por las puertas altas de los placares, la buhardilla, el escritorio, los libros, los juguetes de los niños, etc.
- ¿Qué es lo último que se embala? Es importante dejar a mano y bien identificados en una o varias cajas los artículos de primera necesidad. Estas cajas deben ser muy visible y estar muy bien rotuladas, ya que serán las primeras a desembalar en el nuevo destino.
Tip extra: botiquín de mudanza
Es importante confeccionar un botiquín que quede a mano durante todo el proceso de embalaje y desembalaje, dado que estas acciones pueden ocasionar lesiones cutáneas. Éste debería tener los posibles medicamentos y elementos sanitarios que los miembros de la familia pueden llegar a necesitar en caso de urgencias
Niños y mascotas
Es fundamental que en caso de tener hijos y mascotas, el día de traslado ellos puedan estar al cuidado de un adulto en un entorno tranquilo, fuera del riesgo y el estrés de la jornada de mudanza.