Crean una app creó para resolver situaciones de la vida cotidiana en countries y consorcios
El universo fintech avanza a paso firme sobre áreas de la vida social antes insospechadas. Más allá del fortalecimiento del ecosistema de pagos, el crowdfunding y los exchanges de criptomonedas, startups como Miiii muestran la capacidad de la tecnología para transformar -y mejorar- la vida de las personas. Creada en 2015, Miiii nació con un modelo pionero para la gestión de la vida en comunidades cerradas. La app se implementó por primera vez en Puertos, uno de los desarrollos de Consultatio, la empresa insignia de Eduardo Costantini. La app permitía integrar en una misma plataforma el ingreso de los invitados, la reserva de espacios comunes y comunicaciones del barrio con sus vecinos. Pronto se agregaron más funcionalidades como un marketplace de usados o anuncios de servicios domésticos, pero el cambio fundamental llegó con la incorporación de módulos transaccionales integrados a su propia billetera electrónica. Ya no solo se podía reservar una mesa en un restaurante sino pagar la cuenta y, tras un acuerdo con Itaú, pagar expensas con descuentos y beneficios exclusivos.
La transformación de Miiii en una verdadera fintech implicó una apertura del modelo de negocio. Las soluciones de la vida cotidiana en los barrios cerrados donde operaba se extendieron primero a los consorcios y luego llegó a comunidades aún menos cerradas. Clubes, hoteles, barrios convencionales e incluso comunidades de afinidad sin límites geográficos como aficionados a las motos, al vino u otros intereses. La apertura ya se efectuó con la extensión de la zona de influencia de los countries: negocios y restaurantes cercanos se sumaron al ecosistema Miiii con códigos QR y beneficios exclusivos para la comunidad. En el fondo, además de la simplificación y eficiencia de los vínculos sociales, se destacan sus beneficios en seguridad y baja de los costos. La app es gratuita para todos: usuarios, comerciantes y administraciones, solo percibe una comisión mínima por las transacciones que se realizan en su billetera virtual.
Matías Huala, CEO de Miiii, explica que sus soluciones “no solo les resuelve la gestión de los pagos a los administradores, sino que centraliza y hace más eficientes las comunicaciones con su público, tanto para consorcios o potencialmente hoteles o clubes. Y eso aplica tanto para mensajes generales como para situaciones particulares. Optimiza la gestión de reclamos y su seguimiento a través del backoffice lo que agiliza los procesos de resolución”.
Un punto crítico de la arquitectura de la plataforma es la habilitación de terceros para ingresos o permisos especiales. Las personas pueden invitar a cualquiera de sus contactos en un día determinado, quienes reciben la invitación con un formulario para completar. Este incluye una foto, que el residente o miembro recibe para confirmar la identidad de su invitado. Una vez validada la información, queda registrada en el control del acceso para que los invitados ingresen rápido y fácilmente escaneando un código QR.
Del mismo modo, la administración del dinero demostró resultados prometedores en los barrios cerrados donde opera Miiii. Uno de los features más destacados por los usuarios es la posibilidad de que sus hijos realicen sus pagos a través de la aplicación, lo cual les permite evitar el uso de efectivo (y su inseguridad) y además controlar sus gastos. Lo mismo ocurre con los gastos corrientes a cargo del personal de servicio, que permite una gestión más transparente y segura.
Así como los barrios cerrados históricamente incorporaron criterios y herramientas de gestión empresariales y de otros ámbitos, plataformas como Miiii trasladan muchos de sus beneficios a comunidades abiertas. La creación de grupos de confianza, el refuerzo de la seguridad e incluso la gestión de gastos compartidos tienen el potencial de mejorar los vínculos sociales en otros ámbitos.
Según considera Huala, la integración de los módulos transaccionales con la comunicación dentro de la app robustece la experiencia de usuario y enriquece las posibilidades de interacción. “En la publicación de novedades, tenemos medido que el mail no tiene buena recepción. Se pueden implementar mensajes directos con botones de pago o descuentos exclusivos, e incluso notificaciones push”, explica.
La acelerada digitalización de la pandemia reconfiguró los modos de habitar los espacios y relacionarse con las personas. El universo fintech muestra que esos cambios recién están empezando.
El autor es el creador de Miiii