Los desarrolladores esperan noticias de María Eugenia Bielsa, la mujer que manejaría la política habitacional del próximo presidente, para recalcular sus estrategias de negocios. Mientras algunos se animan a buscar oportunidades de tierra en medio de la tormenta. Hay menos competencia a la hora de negociar terrenos y también mayor flexibilidad por parte de los dueños de esos predios. "Los constructores están adquiriendo tierra pero sin desembolsar dólares, ni pesos. Lo hacen con canje, ofrecen desde metros futuros hasta de otros emprendimientos más avanzados y hasta unidades usadas por la baja renta que están dejando los alquileres", relata Mabel Korn, vicepresidente de la inmobiliaria homónima.
El objetivo es estoquearse para cuando retorne el viento de cola para el sector. Después de todo, las crisis pasan, la tierra siempre es un bien escaso y el ladrillo es resguardo de valor. Es que si bien los proyectos hoy están guardados en los cajones de los escritorios de los desarrolladores, en la cámara sectorial ya piensan en un programa para reactivar la construcción de viviendas. Damián Tabakman, titular de la Cámara, linkea el tema con los problemas en el sector de los alquileres y plantea una solución que implique no solo alquileres más accesibles, sino inversión y empleo. "Aumentar la oferta de viviendas nuevas es clave para reactivar la actividad de la construcción, de canalizar el ahorro de miles de argentinos que compran dólares y de hacer que vuelvan a comprar ladrillos", analiza y aclara que "el proyecto de ley apunta a resolver lo urgente, que es el problema de los inquilinos. Pero si no se trabaja sobre la oferta, nos vamos a encontrar con un problema de frazada corta".
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