Construcción sustentable, el futuro es hoy

Mientras algunos sectores del mercado local aún dudan de apostar a la sustentabilidad, el mundo desarrollado camina, lejos, hacia otros rumbos. La construcción sustentable mira el largo plazo y, al mismo tiempo, nos enseña que en el día 1 de una obra aparecen ya los beneficios. Entre ellos, el descenso de los costos operativos (se calcula que bajan un 13,6% en construcciones nuevas y un 8,5% en edificios existentes), el incremento del valor del edificio y el Retorno de la Inversión (ROI), que mejora un 9,9% en nuevas y un 19,2% en existentes.

Los ciudadanos de los países que apuestan a la construcción sustentable también han entendido que no debe existir vuelta atrás. Por eso, el índice de ocupación de estos edificios se incrementa un 6,4% en construcciones nuevas y un 2,5% en edificios existentes. Además, haciendo bien las cosas, los plazos de obra se optimizan entre un 10 y 20 por ciento.

¿Qué está haciendo el mundo, concretamente, en edificios residenciales sustentables? En general se opta por edificios bajos, alturas de techos que maximicen la luz, orientaciones que capitalicen el horario solar, la ventilación, las vistas; la inclusión de áreas verdes con colección de agua de lluvia, las terrazas verdes, los sistemas ozone friendly y la cuidada selección de los materiales de construcción.

Medir de modo inteligente los servicios, reutilizar el agua y optimizar la eficiencia energética son algunos de los pilares de esta revolución que ya dio grandes frutos.

Las conclusiones son contundentes:

• Un diseño inteligente ahorra más energía que cualquier tecnología.

• Fijar los objetivos el día uno e involucrar a todas las partes del proyecto ahorra tiempo y costos, y mejora la calidad del producto final.

• Integrar el concepto de sustentabilidad en cada etapa, aunque no se busque una certificación, optimiza el proceso de diseño y construcción.

• La detección temprana de potenciales impactos en el medio ambiente para prever las medidas de mitigación ahorra costos y minimiza riesgos.

Eduardo Spósito