Los bares y restaurantes más cool para conseguir likes en las redes

Las redes sociales son parte fundamental de cualquier emprendimiento. En el caso de los locales gastronómicos, hay quienes saben construir ambientes en los que los mismos clientes aportan a la difusión a través de imágenes que se multiplican.

Una bañadera-pelotero, espacios con espejos y luces de colores y hasta un antiguo teléfono público se ganan todos los likes en Lado V, un local plant based en Palermo en el que es difícil encontrar un ángulo que no sea instagrameable. Santiago Olivera, uno de los socios, cuenta que Lado V apunta a un público joven y desde el primer momento tuvieron en cuenta su atractivo para sacarse fotos. “Me gusta decorar con luz y convocar a distintos artistas con diferentes técnicas para ir planteando sectores. Como soy fotógrafo, lo hago naturalmente, y cuando encaro un proyecto me gusta hacerlo desde esa perspectiva.”, afirma. En este sentido, cuenta que cuando armaron el local, decidió recuperar un viejo depósito que había en el bar e iba a ser tapiado, para convertirlo en un cuarto para sacarse fotos. Hoy, dice, se forman largas filas para hacer click ahí. Todo un acierto.

Además, a la vanguardia en redes y sin perder detalle, Olivera señala que, a diferencia de los locales que piensan en “spots instagrameables”, la propuesta de Lado V es crear un espacio dinámico, y cada cuatro meses aproximadamente van rotando escenografías.

Con una estética única que -tal como su nombre sugiere- evoca momentos de relax y vacaciones, Enero, se impone como un espacio en el que el color y la buena energía se comparten en redes. “Pensamos en respetar la naturaleza y crear un espacio que conviviera con ella. Por eso, los árboles que tenemos dentro del local permanecen aún y nuestra decisión fue no tocar las partes naturales de Enero. Sumamos muchas plantas adentro y afuera e hicimos que la naturaleza nos invadiera” dice Toto Lafiandra, dueño y cofundador de Enero, quien cuenta que desde el primer momento dieron importancia a las redes y el carácter “instagrameable” del local.

El foco de Enero es transportar a sus comensales al sentimiento de estar de vacaciones. “Queríamos crear un espacio que relajara y llevara a otros lugares del mundo. La decoración del local es una mezcla bien cosmopolita, con aires de Río de Janeiro, Tulum o New York. Detalles de cristalería, mobiliario con materiales sofisticados, vegetación, caireles y la presencia de dorado y plateado hacen de la atmósfera un sitio premium sin salir del relajo y las vacaciones como ‘status mentis’”, afirma Lafiandra, y señala que bajo esa mirada, generaron espacios vanguardistas donde predominan empapelados diseñados con tramas exclusivas, neones y animales. La cuidada propuesta propició, sin dudas, espacios para tomar fotografías que ganan seguidores en redes.

El arte, sin dudas, también convoca miradas. Ailin Malimowcka es directora creativa e interiorista de Oleada, un restaurante mexicano en el que cada detalle está pensado cuidadosamente. Cuenta que la idea fue transmitir una experiencia orgánica que fusionara el mar y el desierto. Para eso utilizó una paleta que incluye un terracota inspirado en el pueblo San Miguel de Allende en México, que convive con el azul profundo del mar, ambos colores presentes en mesas, sillas, paredes, barras y su piso de madera. Además, todos los detalles de decoración fueron realizados a mano, un plus que se refleja en redes.

“Lo pensamos con la idea de sorprender a las personas con nuevas propuestas, principalmente desde el arte, buscando intervenciones y colaboraciones con artistas frescos, que terminaron siendo un gran punto de encuentro para las personas que comenzaron a reconocer estos espacios en redes sociales y se acercaban no sólo por la comida y el diseño, sino para sacarse fotos en esos rincones”, dice Ailín, y destaca, por ejemplo, el techo del salón principal, que se encuentra intervenido artísticamente por una estructura de una ola realizada con ramas de mimbre. Otro de los focos fotográficos del lugar, señala, son los cactus de tres metros de alto realizados con hierro y arpillera, una decoración que suma likes.

¿Qué buscamos cuando scrolleamos sin cesar? Imágenes que evoquen calma y apunten al placer de los sentidos. En esta línea, en Bajo Martínez, el restaurante Tribu también suma spots fotografiables, no sólo por las vistas sino por su decoración, que lo convierte en un remanso donde dejarse llevar disfrutando de los mejores sabores. “Pensamos siempre en el concepto de un lugar cálido, que tenga que ver con la conexión con el río, lo verde y con ese escape que la gente busca. Nuestra idea es que la experiencia transmita paz y relajación.

La idea de sentarse en un camastro y estar algunas horas frente al río tomando un trago y comiendo algo de tapeo es algo que nos fascina y que a la gente le gusta mucho”, dicen desde el local, apuntando que la gente va directo a sacar fotos y videos, especialmente de los camastros, que transportan a la playa, las mesas que tienen nombres y por último, la barra inca. Se trata, sin dudas, de construir ambiente, y las redes lo reflejan.