Milberg Offices busca captar empresas de servicios y profesionales
El crecimiento del partido de Tigre se advierte a simple vista. Nuevas propuestas en el ámbito inmobiliario se inauguran constantemente.
Hace pocos días se presentó Milberg Offices, proyecto de oficinas clase A, en la calle Chingolo, muy cerca de los barrios Isla del Sol y La Escondida, en la zona de Rincón de Milberg, a pasos de la Panamericana ramal Tigre y la avenida Liniers.
El acceso es muy ágil; está ubicado en un entorno natural, vecino al arroyo aliviador del lugar. Para su construcción se invirtió un millón de dólares.
Kraftwelt Argentina, empresa a cargo del proyecto y la dirección de obra, diseñó un edificio de 1800 m2 y 29 oficinas, en las que a través de una estructura moderna se genera un ambiente laboral ameno. El desarrollo está a cargo de F&F (Francisco Díaz Romero y Fernando Valle) y la estructura fue pensada para poder unificar dos o más oficinas, formando plantas libres.
"Este emprendimiento (un fideicomiso al costo) se realizó en su mayoría con el respaldo económico dado por un grupo de inversores cuyo objetivo es obtener un retorno económico a través de la renta o venta de las unidades. Este grupo en gran parte optará por la renta; por lo tanto, varias oficinas están hoy en alquiler (entre 12 y 13 dólares el m2 Entre los posibles candidatos hay compañías de seguros, estudios de abogados, consultorios médicos y psicológicos, obras sociales, prepagas, empresas de sistemas y de TV, por ejemplo", opina Díaz Romero, de F&F.
"El otro grupo de respaldo económico que será usuario final está integrado por la inmobiliaria Mieres, una licencia de Pilates y Power Plates, probablemente nuestra oficina de F&F Desarrollos, un consultorio que compartirá un grupo de médicos y una escribanía", agrega.
Kraftwelt, que pertenece a los arquitectos Daniel Stinchi y Claudio Fraga, diagramó oficinas desde 45 m2 hasta 90 m2, dispuestas en dos plantas de 900 m2, además de 31 cocheras destinadas a aquellos que ocupen Milberg Offices y nueve de cortesía.
Con respecto al diseño, los arquitectos optaron por una figura semicircular que se vuelca de igual forma hacia la calle Chingolo y el lateral del arroyo aliviador. "Se optó por una geometría simple, resuelta con hormigón y vidrio. La planta baja es semicubierta, con aleros de gran extensión y algunos elementos puntuales de sostén a manera de mástiles. Las fachadas se definieron con una piel de vidrio tonalizada en la gama de los azules, que integra el sector de las oficinas centrales de piso a techo, lo que permite el reflejo de la vegetación", explica Stinchi.