La triste realidad de quienes sacan un crédito

Después de un año de récords, mayo dio la prueba concreta de un mercado que se está enfriando. El número de escrituras en la ciudad de Buenos Aires aumentó un 15,5 por ciento contra igual mes de 2017, las operaciones bajaron un 1,5 por ciento respecto de abril, y las realizadas con crédito, un 26,9 por ciento intermensual. Los números no hacen más que poner en evidencia la realidad: el sector resultó fuertemente afectado por una devaluación de alrededor del 60 por ciento en lo que va del año. Y la foto de compradores y vendedores desencontrados por la volatilidad cambiaria, el aumento de las tasas de los créditos y de los ingresos que piden los bancos.

De hecho para acceder a la misma propiedad hoy se pide un 170 por ciento más de ingreso que el año pasado. Un caso concreto: un tomador de una hipoteca por $11 millones que en abril había negociado una tasa del 5,5 por ciento + UVA con una entidad privada, en julio tomó el crédito con una tasa del 8 por ciento + UVA, y como si fuera poco, la cuota mensual se disparó de $55.000 a $93.000 y el plazo de 15 a 20 años.

La mala noticia es que las perspectivas tampoco son alentadoras: "Tememos que en junio se pronuncie la caída porque la suba del dólar fue mayor. El panorama hace que el tomador de crédito desista de seguir con el trámite y espere más calma", confiesa el presidente del Colegio de Escribanos, Claudio Caputo. Hay que tener en cuenta que las escrituras venían creciendo un 30 por ciento mes a mes y en abril último un 48 por ciento respecto de abril de 2017. "El aumento interanual ya se desaceleró y lo va a seguir haciendo hasta que quizás algún mes del segundo semestre dé negativo", finaliza. José Rozados, director de Reporte Inmobiliario.