Transcurre un año sumamente complicado para las transacciones inmobiliarias y en particular para el segmento del usado, mientras que los que ofrecen fideicomisos al costo u obras desde el pozo se han posicionado mejor de frente a las oportunidades de este negocio, que tiene vertientes interesantes, dignas de explotar, y cuyos resultados podrían ser muy atractivos en otros escenarios.
Los barrios del otro lado de la General Paz y todavía en sucesivas etapas de desarrollo alientan con promociones, en pesos y cuotas la posibilidad de adquirir lotes, como un primer paso para luego pensar en construir una casa aunque sea pequeña, y depende de la lejanía con el Centro se plantea hasta la opción de pensar en mudarse de manera definitiva en lugar de vivir en un departamento pequeño o pagar un alquiler en un barrio céntrico. Y si hay que hablar de lotes, infaltables en esta época los que comienzan a promocionar en la costa, dentro de algunos barrios cercanos al mar, en los tramos más atractivos de la costa atlántica. Es cierto que estas decisiones de asocian con invertir en la tierra, como ocurre también en proyectos en el interior, de diferente magnitud y pensados para distintos presupuestos y a largo plazo. De algún modo, el que tiene ahorros tiene que tomar la decisión de ganarle a la inflación colocando el dinero en ladrillos.
En las zonas porteñas, según las cuadras y las ubicaciones, se suman de a poco nuevas obras; algunas muestran un crecimiento más lento de lo esperado, pero en definitiva hay que admitir que no se detienen y que finalmente, aunque hay que agruparlas dentro de un segmento muy estándar, se colocan como opciones que de a poco la demanda absorberá en forma gradual.
Pero el mercado está lento. Los protagonistas y líderes del sector analizan la situación, y frente a estas circunstancias se esfuerzan en transmitir la oferta actual y las oportunidades que existen actualmente, incluso hasta las de más alto nivel. Pero ellos no ignoran que la demanda está atemorizada y duda de tomar una decisión equivocada.
Por eso hoy más que nunca los brokers y developers tienen que extremar sus esfuerzos para asesorar con muy buena información lo que se puede comprar, y cuáles son los requisitos indispensables para que el comprador o el vendedor concreten su operación de la manera más exitosa posible. Todo un gran desafío.
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