El reacondicionamiento de unidades suma adeptos cuando se trata de revalorar y refuncionalizar propiedades; cuánto cuesta y qué marcan las tendencias
A pesar del estancamiento que experimenta el sector inmobiliario, algunas áreas del mercado se muestran en plena actividad. Una es la del reciclado de viviendas. Y en ese sentido, generalmente las propiedades reconvertidas son PH o viviendas unifamiliares con patios y departamentos de más de 100 m2, en edificios tipo racionalistas con más de 30 años y techos altos que permiten un uso versátil del espacio.
Las zonas de mayor demanda en Capital son Belgrano, Recoleta, Villa Urquiza y Palermo, mientras que en provincia los sectores favoritos son el cordón norte y sur en localidades como Florida, Vicente López, Banfield o Berazategui.
"En la tendencia de refacciones para viviendas de cierta antigüedad, los clientes tienen preferencias muy puntuales: habitaciones espaciosas, carpintería de estilo en madera y posibilidades de expandir la superficie ampliando o subdividiendo el espacio tanto en altura como en planta. Siempre, tratando de conservar el espíritu de la vivienda original y sabiendo que las de ciertos años necesitan cambiar todas sus instalaciones y mejorar los problemas de humedad", comentó la arquitecta Liliana Araujo.
En tanto, para el arquitecto Claudio Mazur, del Estudio +Ur, estas obras "implican renovar la calidad y las prestaciones de los espacios; además, en cada proyecto se rediseñan y remodelan los ductos húmedos, el baño, la cocina, y se actualizan funcionalmente e integran los espacios". Agrega que de esa forma "se pasa de dos dormitorios con un baño a uno en suite o integran la cocina, el comedor diario y la parrilla. Los espacios polifuncionales son una necesidad de la vida moderna, en los que las personas desarrollan varias actividades al mismo tiempo y sin que estén fragmentados mediante puertas o paredes".
Los materiales para cada intervención parten de la exigencia, el modo de vida, la creatividad del cliente y su presupuesto, pero los más usados son los denominados nobles con terminaciones naturales, hormigón visto, vidrio, maderas, piedras, cerámicas, alisado de cemento o porcellanatos rectificados. "La tendencia es combinar texturas dando a los espacios diversidad de climas. Sin embargo es importante encontrar en cada lugar algún elemento que hable de la historia. Revalorizamos los revestimientos especiales, como puertas y ventanas altas, maderas, vidrios, objetos, artefactos de iluminación, rejas, sanitarios vitrificados o fachadas propias de otras épocas. Siempre es interesante recuperar los pisos de pino tea por sus muy buenas propiedades como por la dificultad de conseguirla actualmente", comentó el arquitecto Javier Ugalde, del estudio A3 Luppi-Ugalde-Winter.
Otras opciones
La posibilidad de habilitar un espacio de vivienda como consultorio también permite distribuir de manera diferente el espacio. Para esto, según Araujo, "las dimensiones de los edificios antiguos favorecen la posibilidad de respetar las medidas necesarias para instalar consultorios con sus salas de espera apropiadas. Además, siempre es imprescindible evaluar una doble circulación y los espacios para las instalaciones que requieren los consultorios odontológicos, por ejemplo".
La planificación de estas obras implica estar siempre en contacto con el cliente y se da en tres etapas: el proyecto, donde se reúne el arquitecto con el cliente; el presupuesto, con la presentación de propuestas, y la ejecución de la obra. Es importante el equipo de trabajo y los proveedores con que cuenta el profesional, ya que permiten cumplir los plazos pactados y, en muchos casos, convivir con ellos mientras se realizan los trabajos.
Más allá de la planificación, durante la obra pueden surgir imponderables como elementos estructurales que no se ven a simple vista, conflictos de medianera o plagas en los materiales, o simplemente que el cliente modifique un material o una idea de diseño, lo que implica un replanteo del proyecto que puede trasladarse al presupuesto.
Ahora, ¿cuánto hay que invertir a la hora de reciclar? "Es muy difícil generalizar. Todo depende del estado de la propiedad sobre la que se opera y las elecciones del cliente. El reciclaje es un trabajo artesanal y puede ser muy económico o tener un costo muy alto", expresó Ugalde.
Reciclar o arreglar una vivienda implica una cuota de ánimo, paciencia, estrés y tiempo, además del dinero, y seguramente al finalizar la obra será un estímulo para los habitantes del lugar, porque el entorno cotidiano tiene su toque personal. Pero esto debe ser ejecutado por un profesional que conozca de arquitectura general, manejo del espacio, tecnología de materiales, ingeniería estructural e instalaciones, porque "tienen implicancias, más allá de la calidad del diseño sobre el objeto que se trabaja, estructurales y técnicas que no las maneja cualquier persona", concluyó Mazur.
Cuánto cuesta
Según la magnitud de la obra y la calidad de los materiales que se utilizarán
- 1 Estudio +Ur : reciclar parcial o totalmente una casa tiene un costo de unos $ 3000 por m2. Si se trata de un baño completo (de 1,60 x 2,50 m) sale unos $ 40.000 más IVA; una cocina (de 3,50 x 3,50 m), unos $ 50.000 más IVA.
- 2 Estudio A3 Luppi-Ugalde-Winter : entre 2800 y 3500 pesos por m2 para reacondicionar una propiedad. El baño completo cuesta unos $ 50.000, mientras que la cocina, alrededor de 120.000 pesos.
- 3 Arquitecta Liliana Araujo : los valores cambian según los costos de los materiales y qué quieren hacer los clientes con su propiedad. Por ejemplo, una cocina-comedor diario en un edificio antiguo (con intervención de instalaciones comunes), sin artefactos ni electrodomésticos, cuesta alrededor de 70.000 pesos.
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