Dedicar todos los días un breve tiempo para revisar los cascos del caballo es muy importante para su salud. Toda alteración que pueda ser origen de un dolor reduce mucho su capacidad para el trabajo, deporte e incluso la normal vida diaria. Es primordial que regularmente se deba verificar su estado realizando su limpieza y cuidado, porque los pies son esenciales para el funcionamiento del animal. Tanto en el box o el campo están en continuo contacto con diferentes superficies y además con elementos señalados como enemigos de su salud, como el amoníaco, la orina, las camas sucias, la materia fecal, el exceso de agua, etcétera. Diariamente y considerado como un trabajo de rutina del cuidado del animal que vive dentro de un box, los cascos deben ser examinados uno por uno para eliminar la suciedad o los restos de la cama que suelen acumularse a ambos lados de la ranilla, comprobar la posibilidad de presencia de heridas o contusiones, reconocer la integridad de la uña, poder constatar la presencia de rajaduras o grietas, buscar la presencia de elementos que puedan causarles heridas, comprobar el estado normal de las herraduras y de sus clavos. Su limpieza diaria evitará la acumulación de sustancias causantes de trastornos o infecciones futuras, y la aplicación de ungüentos o pomadas es propicia para mantener su estructura, facilitar su endurecimiento o su renovación.
En general el casco crece un centímetro por mes, aunque no en todos los animales tiene igual desarrollo; también está influido por varios factores, como por ejemplo la alimentación que recibe el animal. Por lo tanto en ese período se producen modificaciones que alteran su normal conformación. Cuando el caballo ha sido herrado, el cuidado diario debe centrarse en constatar la fecha para realizar el recambio normal (variable en cada animal), verificar si está correctamente afirmada, comprobar si existe un desgaste irregular de la herradura y cotejar los clavos observando que puedan estar flojos o a veces la ausencia de uno o varios. Cuando el caballo está suelto en el campo es crucial efectuar su control periódico para mantener su integridad y lozanía. El crecimiento excesivo suele ser, en ocasiones, la causa que las paredes del casco se agrieten y resquebrajen en su parte inferior, ocasionando dolores y una potencial infección. Si el casco ha crecido se aconseja el desvasado periódico para recuperar la forma normal del pie; de esa manera el caballo pisará normalmente y evitará posibles trastornos.
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