Contratar a alguien que se ocupe de buscar tu propiedad ideal, poder tener una renta vitalicia o ser parte de una inversión colaborativa, son algunas de las buenas nuevas en el sector
Decir que el mundo ya no es lo que era es una obviedad. Las costumbres están cambiando a pasos acelerados y las tendencias del mercado inmobiliario no se quedan atrás. Antes, para comprar una propiedad buscábamos un aviso clasificado en el diario local. Esto es del siglo pasado. Ahora es todo digital, pero debido a la sobreoferta de inmuebles encontrar una propiedad en precio y en condiciones de ser vendida hoy es más difícil que nunca.
Las inmobiliarias pujan por tener las primeras páginas de los portales, pero estar más visible no significa que el inmueble ofrecido esté en precio o en condiciones. Bueno, bonito y barato hoy es muy difícil. Es como entrar a una tienda llena de ropa y pretender encontrar las mejores prendas con el poco tiempo que se tiene para dedicarle. Para facilitar este proceso, en las inmobiliarias de primera línea existe un nuevo servicio profesional (como en la moda pero aplicado a las propiedades): el personal shopper (PSH)
1. El personal shopper
Es un asesor inmobiliario que se ocupa de encontrar la propiedad que el cliente busca. Suele tener a su alcance un mayor caudal de información y, además, sabe que muchos de los inmuebles que se venden en precio de mercado no llegan a ser publicados en los portales.
El servicio de PSH no tiene ningún costo adicional y ofrece la posibilidad de mostrarle al comprador todo lo que está a la venta dentro de los parámetros de su búsqueda. Estos inmuebles son previamente filtrados por condiciones necesarias para la compra, como por ejemplo:
- Papeles en regla. Hay muchos casos de viviendas que se encuentran en procesos de sucesiones, divorcios, embargos e inhibiciones que, por la falta de algún trámite, el inmueble no se puede vender de inmediato.
- Ventas supeditadas. Este servicio permite, también, saber de antemano si la venta está supeditada a una futura compra. En ese caso, el cliente puede decidir qué hacer.
- Planos del inmueble. En muchos casos a las propiedades se le suman metros construidos que no están en los planos. Éste suele ser el caso de las unidades tipo casa, las cuales -en muchas ocasiones- tienen construcciones no autorizadas y que no figuran ni en los planos ni en el título de propiedad. Un factor que influye directamente en el valor del inmueble.
- Precio venta. En la actualidad, existe una gran distorsión en los valores publicados. Por eso resulta vital saber ante qué tipo de vendedor se está y características este tiene, por ejemplo, sí está dispuesto a escuchar ofertas o no. Esto evita una gran pérdida de tiempo a la hora de las negociaciones.
- Tours virtuales. Videos del inmueble que suelen facilitar la toma de decisiones al comprador y ayudan a economizar el tiempo a la hora del cierre de las operaciones. Reduciendo las visitas al inmueble a una sola.
Otra de las ventajas que ofrece el PSH es la posibilidad de contratar una pericia técnica de todas las instalaciones del departamento para saber bien qué estamos comprando. A esto también se le suma la opción de poder contar con un presupuesto de reparación, pintura, decoración y amoblamiento.
El PSH tiene una base de datos de los inmuebles a la venta de su propia inmobiliaria, de los dueños directos y de los colegas del mercado. Contratar este servicio es tener un profesional trabajando todos los días para encontrar la propiedad que se ajuste a sus requerimientos, y sin ningún costo adicional.
2. Renta vitalicia
Se paga un monto mensual en dólares equivalente al valor de la propiedad y el tiempo posible de uso. Esto es ideal para personas mayores que quieren disfrutar del dinero ahorrado en su inmueble. La renta continuará hasta el fallecimiento de los propietarios. Otra opción es vender y cobrar el 100% del valor y acordar un alquiler. También existe esta posibilidad en los inmuebles comerciales, ya sean galpones, oficinas, locales. Muchos clientes necesitan hacerse del efectivo generado por la venta del inmueble, pero quieren seguir operando allí y están dispuestos a pagar una buena renta por ello.
Otra posibilidad es vender la propiedad con inquilinos dentro, con contrato o sin él. Hoy hay muchos problemas entre propietarios e inquilinos. Los inmuebles se pueden vender igual. Quien los compra tiene normalmente un plan para resolver esos problemas. También se pueden vender con la sucesión en trámite, con inconvenientes de papeles, embargos e inhibiciones, entre otras posibilidades.
3. Crowdfunding
Es el futuro de las inversiones en Real Estate. Las nuevas generaciones ya no piensan en la casa propia. Cualquier inversión está dirigida a generar negocios colaborativos y la búsqueda de un retorno en dólares que permita alquilar un inmueble en cualquier parte del mundo. El crowdfunding, hoy permite que uno pueda comprar una pequeña parte de un edificio y acceder a la renta dentro de esa proporción. Los valores de entrada pueden partir de los US$1000. La idea es comprar en cuotas partes de un edificio y -el día de mañana- poder obtener una beneficio de la venta del bien. Esto no solo se da en viviendas, sino que también se puede ser en hoteles y parkings. Además, hoy con la llegada de las criptomonedas también existen proyectos tokenisados, pero eso es tema para otra columna.
* El autor es CEO de Puebla Inmobiliaria
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