El encanto de Miami está adquiriendo un brillo diferente. No es sólo el glamour del lifestyle que se asocia con las eternas vacaciones en el mar y que se complementan con el paseo por los shoppings para compartir el imperdible rito de ir de compras. Miami está modificando su perfil y sube peldaños. Se habla de Brickell, Edgewater, Sunny Isles, Bal Harbour, South Beach, Midtown, Coconut Grove... Todas zonas que son parte de una ciudad que crece exponencialmente, que se destaca y se posiciona entre las más atractivas para concentrar inversiones. Una ciudad globalizada que despliega su potencial, tal vez como dicen los mismos protagonistas del cambio, como nunca con esta intensidad. Capitales que fluyen y que se vuelcan al Real Estate, donde el segmento premium ha logrado un despegue impactante, tanto como para convocar a los más renombrados arquitectos del mundo a dejar su sello y prestigio en torres de lujo y diseños sumamente creativos y futuristas, anticipando lo que vendrá en ese encuentro entre construcción, arquitectura y tecnología.
Clima de negocios, de expansión, de proyectos, es el que se vive en esta ciudad del sur de Florida y no sólo por el abrumador desarrollo del Real Estate, sino porque a partir de la marcada globalización donde tanto inversores como turistas tienen un papel decisivo, Miami enriquece a sus visitantes con la cultura, el arte, el entretenimiento y la gastronomía, en esa vibrante fusión de sensaciones.
Este conjunto de razones expuestas por los protagonistas se reflejan en este suplemento especial de Propiedades Miami de la nacion, donde se manifiesta la transformación de una urbe moderna que no duda en apostar al desarrollo y al cambio, y que está logrando posicionarse cada vez más alto en una proyección sumamente auspiciosa y cuyo techo es por ahora un enigma.
Miami siempre sorprende. Un mercado abierto al mundo, donde muchos argentinos también invierten para adquirir allí un pied-à-terre mientras otros trabajan y se destacan por su altísimo profesionalismo, conocimiento y brillo propio. Entre ellos está nada menos que César Pelli.