Recomendaciones para renovar la energía del hogar y empezar un nuevo ciclo con todo.
Los espacios que habitamos son cruciales si queremos mejorar nuestra calidad de vida y abrirnos a nuevas y mejores experiencias. La psicóloga Larissa Del Río, especialista y pionera en psicología de los espacios, sugiere cinco pasos que permitiran arrancar el año en forma renovada.
En primer lugar, la gratitud. Larissa señala la importancia de agradecer al hogar que nos cobija. “La pandemia ha hecho que valoremos cada vez más nuestra casa, que ha sido nuestro principal refugio de lo que sucede afuera. Aunque cada vez sea más llevadera, gracias a las vacunas, seguimos buscando protección del mundo externo, y nada de esto podría ser posible sin nuestras amadas casas”, sostiene la especialista, para quien es fundamental hacer un ritual de agradecimiento con cierta frecuencia.
Llevar un ramo de flores, elevar la vibración de la casa poniendo música alegre o realizar reparaciones pendientes como eliminar una vieja grieta de la pared o retapizar un sofá son algunas de las opciones que propone, además de una limpieza profunda que incluya cortinas y alfombras.”Al comienzo de año es un buen momento para resignificar nuestros espacios para que cumplan diferentes funciones. Las entradas o recibidores han tenido que cambiar y hoy es necesario contar con todos los elementos de bioseguridad y un buen perchero para que la ropa y zapatos se vean ordenados. Los comedores también han evolucionado y les estamos dando la función no solamente de comer en ellos, sino también de escritorios para hacer las tareas o trabajar. Y qué decir del dormitorio, que en la mañana se convierte en el escenario de nuestra jornada laboral para que llegada la noche se transforme en el lugar de descanso o de reencuentro con nuestra pareja” plantea del Río, para quien sin dudas ahí está otra clave: la flexibilidad, tanto de nosotros mismos como de nuestra casa.
Así, comparte algunos tips de psicología de los espacios que ayudan a flexibilizar nuestros dormitorios, apovechando la luz natural o la luz blanca durante el día para estimular nuestra capacidad de concentración y vitalidad. En horas de la tarde-noche, en cambio, recomienda luz cálida o ámbar para preparar el cerebro al descanso, a la relajación y a bajar la revolución del día y mejorar los ciclos circadianos. Las esencias son grandes aliados también: por la mañana sugiere menta, naranja, romero, pomelo, eucalipto y café; mientras que por la tarde es importante recurrir a aromas que juegan un papel importante para que el sueño sea realmente reparador, como la lavanda, la verbena, el limón y el mango. Por último, señala la importancia de elegir colores idóneos para la habitación, y se inclina sin dudar por el blanco, que genera tranquilidad, y el verde, que, al remitir en general a la naturaleza, provoca asociaciones positivas en la mayoría de las personas.
Del Río también habla de la “identificación del pantano o lodo de nuestra casa”. Este paso, sostiene, es fundamental para los siguientes: detox y transformación. Para identificar “el pantano” sugiere un recorrido por todos los rincones de nuestro hogar, que nos permita observar muy bien cuáles son esos espacios que no fluyen: sitios donde se acumula desorden o muchos objetos. Identificar estos “pantanos” permite, según la especialista, que nuestro hogar se convierta en luz, en “la flor de loto” que tiene en su potencial.
“Para pasar al último paso de transformación es indispensable recorrer cada punto de nuestro hogar, analizar cada objeto, preguntarse qué es necesario y qué no, y por qué cada elemento ocupa el espacio que está ocupando. Hacerle détox a nuestro hogar significa despojarse de pertenencias que ya no sirven y que no traen los mejores recuerdos de 2021″, explica la psicóloga. Así, propone depurar o sacar de casa cosas que no amemos; eliminar basura; sacar cosas rotas o sin terminar; deshacernos de objetos que no sirven a nuestra vida y de aquellos que drenan nuestra energía.
La transformación es el paso que culmina el ritual. La idea es elegir un espacio en la casa para transformar, que puede ser el dormitorio, el “pantano” o aquel que más nos resuene. Allí podemos trabajar de acuerdo a los recursos con los que contemos. En el caso de tener un presupuesto ajustado, se pueden trabajar con lo que hay y hacer pequeños cambios, como mover objetos de un lugar a otro, muebles o accesorios que permitan “cambiar la escenografía”. Si se cuenta con un presupuesto que permita hacer modificaciones mayores, propone que antes de incorporar algo hagamos un ejercicio para identificar cosas que nos gusten o nos hagan bien: “Sugiero buscar diez imágenes en pinterest de cosas que nos gusten y diez imágenes que no. Esto es importante porque nos va a dar mejores ideas antes de actuar”, sugiere Larissa, para que los cambios sean a conciencia y aporten una mayor armonía en el hogar.
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