Liendo, un encanto de naturaleza
Recomendado por Carolina Trillo*
Ojos del Diablo
Desde la ventana de mi cocina disfruto de las vistas del Monte Candina (489 metros). Está a unos 4 kilómetros de mi casa. Este macizo montañoso es el hogar de la mayor colonia del buitre leonado en los acantilados de todo el litoral cantábrico. Esto hace de Liendo un sitio único, porque solo existe una isla en Croacia donde la presencia de este animal es estable durante todo el año. En el macizo, además, hay un lugar espectacular: los Ojos del Diablo, desde donde hay una vista majestuosa del Mar Cantábrico. La subida es bastante engorrosa, pero los del pueblo suben con niños, perros, en chancletas… Las veces que he subido lo hice en grupo. Hay gente que sube sola, pero si se meten las nubes es probable que se desorienten y tengan que llamar a rescatistas. Cuando escucho un helicóptero, sé que alguien se perdió en Candina.
Restaurante Ambigú
En el barrio de Hazas, a unos 50 metros de la iglesia de Liendo, se encuentra el restaurante Ambigú. Es un local muy amplio. No bien entrás, en la zona del bar podés disfrutar de una variedad de pinchos sentado a la barra o en alguna de las mesas distribuidas alrededor. Luego tiene un comedor más informal, con servicio de cafetería y carta especial de raciones y bocadillos donde se destacan sus famosas hamburguesas; un comedor más elegante, con una carta de comida mediterránea (mejillones rellenos de gambas, bacalao a la riojana); una amplia terraza (sentarte afuera, a la sombra de los árboles, con una cerveza bien fría es lo más) y una zona infantil. Ideal para todos los públicos.
Natur Track
Unos vecinos del pueblo iniciaron esta aventura hará unos dos años. Al principio, organizaban rutas a pie para amigos y conocidos, y luego, como gustó mucho la experiencia y lo hicieron tan bien, se atrevieron a abrirse a más gente. Lo que pegó fueron las rutas en bicicleta eléctrica, organizadas en grupos pequeños. Hay una extensa oferta en este medio de transporte. Esto dio un salto luego de la pandemia (son grupos reducidos, se toman medidas anticovid). Muchísima gente se ha apuntado a esta actividad. También organizan rutas en velero, a pie y “rutas de orientación”, que no es más que enseñarte a utilizar la brújula y la cartografía para ubicarte, a la manera de los antiguos exploradores. Esto me parece fascinante porque hoy en día te desorientás, no tenés cobertura en el móvil y ¡estás frito! Además, arman rutas personalizadas y todas van guiadas con especialistas en biología y ornitología. Me gusta precisamente eso: el cuidado y el mimo que dedican para ofrecerte una experiencia única y la manera en la que enseñan los secretos del entorno, que, por las prisas que llevamos, no sabemos ver.
Puertas abiertas
Luego de 13 meses consecutivos de restricciones, el pasado 9 de mayo, el gobierno español levantó el estado de alarma y habilitó la movilidad entre las 17 comunidades autónomas. Además, presentó el certificado verde digital (el documento que les permitirá a los viajeros acreditar que están vacunados, que han pasado el coronavirus o que cuentan con una prueba negativa) y anunció la apertura al turismo internacional: tanto los viajeros de “países seguros” (Reino Unido, Japón, China, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Israel, Corea del Sur, Tailandia y Ruanda) como todos los vacunados de terceros países (que cuenten con el certificado verde) podrán entrar sin restricciones. Por otra parte, España continúa con el plan de inmunización de su población: al momento de cerrar esta nota, lleva más de 25 millones de dosis administradas.
*Vivo en Liendo desde 2005. Llegué a España en marzo de 2002 acompañando a mi pareja. Elegimos Liendo para vivir porque es un pueblo, un sitio de casas y campo, un lugar tranquilo. Además, está muy bien comunicado tanto con Santander como con Bilbao, y esto es muy importante por el tema laboral. Soy autónoma y vivo con Víctor, mi marido, y nuestros “hijos” Tuco (un labrador retriever bastante testarudo), Francesca y Pericles (nuestros gatos).
Producción: Alejandra Abrodos