¿Es verdad que la marihuana aumenta el placer sexual?

El cannabis es uno de esos ingredientes que se consideran vedettes en el mundo publicitario, básicamente, porque vuelve popular todo lo que toca. Es lógico: la planta y toda su iconografía suelen despertar la curiosidad en algunos consumidores que lo asocian a valores como la diversión, la alegría, la fiesta y cierto frenesí y transgresión, conceptos que se llevan fenomenal con el sexo.

Aunque muchos productos que se comercializan hoy en el mercado de la belleza y el bienestar, especialmente en Europa y Estados Unidos, tienen componentes extraídos del cannabis, esto no significa que causen efecto psicotrópico y ni quisiera que sean ilegales. ¿Por qué? Porque utilizan cannabidiol (CBD). El cannabidiol es una sustancia química que se encuentra en la planta del cannabis, más puntualmente del hemp o cáñamo, pero que no contiene tetrahidrocannabinol (THC), que es el ingrediente psicoactivo que se encuentra en la marihuana y que produce el llamado “colocón”.

Actualmente, en Argentina, los únicos productos de cannabidiol aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica para su ingestión son aceites recomendados para algunos tipos de epilepsia y para dolores severos como los que causa la fibromialgia. La razón por la que podés encontrar muchos grow shops en Argentina es porque existen ciertos vacíos legales que permiten que las personas puedan cultivar estas plantas como lo harían con cualquier otra. Estos negocios, sin embargo, en teoría, al menos, no pueden vender nada que no tenga que ver estrictamente con “la jardinería”.

Desde noviembre del 2021, gracias a una disposición del Boletín Oficial de la República Argentina, comenzaron a permitirse la venta y consumo de productos cosméticos para la higiene personal y perfumes que contengan cannabidiol puro de origen natural con no más de 0,2% de THC. Esto es algo que ya se venía viendo a nivel internacional. En algunos países europeos, por ejemplo, es usual encontrar productos como cremas y shampús de marcas como The Body Shop y Garnier que promueven, principalmente, sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias con bastante éxito y adeptos. El CBD se utiliza para el acné, para la hidratación y también para dolores musculares. Gracias a esta nueva normativa, ahora el cannabis se propone bajar hasta tu entrepierna.

En el circuito internacional de tiendas eróticas, desde hace alrededor de tres años, es usual encontrar lubricantes sexuales, aceites y potenciadores del placer que promueven a todas luces contener CBD. El más famoso en España es Oh! Holy Mary de la marca Nuei, que se anuncia con la figura de una monja y una enorme hoja de marihuana. En Argentina, recientemente, se anunció, con bombos y platillos, la producción del primer óleo íntimo de industria nacional a base de cannabis, llamado 420 placer. Destinado a vulvas, pero también efectivo en penes, estimula las terminaciones sensitivas del clítoris, elevando el placer sexual, aumentando significativamente la sensibilidad, la humedad y elasticidad de los tejidos y generando, aseguran, orgasmos mucho más intensos.

Por ahora, las pruebas que respaldan este tipo de ventas no son contundentes ni en Argentina ni en Europa. De hecho, en España, por ejemplo, sería ilegal afirmar en un discurso publicitario que un producto puede incidir en la resolución o tratamiento de un trastorno médico sin que esto esté demostrado oficialmente. Allí, en general, las marcas de cosmético sexual que comercializan productos con cannabis, suelen limitarse, por normativa a celebrar, al igual que el resto de la industria cosmética, las propiedades cosméticas, hidratantes y antiinflamatorias de la sustancia. Respecto a la afirmación del aumento del placer por el mero uso de este producto, de acuerdo a la médica, Tocoginecóloga y Presidenta de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), Silvina Valente, la manera de intensificar los orgasmos suele tener más que ver con técnicas sexuales y con contextos eróticos que con productos cosméticos. Tiene que ver también, con lo estimulados que estemos desde las fantasías y lo psicológico. Y es en este sentido en donde el cannabis puede hacer su magia: en el sexo, como en casi todo, el relato es importante.

Si te das una vuelta por los sex shops europeos vas a ver que, actualmente, algunas marcas aprovechan la fantasía y el folklore alrededor del cannabis para mezclarlo con productos como los geles vibradores que dan sensación de cosquilleo y vibración. Los efectos “mágicos” en estos productos nada tienen que ver con la planta en sí, sino que son producidos por otras sustancias, más parecidas a la de los caramelos efervescentes que a la marihuana. Como el agregado de CBD no trae efectos palpables de forma inmediata y mucho menos espectacular, en general, las marcas se valen de estos trucos de magia para hacerte creer que estás viviendo algo único, innovador, distinto y, si, un poquito ilegal.

El mero hecho de utilizar un lubricante sexual puede sumar mucho, incluso más de lo que crees a tus encuentros. Aún si lubricas súper bien naturalmente, si nunca necesitaste nada, la sensación sedosa y la magia que puede sumarle a tu cama la cosmética sexual con variaciones de temperatura y efectos especiales, es una realidad que está bueno que te permitas experimentar porque, además es muy accesible. Hay un punto extra en este sentido, que es que la buena lubricación te permite cuidar tu salud ya que evita las fricciones innecesarias y los pequeños desgarros que pueden producirse durante el sexo y hacerte más proclive a infecciones. Tu lubricante puede tener un ingrediente extra, como el cannabis, la jojoba, el aloe vera y cualquier otro que proteja tu cuerpo, pero, como siempre, no le pidas milagros a un producto. Disponerte a disfrutar, cuidarte y a conectarte con el placer sigue siendo la forma más efectiva de mejorar tu vida sexual.