Saturno, Venus y Marte rodearán la Luna al amanecer

Será cuestión de observar hacia el este, el mismo lugar por donde, a las 7 de la mañana, se verá asomar al Sol que, iluminando toda la bóveda celeste, pondrá final al encanto de la noche y ocultará a todos los astros con su luz. Pero antes de que eso suceda, a lo largo de casi cuatro horas, serán visibles tres planetas, nuestro satélite natural y, sobre el final, antes del amanecer, la aparición de un artista invitado para cerrar el espectáculo del firmamento, el planeta gigante: Júpiter.

Vamos a recorrer la madrugada juntos, disfrutando del desfile del sistema solar ante nuestros ojos. El universo nos espera.

El primero es subir al escenario será el planeta Marte. Toma su nombre del dios de la guerra romano, el representante de la masculinidad, la violencia, la pasión, la sexualidad, la valentía. Brillante y colorado, se pasea entre las estrellas como un gladiador romano bañado en sangre. A las 3 de la madrugada cruzará el horizonte y comenzará su ascenso en el cielo. Por estos días se encuentra a casi 300 millones de kilómetros de nosotros y su superficie (cubierta mayormente de óxido de hierro, de ahí su color), está siendo surcada por varios robots enviados en las últimas décadas, incluso por un helicóptero. Tanta investigación de nuestro planeta vecino anticipa el deseo humano de colonizarlo, de convertirnos en una especie interplanetaria.

Junto con Marte hará su aparición la Luna. Quizás temerosa de su cercanía al dios de la guerra, solo mostrará el 18% de su superficie iluminada, dibujando una C invertida en el manto oscuro de la noche, como un tajo de plata. Apenas hace diez días brilló llena y radiante al atardecer, tomando el nombre de Luna de Gusano. Ahora va camino a su fase de Luna Nueva, cuando prácticamente se alinea con el Sol y no es visible desde la Tierra.

Así como los planetas están a millones de kilómetros, nuestro satélite se encuentra ahora “apenas” a 370.000 kilómetros, más de 9 veces la distancia necesaria para darle una vuelta al globo terráqueo. Hacia allí también quiere volver la humanidad, pronto, quizás en un par de años la primera mujer pise la luna con la misión de la NASA: Artemisa.

A continuación, a las 3:25, hará su parición la diosa del amor, de la belleza, la amante del dios de la guerra: Venus. Este planeta, también es conocido como “el lucero del alba” por ser el punto más luminoso del cielo (solo superado por el Sol y la Luna). Según la mitología romana, de sus aventuras amorosas con Marte (cuya esposa oficial era Belona), tuvo dos hijos con el apasionado dios: Deimos y Fobos. Son los mismos nombres que llevan las dos pequeñas lunas de Marte. Deimos en griego significa “terror” y, Fobos, “miedo” (de ahí las fobias). Eran ellos quienes acompañaban a su padre a la guerra, a azuzar a los hombres en las batallas fustigados por el miedo y el terror. La brillante luz de Venus nos llegará desde 110 millones de kilómetros, por estos días, el planeta más cercano a nuestro mundo.

Junto con Venus asomará el planeta de los anillos: Saturno. Este dios romano fue en la antigüedad el rey del olimpo, el más poderoso de todos, pero luego fue derrocado por su hijo, una representación del cambio generacional inevitable que conlleva el paso del tiempo. Sus grandes anillos (tan anchos como diez planetas Tierras a la par), también pueden ser imaginados como una descomunal sierra circular, ya que giran con una rapidez 15 veces superior a la velocidad de una bala. A 1600 millones de kilómetros, es el planeta más lejano observable a simple vista, una hora y veinte minutos tarda en llegar a nuestros ojos la luz de Saturno luego de recorrer el vacío del espacio.

Estos tres planetas se agruparán muy cerca de la Luna e irán trepando por la bóveda celeste juntos. Ya para el final de la noche, a las 5:45, cruzará el horizonte el hijo de Saturno, quien lo derrocó del trono del olimpo: Júpiter. El planeta más grande del sistema solar: si fuese hueco, cabrían dentro de él 1300 planetas Tierra. A 890 millones de kilómetros de nosotros, aparece al final de esta función nocturna, como para recodar a Saturno, quien es el que gobierna entre los inmortales.

Ha llegado el amanecer, el canto de los pájaros anuncia la salida del rey Sol y los planetas, la Luna y toda su magia y leyendas se van desvaneciendo con el día. El firmamento habrá proyectado una película maravillosa, sobre la mayor pantalla que se puede desplegar ante nuestros ojos, a disposición de todo aquel que quiera disfrutar del universo.